H O M O F O B I A -Kandy-

37-

Se casó, y no con Alan :( 

Narra Austin.*

 -¿Qué me ves? 

-Lo guapo que estas. 

-Lo se, soy hermoso. 

-Y lo feo que te vas a poner. 

-Imbécil. 

-Sabes que te amo. -Dije y bese la mejilla del pelirrojo. -¿Qué haces?

-Tarea de psicología, es un estrés. 

-Hace poco escuche a alguien decir, que las personas que estudian esa carrera, están locas. 

-Ellas son las que están locas, uno los quiere ayudar a que saquen a su blurryface. 

-Ese album enserio que te dejo mal. 

-Y no sabes como me dejo el ultimo. -Sonrió grande. -Es una belleza. -Dejo un casto beso en mis labios. -Aún sigo esperando a que me dediques Smithereens.

-Alan, esa canción es para la esposa de Tyler. -Sonreí de lado. -No para ti. 

-Lo se, pero en un futuro, tú y yo estaremos casados y entonces tendrás que dedicármela. -Rasco su nuca. -Aunque no creo que pueda existir algún dude mucho más grande que tú. 

-Eres un tarado, pero aún así te amo. 

El pelirrojo dejo lo que estaba haciendo y se puso de pie, tratando de poder alcanzarme aunque fuera un poco y al no lograrlo, se paro de puntitas, tomo mi rostro ente sus manos para acercarlo al suyo y simplemente dejo un beso, después otro y así sucesivamente hasta que los pequeños besos ya no eran tan inocentes. 

Las manos de Alan jugaban con mi cabello, mientras que las mías se paseaban libremente dentro de su playera acariciando levemente su suave piel. Entre besos, mordidas y risitas por parte del pelirrojo llegamos a la cama, Alan quedando sobre mi. 

Ashby dejo de besarme para poder quitar mi playera y poder quitar la suya, sus labios bajaron hasta mi cuello dejando pequeños besos que me hacían suspirar, un pequeño jadeo salió de entre mis labios al sentir como Alan mordía levemente mi clavícula. Con fuerza tome las caderas del pelirrojo para poder colocarlo debajo de mi.

-E-eso no es justo. -Se quejo. -Yo tenía el control.

-Lo se. -Respondí. -Pero aquí la pasiva, eres tú.

Dicho esto volví a besar el pelirrojo, bajando mi mano derecha por entre nuestros cuerpos para desabrochar su pantalón, en cuanto lo logré metí mi mano bajo su pantalón. Alan dejo salir un débil gemido, acompañado de mi nombre.

-Austin.

Una sonrisa ladina apareció en mis labios, dejé los labios del pelirrojo y de poco a poco fui bajando por todo su torso llegando hasta su ombligo, antes de poder continuar mire a mi pequeño novio, sus mejillas estaban rojas y entre sus dientes tenía su labio inferior.

-¡Carlile!

Y la burbuja en la que habíamos estado explotó rápidamente cuando escuchamos a Danny gritar al otro lado de la puerta. Mire a Alan, quién negó,  rogando porque continuará con lo que estaba haciendo.

-¡Austin! -Volvió a gritar. -Abre la maldita puerta, o te juro que la tumbó

Deje salir un suspiro de mera frustración, Alan y yo tuvimos que levantarnos, colocarnos nuestras playeras y volver a lo que sea que estábamos haciendo antes de llegar a esa situación. Alan se sentó en la silla giratoria y yo fui abrir la puerta.