H O M O F O B I A -Kandy-

11-

-¡Kellin! -Grito emocionado el pelinegro y se lanzo sobre mi. -¿Como haz estado? 

-Hola Remington. -Sonreí de lado. -He estado bastante bien ¿Y tú? ¿Qué tal las cosas con Monica? 

-Bueno. -Rasco su nuca. -No fue nada sencillo, pues después de lo que ocurrió tuve que hablar seriamente con ella, al principio se estaba negando a todo lo que le decía, pero después se tranquilizo un poco y comenzó a ponerme atención. 

-¿Ya no me odia, verdad? 

-No. -Respondió rápido. -Bueno, solo un poco, aún sigue creyendo que por ti fue que la termine. -Dejo salir una risita. -Aunque dijo algo bastante curioso. -Su semblante fue serio. -Dijo que ese chico que te defendió, parecía bastante interesado en ti. 

-¿Andrew? -Asintió. -Para nada, es imposible que alguien como él pueda sentir algo por mi, y no lo digo porque yo sea feo, porque obvio soy hermoso. -Hice una pose diva. -Sino por el simple hecho de que él es hetero, y bastante homofóbico.  

-Un minuto, ese tal Andrew es el mismo tipo que te empujo la vez pasada. -Asentí lento. -¡Santa madre! ¿No será bipolar? Seguro que por eso mismo actuó de esa forma con Monica. 

-Rem, puede que suene estúpido, pero Biersack es completamente homofóbico, es casi imposible que alguien como él pueda tener algún tipo de atracción hacia mi persona, digo, la palabra es bastante especifica. 

Remington no dijo nada y asintió. Ambos caminamos a nuestra respectiva clase, hoy no compartíamos clase así que no nos veríamos en todo el día. Durante el trayecto nos encontramos con Alan y Kate, la noche anterior había hablado con ellos, resolvimos el pequeño problema que habíamos tenido, agregando que también se nos unieron Awsten y Geoff. 

*Flashback*

-¡Kellin perdón! No era mi intención, te juro que no, es solo que Austin... ¡Ay maldito Austin! -Gritaba Alan mientras finas lagrimas bajaban por su mejillas. -Te juro que voy a terminar con él, no te quiero perder a ti, tú eres mi mejor amigo ¡El tipo que me va a consolar cuando termine con ese hermoso poste parlante! ¡Ahhhhhh!  

Mientras Alan me abrazaba de forma dramática, Kate esperaba pacientemente su turno para poder hablar conmigo, Ashby estaba exagerando solo un poquito. 

-Eh Alan. -Intente apartarlo. No pude. -Alan, te estoy hablando. 

-No quiero. 

-Ashby, por favor. 

-¡Ya no me quieres! -Grito y comenzó a llorar.-

-Joder. -Deje salir un suspiro de fastidio. -Alan si te quiero, eres mi amigo. 

-P-pero ya no tu mejor amigo. 

-El semáforo fosforescente es su mejor amigo, tú no. -Respondió Kate.- 

-No le digas así. -Respondí a la defensiva.-

-¡Pero es verdad! -Alzo sus brazos dramáticamente. -Parece un semáforo en verde a mitad de la noche. 

-Bueno, no es culpa de Awsten querer usar colores llamativos, al menos él experimenta y no se conforma con un simple color de cabello. 

-¿Qué quieres decir maldita pasiva? -Pregunto molesta la castaña.-

-Lo que oíste.

-Oigan, dejen de pelear, que estoy triste. -Interrumpió Alan.-

-Como sea, nosotros no somo los mejores amigos de Kellin, él tiene a Awsten y al chico bonito de lindo cabello.

-Gracias. -Sonrió Geoff.- 

-Bien, es suficiente. -Me quite de encima a Alan y los mire a ambos. -Alan, no estoy enojado contigo, no te odio y tampoco haz dejado de ser mi amigo ¿Ok? -Asintió mientras limpiaba sus sonrojadas mejillas. -Y Kate, creo que lo que sucedió la ultima vez no fue lo mejor, ambos seguíamos demasiado molestos, y bueno por eso fue que dijimos todas esas cosas. -Respire profundo. -Chicos, son mis amigos y los quiero. 

-¿Entonces porque no nos hablabas? 

-Porque los que cometieron esas cosas, fueron ustedes, no yo.

-Tiene razon la pasiva. -Hablo Awsten.- 

-De todos modos, yo me quiero disculpar por haberlos abandonado apenas vi a Austin, no debí hacerlo, se suponía que la noche era para los cinco, y yo lo arruine primero. 

-Y yo lo hice después al dejarte solo. -Continuo Kate. -Enserio no era mi intención hacerlo.

Deje salir un suspiro y asentí tratando de ya no darle demasiada importancia al asunto, después de todo, ya había sucedido y no me iba a poner rencoroso solo por eso. Bueno, si estuve así solo un corto tiempo, ya después se me olvido.  

-Y Alan, no digas tonterías, no voy a dejar que termines con Austin, solo porque crees que es lo mejor para nuestra amistad. 

-Obvio no lo iba a terminar. -Sonrió de lado. -Era una especie de chantaje. 

*Fin flashback*

-Hola bellezas. -Saludo alegre Awsten.-

-Awsten.

-Katelynne. 

-Remington.

-Alan. 

-¡Geoff! -Grito el castaño.-

Deje salir una risita, definitivamente no pude tener mejor amigos que ellos, tal vez Kate tenia cierta rivalidad con Awsten, una que todavía no lograba comprender pues no se habían conocido desde el primer día, pero estoy casi seguro que su odio era a primera vista. Si existía el amor a primera vista, entonces también podía existir el odio.  

Continuamos caminando hasta que cada uno se separo, quedando solo Awsten y yo, ambos compartíamos la clase de economía. Antes de entrar a mi salón de clase pude ver a lo lejos a Biersack quien estaba con una rubia, la misma chica con quien lo había visto hace casi un mes. 

-Awst. -Susurre el nombre de mi amigo. -¿Sabes quien es ella? -Señale discretamente a la rubia.-

-Eh. -Entrecerró sus ojos. -Creo que es Juliet Simms, es de los grados mayores. -Respondió con simpleza. -La chica no tiene nada interesante, solo el simple hecho de que sale con un tipo bastante guapo, es todo lo que la hace linda. 

-Eso es imposible. -Dije y mire a la rubia. -Parece ser alguien que enserio, bueno, alguien que vale la pena conocer. 

-Pues a mi me parece alguien sin chiste y sin cerebro. -Se encogió de hombros. -Aunque bueno, supongo que algo tiene que tener como para que ese tipo comenzara a salir con ella. -Señalo a Andrew. -¿Sabes? Se que no lo conozco, pero se me hace alguien tan malditamente genial, de esa clase de chicos que son lindos como amigo, incluso como novio, aunque se ve demasiado rudo como para llegar a ser novio de otro chico. 

-Si. -Respondí bajito. -Opino lo mismo. 

Dejamos de mirar a la pareja modelo y entramos al salón de clase, no paso mucho tiempo para que el profesor llegara y comenzara a dar su tediosa clase de economía. Apenas empezaba y ya quería que terminara el día.