-¿¡Qué!? -Grite exaltado.-
-Ya le dije.
-Debe estar loca, yo no haré eso.
-¡No me falte al respeto! -Amenazo la mujer. -Y no me interesa si quiere o no, lo tiene que hacer.
-Deme un buen motivo. -Me cruce de brazos. -Solo uno, y tal vez acepte.
-Biersack. -Suspiro pesado. -Sus calificaciones del año pasado, en esta materia no fueron las mejores, y estoy completamente segura que para este año, no van a mejorar es por eso que debe tomar la asesoría.
-Bueno, eso es verdad. -La señale. -Pero tampoco quiere decir que sea muy necesario tomar tutorías o lo que sea, no soy tan estúpido, comprendo las cosas.
-Pues no parece. -Dijo la mujer mientras me miraba con cierta burla. -Y como ya dije, no me interesa su opinión, tomara esas tutorías y fin de la historia.
-Maldita sea. -Bufe y asentí. -¿A quien debo ir a ver?
💛
Genial, todo era una completa basura, esa maestra no conforme con ponerme a un tutor, decidió que mi tutor debía ser Kellin Quinn ese niño apenas está en la universidad y yo soy un año mayor que él, ese tarado no sabe nada sobre la materia ¡No tiene idea de nada!
Pero no podía hacer algo al respecto, la maestra había dicho que Quinn era una buena opción, que él entendía bastante rápido, además me hizo saber que Kellin era todo un cerebrito para la materia y que él ya iba aun más avanzado que el resto de sus alumnos, así que si el enano me daba su ayuda, mi promedio subiría de forma considerable.
Me estaba dirigiendo hacia el dormitorio de Quinn, deseaba que no estuviera para así poder decirle a mi profesora que aquel enano se negó, y entonces me pondría a alguien más.
-Hola. -Saludo un chico, que evidentemente no era Quinn. -¿Se te ofrece algo?
-¿Se encuentra Kellin?
-Lo lamento, salió con Remington, pero debe regresar más tarde, adiós.
Y me cerró la puerta en la cara.
¿Remington?
¿Quién diablos era ese tipo?
El chico me había dicho aquello como si fuéramos amigos de toda la vida, pero me trato como un idiota más que haya conocido.
Sé que había dicho que mentiría para que me cambiarán de tutor, pero esto me daba cierta curiosidad no por querer saber sobre las relaciones de Quinn, eso me daba cierto repelús, pero el simple hecho de saber que alguien lo estaba pretendiendo hacia que mi curiosidad aumentara solo un poco más, pero solo poquito tampoco quería darle demasiada importancia a ese chico.
Aún con la duda pegada a mi cara comencé a caminar fuera de aquellos dormitorios, durante el corto trayecto me encontré con una que otra chica de grados mayores al mío, muchas de ellas tratando de coquetearme, en algún otro momento hubiera aceptado sus insinuaciones pero honestamente no tenia interés en ellas, claro hasta que en mi campo de vista apareció aquella rubia, que hace no mucho se había convertido en mi novia.
-Hola cariño. -Saludo mientras dejaba un sonoro beso en mi mejilla. -¿Qué haces por aquí? ¿Me estabas buscando?
-No precisamente. -Respondí y tome con más fuerza sus caderas. -Buscaba a Kellin Quinn.
-¿El rarito? -Asentí. -No me digas que piensas cambiarme por un hombre, porque eso, enserio que seria humillante.
-Tranquila Juliet, tampoco caería tan bajo como para acostarme con un hombre, seria asqueroso. -La rubia asintió satisfecha por mi respuesta. -Como sea, aunque aquel sea el tipo más desagradable que conozca, tengo que encontrarlo.
-Cuando venia para acá, lo vi con un chico, al parecer iban para la biblioteca, o a la habitación de aquel chico. -Dijo aquello ultimo con cierto disgusto. -El caso es que se fue para el área sur.
Supuse que debía ser aquel chico que menciono el compañero de Quinn, un tal ¿Robert? Bueno, tampoco es como si me interesara saber su nombre.
-Cariño, debo irme, pero te veo más tarde ¿Si? -Sonreí pícaro, ella asintió lento y beso mis labios. -Te amo.
Sin más que decir me dirigí al lugar donde Juliet había creído verlos, si lo pensaba mejor era bueno llegar e interrumpir lo que sea que esos estuvieran haciendo, aunque en ese momento me causara nauseas.
En cuanto llegue a la biblioteca di una rápida mirada al lugar, no había mucha gente solo unos cuantos alumnos y profesores, pero al fondo de esta se encontraba Quinn junto con aquel chico, físicamente podría medir lo mismo que yo, o un poco menos, agregando que también es pelinegro y bastante pálido.
Ambos parecían bastante alegres, no es que me estuviera fijando demasiado en lo que hacían, no supe cuanto tiempo estuve mirándolos hasta que aquel chico dejo de escribir y levanto la mirada hacia mi, la sonrisa que estaba hace unos segundos desapareció por completo ¿Tan rudo me veo?
Pero resulta que yo no era el motivo de su repentino cambio de humor, detrás de mi había una chica, esta iba vestida con un top negro y unos jeans bastante justo que se adherían perfecto a su delgado cuerpo, la chica era linda, demasiado. Su cabello era rubio y sus ojos eran de un lindo color café claro además de que su tez era blanca, eso la hacia lucir mucho más linda.
Con paso decidido la chica camino hacia donde se encontraban Kellin y su amigo, coloco sus manos en sus caderas e intercalo su mirada un par veces, antes de hablar.
-¿Es enserio? -Pregunto la chica, pero sin levantar la voz. -¿Ya estas saliendo con él?
-Monica, por favor cálmate. -Respondió el chico. -No hagas un escandalo aquí.
-¿Calmarme? -Frunció su ceño. -Me terminaste hace poco, y ahora ya estas con tu nueva zorra.
-¿Qué? -Quinn se levanto de su lugar. -Escucha chica, yo no estoy saliendo con nadie, Remington es mi amigo.
-Tú cállate maldito. -Señalo molesta, y dirigió su mirada al tal Remington. -No me hubiera molestado saber que me terminabas por alguna otra chica, pero lo peor de todo es porque eres gay. -Murmuro. -¡Un maldito gay! -Grito la rubia.-
Puede que Quinn me caiga mal pero no era necesario que él tuviera que pagar las consecuencias de lo que el ex novio de la chica haya hecho.
A pasos largos camine hacia Kellin y me detuve frente a él evitando que ¿Monica? le hiciera algo al pelinegro.
-¿Qué haces Biersack? -Pregunto Quinn, no respondí. -Te estoy hablando.
-Oye, es mejor que te vayas. -Hable de forma seria, -Sea cual se tu problema, debes arreglarlo con él. -Señale al amigo de Kellin. -Este enano no tiene la culpa de lo que haya sucedido entre ustedes.
-¿Y tú quien mierda eres? -Pregunto molesta. -¿Acaso eres su novio, o su perro guardián?
Definitivamente la chica estaba que echaba chispas, y su odio iría a quien se le pusiera enfrente.
-Eso no interesa, tienes que llevarte tus problemas fuera de aquí.
-Bastante guapo como para que defiendas a esa zorra. -Señalo a Quinn.-
Me estaba haciendo perder la poca paciencia que tenia, además no me pondría a discutir con ella, era una chica que no conocía. La pequeña rubia dejo salir un bufido de molestia y giro sobre sus talones para luego desaparecer por completo, me aleje solo un poco de ambos chicos quienes me miraban interrogantes.
-Olvida lo que acaba de suceder ¿Bien? -No respondió. -Solo te estaba buscando para decirte que serás mi tutor, es todo.
No le di tiempo para que me dijera algo más y salí de la biblioteca, a medio camino sentí como mis manos picaban y mi corazón estaba latiendo demasiado rápido, eso era algo que no sentía desde hace mucho.
Puede sonar un poco estúpido pero era verdad, tenia tiempo que mi cuerpo no reaccionaba de esa manera.
-No había sucedido desde. -Guarde silencio. -No, eso es una completa tontería, eso fue hace mucho, seria una completa estupidez que eso vuelva a suceder.
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H O M O F O B I A -Kandy-
Fanfiction-¿Por qué lo hiciste? -Pregunto sorprendido. -Kellin, por favor. -Cerro sus ojos con fuerza. -No es normal, esto no lo es. -Lo único que no es normal, es que creas que para querer a alguien, debe de existir algún tipo de regla.-Dije en un tono de vo...