BLEU ||JimSu||

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- ¿Él es tu novio?

Esa pregunta había sacado de su total concentración a Yoongi, miro a su compañero de trabajo, había conocido a Jungkook desde que había ingresado a la facultad, pero apenas y se hablaban, de vez en cuando ambos compartían salones, además de que ahora eran compañeros en la facultad de gastronomía, Jungkook era uno de los mejores estudiantes, pero a veces podía llegar a ser demasiado competitivo.

- ¿De quién hablas? -Yoongi sabía perfectamente a quién se estaba refiriendo, pero por alguna razón quería escuchar el nombre de Jimin salir de los labios de Jungkook.

- De Park Jimin, ¿es tu novio?

- No, no lo es.

- ¿Y por qué te ha besado entonces? Eso no lo hace cualquiera.

Por supuesto que no lo hacía cualquiera, era obvio que Jimin tenía otras intenciones con Yoongi, pero claro que Yoongi no las admitiría al primer momento, aún así pensaba si era una buena idea admitirlas, Jimin no era una mala persona y él se había percatado de eso.

En el poco tiempo que llevaba conviviendo con aquel chico, se había dado cuenta de que era alguien muy amable, aunque claro su boca era lo que lograba traicionarlo a la primera, pero de ahí en fuera, era un gran chico, no entendía como era posible que Jimin se metiera en tantos problemas.

Había escuchado que se metía en peleas innecesarias, además de que le gustaba fumar en casi todas las clases que tenía y eso le causaba muchos problemas, sus notas no eran tan malas, pero según los profesores, aquel chico dejaba mucho que desear.

- Sé que no lo hace cualquiera, pero... él y yo no somos nada.

Eso a Jungkook le parecía la mayor mentira que había escuchado en toda su corta vida, ¿cómo era posible que Yoongi lo negará? A leguas se veía que Jimin prácticamente moría por estar a su lado y simplemente aquel chico lo ignoraba por completo.

- ¿Te gustaría ser algo más con él?

- No -mentira.

- ¡Dejen de platicar allá atrás!

La voz del profesor había dejado en claro que ya se habían estado tardando en preparar aquel platillo francés, que Yoongi apenas y podía pronunciar bien, odiaba preparar la maldita crème brûlée.

- ¡Sí chef! -respondieron ambos para evitar ser de nueva cuenta regañados por el profesor.

Yoongi lo que menos quería en esos momentos era meterse en problemas.

Por otro lado Jimin se encontraba por los jardines de la escuela, se la pasaba caminando tranquilamente con un cigarrillo encendido bailando entre sus dedos de la mano derecha, y no era porque no quisiera entrar a clases, el profesor había avisado que no iría, pero Jimin quería asistir de todas formas a sus primeras horas, quizás podría tener la oportunidad de entrar al área de gastronomía e ir a visitar a su querídisimo futuro novio.

De nueva cuenta dio una calada al cigarrillo para después despacio soltar el humo, no le gustaban esos cigarros con sabores a sandía o menta, pero por alguna casualidad aquel día estaba exactamente fumando uno de menta, sentía que necesitaba darle un toque de dulzura al aroma del tabaco.

Sentía que aquel día era muy especial para él, y más porque sabía que su querido chico estaba allí, y que no le había rechazado el anterior beso ni las flores, sonrió al recordar el sonrojo en sus mejillas, Jimin sabía que muy dentro de Yoongi, tenía sentimientos hacía él, y no necesitaba más.

Con eso se sentía conforme, porque sabía que tarde o temprano sería correspondido.