21

855 78 37
                                    

—Profesor Adler, no estoy muy seguro de que esto sea una buena idea... 

—Llámame Frank. Y no hay motivo por el que debas sentirte inseguro. Si hay alguien que pueda dar buen consejo y ayudarte con todo por lo que estás pasando, ese es Tony. 

Frank le dio un firme apretón a Peter en el hombro y juntos cruzaron las puertas de la imponente Torre Stark. No necesitó observar el rostro del joven para saber que su impresión del lugar era parecida a la que tuvo él mismo el primer día que ingresó al edificio. Entrar en la Torre era cruzar hacia otro mundo, uno futurista más propio de las películas que ambos disfrutaban de ver. 

Era inevitable quedarse mirando los carteles holográficos que había repartidos por las paredes como niños ante un buen truco de magia. O sentirse pequeño e insignificante frente a la decoración minimalista pero visualmente costosa. Los empleados, tan pulcramente trajeados y atractivos que parecían sacados de un desfile de moda, caminaban como robots programados sin levantar la vista de la StarkPad que llevaban en la mano, trabajando diligentemente sin verse interrumpidos por la presencia de dos personas que claramente no encajaban en la escena. Habiéndose Frank convertido en un miembro más de la familia Stark, él y su acompañante no encendieron ninguna alarma en los fieles empleados del Señor de la Torre.

Peter se encogió un poco más a su lado y Frank le dedicó una sonrisa antes de guiarlo hacia el ascensor, saludando a Happy por el camino. 

Buenas tardes, señor Adler — saludó la IA nada más cerrarse las puertas. 

—Buenas tardes, Jarvis. El joven que me acompaña es Peter Parker. Peter, dile hola a Jarvis — dijo con una sonrisa al ver la expresión asombrada del más joven. 

—H-hola Jarvis... 

Buenas tardes, señor Parker, y bienvenido a la Torre Stark. 

Frank le contó brevemente acerca de JARVIS, al menos lo poco que sabía y entendía de su funcionamiento, y tras unos minutos llegaron a la planta donde se encontraba el apartamento. Nada más abrirse las puertas fueron recibidos por Kansas y su Carry on my Wayward Son resonando en el salón, donde Frank no supo si reír o preocuparse por lo que estaba viendo. 

—Tony, ¿estás jugando a Póker con los niños? — cuestionó avanzando hacia ellos y olvidando por un momento a Peter —. ¿Y qué lleváis puesto? 

Harley iba disfrazado de Cowboy con un sombrero que empezaba a quedarle pequeño y una pistola de juguete en el cinturón. A su lado estaba Mary, quien por la estrella en el pecho debía ser la sheriff, aunque no entendía del todo su vestido de Blancanieves. Y frente a ellos, Tony. Con una diadema de plumas y la cara embadurnada en rojo y blanco. 

—Corrección — dijo el castaño con ese aire de grandeza que usaba cuando quería mostrar una lógica que solo él entendía — estamos jugando a indios y vaqueros. La sheriff y su magnífico ayudante me han capturado y les he convencido de echar una partida en la cantina antes de que me aten con esa cuerda — señaló la susodicha abandonada sobre el sofá. 

—¿Y por qué estáis jugando con dinero de verdad? — arqueó una ceja.

—Porque nos hemos comido las fichas — respondió Harley con la mejilla manchada de chocolate.

—Ya veo...

—No me mires así, estos dos pequeños engendros infernales son lo peor — se defendió Tony con el ceño fruncido —. ¿Te puedes creer que me están desplumando? ¡A mí! Que he ido mil veces a Las Vegas.

—¿Habéis hecho al menos los deberes? — preguntó el rubio mirando directamente a los niños, quienes desviaron la mirada escabulléndose de responder —. Pues ya estáis recogiendo todo esto e ir inmediatamente. Pero primero dejad que os presente a nuestro invitado — se giró para extender un brazo e indicarle al joven que se acercara a ellos —. Este es Peter Parker, uno de mis alumnos. Peter, esta es mi nada normal familia: Mary, Harley y Tony. 

Un Recuerdo Inolvidable [Crossover]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora