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No podía dejar de pensar en aquel beso, simplemente no podía, sentía que aún tenía sobre sus labios la sensación y suavidad de los labios de Park Jimin, tanto así que ni siquiera se dio cuenta de que se había olvidado de escurrir perfectamente los espárragos, y los hecho al aceite.

No tardo en sentir como brincaba el aceite y agua caliente hacia él, sus compañeros se vieron sorprendidos y asustados de inmediato y eso había llamado la atención de su profesor.

- ¡Min! -exclamo su profesor mientras Yoongi apagaba la flama-. ¿Qué ocurre contigo? Presta atención a lo que haces y deja de estar en tu burbuja.

- Lo siento, chef.

- Que no vuelva a suceder -miro a todos los estudiantes-, un cocinero no debe estar distraído o cosas como esas -señalo donde se encontraba Yoongi-, pueden suceder.

Yoongi solo pudo escuchar como todos sus compañeros decían "¡Sí, chef!" en respuesta para continuar cocinando, el apretaba los labios, estaba furioso consigo mismo por haberse distraído de tal forma, pero al menos no se había quemado.

Por otro lado, Jimin se la pasaba más que feliz, no paraba de sonreír, y claro estaba perdido en el recuerdo de como había logrado robarle un beso a quien amaba.

Porque en realidad Jimin, no solo había quedado encantado cuando lo vio, sabía que era ridículo de su parte pensar en el amor a primera vista, pero es que era inevitable, y ahora había comprobado que de verdad eso había sido un flechazo instantáneo que le encantaba, y cuando por fin había probado los labios de aquel chico, fue como festejar millones de fiestas al mismo tiempo, ¡maravilloso!

Sonrió cuando por fin la clase había dado a su fin, ¡ahora podría ir a ver a su hermoso chico de gastronomía!

Yoongi no había salido muy feliz que digamos, después de que había terminado la clase, había recibido una reprimenda por parte de su profesor, y Yoongi aceptaba que en verdad tenía la culpa por no haber prestado la suficiente atención, estaba enojado con él mismo.

Tanto así que no sabía si salir de allí, sabía que se encontraría con Jimin y no quería verlo, ¿cómo reaccionaría? 

- Chérie -Yoongi trago grueso al escuchar el apodo que tanto le decía aquel chico.

Miro hacía la puerta, y allí estaba Jimin de brazos cruzados con una sonrisa, esperándolo.

- ¿No deberías estar aquí? 

A pesar de que Yoongi quería seguir molesto, no podía, y más cuando su sonrojo era tan notorio.

- Vine por ti, no deberías decir eso, ¿nos vamos?

- Creo que lo mejor es irme solo.

Jimin miro los brazos de Yoongi, en uno se podía ver claramente una pequeña quemadura, lo que lo había preocupado.

- ¿Tuviste un mal día?

- ¿Acaso importa?

- A mí me importa -Jimin tomo el brazo derecho de Yoongi.

Yoongi lo miraba algo confundido.

Vio como Jimin acercaba su brazo hacía los labios, estaba a punto de reclamarle, cuando sintió la suavidad de los labios de Jimin, sobre la quemadura que tenía, no había dicho nada porque él podía tratar de curarla en casa, pero ahora tenía sobre su herida, los labios de Jimin, había besado su quemadura, y eso si que lo había hecho sonrojar aún más.

- ¿Q-qué..?

- Mi madre siempre decía que un beso es la mejor medicina para curar cualquier clase de herida, y más si lo hacías por una persona especial, eres mi persona especial, chérie.

- G-gracias.

- No hay de que.

Yoongi podía competir con el color rojo de cualquier fruta en esos momentos.

BLEU  ||JimSu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora