Pov. Matthew
Me estoy alistando para ir al colegio, me encuentro un poco nervioso no sé cómo me irá.
- Hijo, ¿Estás listo?- me dice mi mamá en el marco de la puerta.
- Si mamá solo que estoy terminando de ver si tengo todo- le digo mientras termino de revisar que lleve todo para hoy.
- Muy bien hijo, te esperamos a bajo para desayunar- con eso se retira.
Bueno me miró al espejo por última vez para confirmar que todo esté bien y con eso bajo a la cocina.
- Buenos días papá- le digo mientras me siento para comer mi desayuno.
- Hijo apúrate que si no llegarás tarde- me dice mamá, ella siempre tan atenta no como papá que él solo me mira y asiente.
- Si ma, descuida que todavía tengo tiempo -le digo ya terminando y levantándome para darle un beso de despedida- Bye ma, pa- el solo me asiente y con eso me voy.
Me acuerdo por donde me indico mi mamá así que apresuró el paso para llegar lo bueno es que no vivimos tan lejos, puedo ir ya divisando el colegio desde acá es muy grande parece que cuentan con buena implementación. Me siento perdido no encuentro mi casillero y eso que ya me dieron un mapa pero no me pudieron mostrar el camino, sigo buscando mis casillero ya que ni siquiera puedo ir a clases ya que ahí está mi horario y mis libros pero la secretaria tiene la culpa que no se tomó la molestia sus uñas eran primero, busco a alguien para que me indique donde están los casilleros hasta que escucho unos sonidos como si fueran risas y ¿llantos?, No se pero mi curiosidad va más allá que todo por eso mismo voy caminando intentado escuchar dónde estás esos sonidos hasta que llegó a un salón y parece que de ahí viene, empujó la puerta y lo que miro me sorprende y me enoja mucho, veo a cuatro chicos que por las chamarras veo que son del equipo insultando y pegándole a una chica pero por sus corpulentos cuerpos no logro divisar la bien pero se que está llorando.
- No saben que meterse con las damas no es de caballeros y mucho más cuando no son lo suficiente por lo que vienen en grupo- les digo mientras camino al medio del salón, ya que ellos están en la esquina de al fondo- Vaya pero que maricas los que veo aquí- les digo mientras jalo la silla para sentarme en ella y mirarlos mientras sonrió descaradamente seré tímido pero odio a los bravucones y más si involucran a chicas.
- ¡¿Quién te crees que eres para hablarnos asi, imbécil?!- me grita el grandulon mientras se acerca a mí, el cual parece ser el líder del grupo.
- El imbécil que viene a partirte la madre si no la sueltas a la cuenta de ya- le digo mientras me paro para enfrentarlo.
- Ahora sí que no la cuentas a mí nadie me amenaza- con eso dicho lanza el primer golpe, un puñetazo directo a mi cara pero lo logro esquivar muy bien.
- Ay pero qué lento- me río de él y me lanza otro puñetazo seguido de unos mas los cuales logro esquivar con facilidad, soy muy ágil pero a él no le va tan bien mis golpes son certeros, duros y van directo a su rostro el cual ya se encuentra sangrando por los golpes y al ver sus amigos que está perdiendo entran como agudos y se arma la pachanga que hermoso primer día joder. Estamos que nos damos de madre aquí pero ellos no planean detenerse menos yo aunque ya me he ganado unos cuantos golpes, el chico de mi izquierda me tira un puñetazo a las cotillas pero lo que yo le respondo con una patada en a canilla pero como se mueve le logro dar al líder con eso el cae y su cabeza choca con la esquina del pupitre noqueandolo así al instante.
- Cuídate hermano, no sabes con quiénes te has metido- me dice uno de ellos mientras levantan a su amigo del suelo para salir de aquí.
- No les tengo miedo pero si se siguen metiendo con ella se las seguirán viendo conmigo- les digo seguro de mis palabras, con eso volteo, la miró hecha un ovillo llorando asustada.
- ¿Te encuentres bien?- le pregunto mientras me acerco despacio a ella.
- No me...me hagas daño...po...porfavor- me dice levantando las manos como haciendo un escudo y protegerse de los golpes que por lo que veo en sus brazos morados son la tarea diaria de esos chicos.
- Descuida yo no te haré daño solo quiero ver que estés bien- estoy a solo centímetros de ella- Ya se fueron no tienes por qué temer- le digo mientras le levantó el rostro para observar que le hicieron esos desgraciados.
- Mu...chas...gra...gracias- me dice ipando todavía de todo lo que ha llorado- No sé cómo pa...garte lo q...que hiciste po...por mí.
- No tienes que darme nada de dinero pero si tú amistad, sabes soy nuevo aquí y no conozco a nadie y dado que te salve al menos eso a cambio que dices- le digo mostrándole la mejor sonrisa que tengo o bueno eso trato.
- Me gustaría pe...pero si vienes conmigo también te van a molestar seguido- me dice ya más calmada.
- Descuida que yo sé defenderme de esos lo único que importa es que si aceptas ser mi amiga o no, ¿Ok?- le digo tratando de convencerla
- Está bien- me dice tratando de forzar una sonrisa pero con los golpes que tiene más le sale una mueca y me río ya que es muy graciosa- ¿Te estás burlando de mí?- me dice incrédula y con lágrimas en los ojos.
- No, no, no bueno si pero es porque se te vio un poco gracioso cuando hiciste esa mueca- le digo riendome aunque luego me quejo por el dolor en las costillas, me lograron dar ahí un par de veces.
- ¿Te encuentras bien?- que gracioso ahora ella me lo pregunta a mi que irónica la vida.
- Si solo que me pegaron un poco las costillas creo que tendremos que ir a la enfermería del colegio- digo sonriendo un poco
- Si tienes razón- trata de levantarse pero fracasa creo que también le dieron en las costillas ya que la veo agarrarse cueste ahí- ¿Me puedes ayudar a levantar por favor?- me dice un poco rosadita qué linda.
- Si, descuido yo te ayudo- le digo mientras le pasó un brazo por la cintura a lo cual ella se tensa un poco y se pone más rosada aún y yo me río un poco, ella solo me mira y frunce el ceño creo que no le gusta que me ría de ella jaja con eso nos encaminamos.
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Aquí otro capítulo más, espero y les guste no olviden votar, gracias.
Bye, 🖤.
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¡¡Tú Eres Mío!, ¡Sólo Mío!!
Werewolf-- Tú eres MÍO y sólo MÍO.-- me dijo tan cerca de mi oido que siento estremecerme con solo ese acto y sus brazos tan cómodos y cálidos no ayudan en mucho, es normal que sienta que es mío ese lugar o estoy loco. -- Eso es impo...po...posible y...yo n...