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El insistente sonido de la puerta siendo tocada fue lo que provoco que me despertara de golpe, tome mi celular para ver la hora, eran siete treinta, por suerte era sábado así que no teníamos nada de que preocuparnos. Mire a Andrew quien aun estaba completamente dormido, como si no hubiera escuchado aquel golpeteo. 

-¡Andy, abre la puerta! -Grito Juliet. -¡Amor! 

Rápidamente me levante de la silla y comencé a correr en círculos tratando de encontrar un lugar donde esconderme, esa mujer no me podía ver aquí y mucho menos con su novio medio desnudo, capaz y ahora si me mataba la rubia esa. 

El baño. 

No, obviamente Biersack entraría ahí y entonces las cosas serian peores

¡El closet! 

Eso es tan irónico, pero bueno fue el único lugar que se me pudo ocurrir en ese momento. Juliet volvió a tocar la puerta, del piso tome uno de los cojines y se lo lance a Biersack, justo en su rostro, eso lo despertó rápidamente. 

-¡Andrew, ya abre! ¿Qué tanto haces? 

-Joder. -Se quejo Biersack. -Mi cabeza. 

A duras penas logro levantarse de la cama, con toda libertad camino hasta la puerta y la abrió para, Juliet le dio un beso en la mejilla y entro a la habitación tomando asiento en la orilla de la cama.

-Amor ¿Por qué no abrías? -Pregunto con voz melosa, pero sin prestarle atención al rostro de Andrew. -Mierda ¿Qué te paso? -Hasta ese momento. -¿Qué te sucedió en el rostro? -Tomo entre sus manos el rostro de Andrew. -Tienes un enorme moretón, y tu labio. -Se veía preocupada. -Además, te ves echo un asco.

Y todo rastro de ternura desapareció cuando hizo aquel comentario.  

-Tengo resaca. -Respondió sin darle muchas vueltas al asunto. -Y tuve una pelea con unos tipos, es todo. 

-Resaca, una pelea. -Repitió la rubia. -¿Con quien fuiste? 

-¿Qué hora es? -Pregunto Andrew, ignorando por completo su pregunta.-

-Siete treinta.

-Juliet, todavía es muy temprano, déjame dormir una o dos horas más, por favor. 

-Andy, dijiste que hoy saldríamos del campus, para poder ir de compras. 

¿Es enserio? A esta mujer le preocupan más sus estúpidas compras, que tener que curar a su novio, o sea ¡Lo asaltaron! No es algo que deba tomarse a la ligera. 

-Lo se, no se me olvido. -Tapo sus ojos con su brazo. -Pero el centro comercial y las tiendas de ropa, abren hasta las once de la mañana, estas exagerando con esto, puedes regresar más tarde. 

Ese era un buen punto para Andrew, todavía era temprano, en extremo, y esta mujer ya estaba viniendo a molestar solo porque ya se quería ir. Que absurdo. 

-¿Sabes que? -Uso una pose diva. -Sino querías acompañarme, entonces me lo hubieras dicho, para así hacer planes con mis amigas, y no tener que venir a perder el tiempo contigo. 

Y se fue dando un portazo, era una completa tontearía que se molestara solo porque Andrew le estaba pidiendo más tiempo para dormir, si él fuera mi novio, yo me quedaría con él para poderlo curar, y poder dormir juntos. 

Bueno, eso haría yo si fuésemos novios, pero como no somos nada, pues solo se queda en una simple historia imaginaria.

Además ¿Por qué las mujeres quieren arreglar todo dando portazos? La puerta no tiene la culpa de sus rabietas. 

H O M O F O B I A -Kandy-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora