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Jimin estaba en el aeropuerto, de vez en cuando miraba hacía la entrada, por unos momentos pensaba que la casualidad de que Yoongi estuviera corriendo hacía él se haría realidad, había tratado de contactarlo por todos los medios posibles, pero parecía que había desaparecido por completo, suspiro cansado.

Tal vez era demasiado bueno pensar que él estaría allí para verlo.

En quince minutos abordaría el avión, bueno había esperado suficiente, por unos momentos la idea de abandonar todo e ir por Yoongi se había hecho presente en su cabeza, pero sabía que si hacía tal cosa no podría darse una oportunidad de ir a Francia y necesitaba demostrarle a su padre que podía lograr lo que se proponía.

Sin más se dirigió para formarse y esperar a que revisarán su boleto para que así pudiera ingresar al dichoso avión.

Cuando por fin logro pasar por el pasillo e ingresar al aeronave, coloco sus cosas en su respectivo lugar y soltó un suspiro, al menos había escogido un lugar cerca de la ventanilla, se sentó y miro hacía afuera, iba a ser un largo viaje.

- Mis padre me mataran después de todo.

Aquella voz lo había sacado de sus pensamientos, no se había percatado que ya alguien estaba sentado a su lado, además de que esa voz en verdad que se la hacía demasiado aparecida a la de...

- ¿Yoongi? 

No lo podía creer, allí estaba Yoongi limpiando sus lentes para después volver a colocárselos, le sonrió, ¡ese era Yoongi! Pero ¿qué es lo que hacía en el mismo avión que él?

- ¿Esperabas a Madonna acaso?

- ¿Qué significa esto?

- Logré pasar francés, y el profesor de gastronomía me recomendó un trabajo en Francia, no estaba seguro si aceptarlo, pero al escuchar que sería exactamente en la capital no me negué, además sabía que estarías allí y por supuesto quería estar contigo, aún así mis padres no lo saben del todo y por supuesto que me matarán pe..

No pudo seguir dando explicaciones, porque Jimin había logrado que cerrara la boca con un beso, y vaya que Yoongi no había dudado ningún segundo en corresponder a tal acto, se sentía en una verdadera tranquilidad y felicidad al solo juntar sus labios.

- Te amo -dijo Jimin sonriendole.

- Y yo a ti, ¿sabes? Es difícil admitir esto.

- Para ti todo es complicado, chérie.

- Lo sé.

Y de nuevo juntaron sus labios, ni siquiera escucharon las medidas de seguridad, solo podían concentrarse en ambos, y ¿quién no lo haría?

Estaban juntos y lo estarían siempre, eso era lo que importaba.





.FIN.

BLEU  ||JimSu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora