C I N C O

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Esperé tu llamado un par de días, un par de semanas, hasta que simplemente entendí que no me llamarías, tus padres también se fueron de la ciudad, no dejaron rastro cuando desaparecieron.

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Paso un par de semanas después de la partida de tus padres, estaba durmiendo cuando mi teléfono sonó, lo miré y un número desconocido brillaba en mi pantalla.

—¿Bueno?— Mi voz salió temblorosa, todavía con el sueño nublado mi juicio.

—Soy Edward— Fue tu voz la que me cayó como un balde de agua helada, obligándome a sentarme en la cama y mirar el reloj sobre la pared, 4:37 AM

—¿Edward? ¿Qué fue lo qué pasó? ¿Estas bien?—
Un ligero sonido salió de tus labios.
— Te deje sin aviso, no conteste tus llamadas, mi padre me dijo que me buscaste y lo ignore, y aún así ¿lo único que preguntas es si yo estoy bien? Tan dulce como siempre.— una pequeña risa sale de tus labios y cada segundo me siento más confundida, suenas más cruel que de costumbre y eso es mucho decir.

—¿Qué? ¿Porqué te fuiste? ¿Donde estás?— Necesitaba descubrir por qué simplemente desapareció, no me tragaba eso de una mudanza solo por qué sí, era el primer año de instituto, demasiado apartado del fin de curso, así que perdería todo el año escolar, ningún padre responsable permite eso.

—¿Recuerdas que te hable de Isabella y como siempre la estoy exponiendo al peligro? Eso fue justo lo que pasó, cuando regrese con ella me di cuenta de algo, la mejor manera de protegerla es estar a su lado.
Planeaba simplemente olvidarme de que te conocí, pero te mereces por lo menos una despedida.—
Tu voz es calmada, incluso cuando admites que trataste de fingir jamás conocerme, todo lo que puedo pensar es; "BITCH, WHAT THE FUCK!?"

Antes de poder procesar todo continúas hablando.

— Me voy a casar con Isabella, después de mucho insistir, hoy ella aceptó ser mi esposa.
Yo sé que quizá no te haga feliz la noticia, pero creó necesario decírtelo.
Nos casaremos en agosto del año entrante, no creó prudente invitarte a mi boda, es lejos de tu casa y no creo que sea lo mejor que tú e Isabella se conozcan.
Pero me parece importante que sepas que estoy bien, estoy feliz, y espero que tú lo seas.
Sé que te lo dije, y espero que me hicieras caso, de todo corazón espero no te ilusionaras con lo que teníamos, espero que tu vida continúe con bien y encuentres a alguien que te haga feliz, alguien que te ame con la misma intensidad con la que tú amas.
Esta es mi despedida, para siempre.— tanta información me deja perpleja, ¿Te casarías a solo unas semanas de estarnos  besando por todas partes?
Después de meses de estar juntos, simplemente regresarás con ella.
Y antes de poder contestar algo, los tonos de llamada finalizada llenan el silencio.

¿No qué esto era una despedida para mí?
Ni siquiera me dejó hablar, solo él se libero y a mi me dejó de lado, como siempre.
Esa noche no puedo dormir, me parece demasiado todo lo que está pasando.

𝙂 𝙊 𝙇 𝘿 𝙀 𝙉     𝙀 𝙔 𝙀 𝙎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora