Capítulo 2: 10 años después

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Como dijo el título: 10 años después...

En un techo gris hay un foco que se prende y se apaga, después un joven llamado Harry de unos 20 años aproximadamente, despierta de soñar con el foco antes mencionado.

Harry se levanta de su cama a las 5:30 de la madrugada, se cambia, se quita el pantalón para después colocarlo en una silla, luego se quita la ropa interior, se le ve su pene, la ropa interior lo pone en una canasta con ropa sucia, se va a su armario y de un pequeño cajón saca otro ropa interior y se lo coloca, saca el pantalón que dejó en su silla y se lo vuelve a poner, aunque ya lo haya usado por más de 1 semana, luego se quita las medias y se pone otras, las mismas zapatillas, el mismo pantalón y el mismo polo, al acabar de cambiarse, Harry observa la hora en reloj (solo han pasado 5 minutos desde que se levantó de su cama), sale de su cuarto, se va a su baño, cierra la puerta con llave, luego se quita la toda la ropa, incluyendo medias y ropa interior, abre el caño con una franja azul, que significa agua fría, mientras se baña, el agua sale como si lo estuvieran bañando con una manguera, y el agua lo estuviese empujando a una pared.

Después de unos minutos cierra el caño, se seca con una toalla todas sus partes, sale de la ducha, se pone su ropa, luego se peina en el espejo, se cepilla los dientes por todos los ángulos posibles, se enjuaga la boca haciendo gárgaras, lo escupe en el caño apunto al desagüe, se echa el desodorante y finalmente sale de su baño.

Regresa a su cuarto, el sol todavía no había salido, Harry observa su reloj y ve que tiene tiempo de sobra, prácticamente no tiene nada que hacer, no sabe ni dibujar ni pintar y tampoco le interesa, su celular está apagado y cargándose del 20 %, todos en su cuadra siguen durmiendo sin querer despertarse, por lo menos no antes de las 6 de la mañana, poco a poco los ojos de Harry se van cerrando viendo de su ventana el cielo, de su transición de madrugada a mañana, él no intenta mantenerse despierto, sino que está esperando que sus ojos se cierren, sin forzarlos a hacerlo, porque como regularmente sucede que cierras los ojos, pero puedes seguir despierto por horas, él prefiera esperar que su aburrimiento siga hasta que se quede dormido, el tiempo no es un problema para él, porque concientemente su cerebro con mucha intuición detecta cuando ya sale el sol, para así poder ordenarle que se despierta una vez más.

Ya son las 6 de la mañana y amanece en la gran ciudad,  pasó la época de invierno, y ahora es verano, se escucha el canto de las vez, al repartidor de periódicos tirando estos a cada casa, del 100% al 40% le caí el periódico en la cara, el 20% se acostumbró a esto y simplemente se reían de lo que les pasaba a diario, en cambio el otro 20%, que eran en su mayoría ancianos, se enojaban todos los días por lo que les sucedía, insultando al cartero acerca su pésima puntería y de cómo les disgustaba que alguien arrojara un periódico en su arrugado rostro todas las mañanas al amanecer.

Harry despierta de haberse quedado dormido apoyando su codo izquierdo y cabeza en su ventana observando el cielo azul mirando hacia la nada, esperando la llegada del amanecer.

Sale de su cuarto, cuando su casa ya empieza a aclarecerse, llega a la cocina y se prepara un pan con mermelada de durazno con leche tibia.

Se despide de su mamá que es doctora que apenas está abriendo el ojo, y sale de su casa.

El Circo de la LocuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora