Epílogo: El verano.

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Los meses de verano pasaban rápido como el viento. Me hubiera gustado decir que hice algo especial, pero la verdad no fue así. 

El verano en Forks era diferente, no hacía mucha calor, pero solía hacer más sol que normalmente. No tenía mucho contacto con Bella ni Angela durante el verano así que no sabía que eran de ellas. 

Por las noches, Jasper escalaba hasta mi ventana, a veces era para simplemente abrazarme y otras para charlar. Otras veces me sacaba a cenar fuera aunque solo comiera yo. Estar con Jasper me hacía sentir bien y sabía que él se sentía igual. Pero siempre que lo miraba sentía que algo le preocupaba, pues lo veía en su mirada. Por más que le preguntará sabía que no me diría nada y eso me hizo pensar que quizá tenía que ver conmigo... Aun así intentaba disfrutar el momento.

También iba a la reserva, a Seth le agradaba verme allí. Su hermana...bueno, hablábamos poco, no nos llevábamos mal simplemente cada una seguía su camino.

Recuerdo un día,... recibí una llamada al teléfono de casa, conteste pensando que sería mi padre que había salido. 

-¿Ebonee?

-¿Seth? ¿Como tienes mi numero? -dije riendo.

-Tu padre es médico... creo que todo el pueblo tiene este numero.

-No me extraña... ¿A que se debe la llamada? Mi padre no esta...

-Quería pedirte un favor... mi hermana...bueno no esta pasando por un buen momento...no tiene amigas y creo que necesita compañía femenina

-Oh...mmm... vale, pero ¿qué ocurre?

-Sam y ella han roto.

Corazones rotos. Perfecto. No tenía mucha experiencia en el terreno pero creo que me podía manejar bien..

-Esta bien, pero me tiene que recoger alguien, porque no tengo coche. 

-Yo mando a alguien a buscarte.

La llamada finalizo. 

Agarre una mochila y comencé a prepararme. Llame a mi padre avisándole que iba a ir a la casa de los Clearwater. En cuanto escuche un pitido salí y vi a Jacob en su camioneta. Salude y me subí. No hablamos, pero no hizo falta, él sabía que iba a consolar a Leah y yo no sabía que podía decirle. Le agradecí que me recogiera y fui hacía Seth.

Seth esperaba en la puerta de su casa, al parecer sus padres salieron un momento pero volverían pronto. 

-Gracias por venir. Te aviso que a lo mejor dice cosas muy...ofensivas, pero tu ni caso. -dijo Seth nervioso.

-Tranquilo, no es la primera vez que consuelo un corazón roto -dije recordando lo mal que estuvo mi padre con la  muerte de mi madre.

Fui hasta la habitación de Leah sola, Seth se había ido para darnos intimidad. Golpee la puerta y escuche un "vete", ignorándola entre. Se sorprendió al verme y luego frunció el ceño. Estaba tumbada en la cama y se dio la vuelta dándome la espalda.

-No sé que haces aquí, pero lárgate. Ni siquiera tengo confianza contigo. No eres nada para mí. Dile a Seth que no necesito niñera.

-No soy tu niñera, estoy aquí para que dejes de lamentarte. Que Sam y tu hayáis roto no es el fin del mundo. 

-No lo entiendes -dijo ella furiosa levantándose de la cama- El muy cerdo me ha dejado por mi prima Emily. Ha sido verla y ha quedado embobado. Me ha dejado como si todo el tiempo que hemos estado juntos no hubiera servido para nada.

Aquello no lo sabía. Suspire y me acerque a ella.

-¿Y que vas a hacer? ¿Encerrarte y llorar? Las pocas veces que te he visto he admirado tu fortaleza. Tienes que seguir adelante.

Leah se sentó en la cama y se llevo las manos a la cabeza.

-Lo peor de todo es que no puedo odiar a Emily, es como mi hermana y la quiero. Pero el idiota, el malnacido de Sam...

-Creo que se como te puedes desahogar... 

Leah estuvo contando todos los trapos sucios de Sam, todo lo que odiaba, lo que no le gustaba, las cosas que hacía mal, sus defectos...hasta que quedó satisfecha. Leah me miro y se sintió agradecida. Después de aquello, le puse algunas películas que traje que la hicieron reír y comimos helado. 

Pasamos un día divertido, pero debía de irme. Antes de salir por la puerta, Leah me tomo del brazo. 

-Gracias Ebonee, lo he pasado bien.

-Cuando quieras quedamos -dije ilusionada.

Volví a casa sintiéndome bien conmigo misma al haber hecho algo bueno.

Más días como aquel se dieron en el que iba a ver a Seth y Leah, quienes consideraba ya amigos. 


El mes de agosto mi padre tenía vacaciones, y ambos aprovechamos para irnos al pueblo de mi madre a ver a mi familia materna. Pensé que resultaría duro, pero fue mejor de lo que pensaba. Un mes sin Jasper, eso si que era duro. Sin embargo, mantuvimos el contacto. Hablaba con el por el móvil o me escriba algún correo.

El último día de agosto volví a Forks sabía que esa noche vería a Jasper estaba emocionada. Sabía que preparaban una fiesta sorpresa conjunta, en la cual, Bella y yo celebraríamos nuestros cumpleaños e iba a sonsacarle información. 

Ya estaba deseando estar en aquella fiesta, seguro que sería inolvidable.

La chica sin miedo  (saga crepúsculo 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora