H O M O F O B I A -Kandy-

52-

Unos días despues.*

Mis padres y yo habíamos decidido que pasar algo de tiempo en Los Ángeles, solo porque ahí se encontraba Austin y también porque no quería regresar a Cincinnati, al menos no por un tiempo, por eso mismo fue que los convencí de tener "vacaciones" en otro lado que no fuera nuestra casa. 

Pero claro, no son vacaciones sino hay un poco de drama. 

Tome la decisión de decirle a mis padres que era gay, y que tenia pensado hacerlo publico, aunque solo fuera para mis amigos y ellos, Amy como fuera ya lo sabia, pero Chris seria el enorme problema. 

En cuanto llegamos al hotel, les dije que debía de hablar con ellos sobre un tema importante, mi padre se imagino que le diría algo como que había regresado con Juliet, y que terminando la universidad nos casaríamos o algo por estilo, grande fu su sorpresa cuando le dije que no era nada de eso. 

-¿Qué carajo estas diciendo? -Pregunto furioso.-

-Lo que oíste. 

-Todavía eres un niño. -Me señalo. -No sabes lo que quieres. 

-No, ya no soy un maldito niño al que vas a tratar y manejar a tu antojo, ya me canse de eso. -Lo mire molesto. -Y sino te parece, pues lo lamento mucho, pero yo no pienso seguir perdido gente que me importa, solo por tu homofobia de mierda. 

-Amy ¿No le piensas decir algo a tu hijo?-Gruño mi padre.-

-Chris. -Hablo firme mi madre. -Desde siempre supiste que nuestro hijo es gay, nunca pudiste con ello, y lo único que te funciono fue hacerlo creer que eso estaba mal, que si un hombre ama a otro hombre, es lo peor que hay en el mundo. 

-¡Porque lo es! -Grito frustrado. -Es una completa estupidez ¿Enserio crees que dos hombres se ven bien cuando se besan? -Pregunto con asco.-

-A mi no me interesa como se vean. -Respondió mi madre.-

-Pero a mi si, y más si se trata de mi hijo.

-No he terminado de hablar. -Lo mando callar. -Así que no, no le pienso decir algo a mi hijo, porque desde siempre he aceptado lo que es él, y si desea que el mundo lo sepa, entonces lo apoyare lo más que pueda. -Sonrió orgullosa. -Y sino estas de acuerdo con eso, entonces te puedes ir, porque aquí ya no pienso tolerar más la homofobia. 

Mi padre parecía estar sorprendido ante la respuesta de mi madre, pero sobre todo estaba sorprendido por la forma en la que le hablo, algo que nunca había hecho durante años, al hombre no le quedo de otra más que salir de la habitación, no sin antes avisar que pronto mandaría los papeles del divorcio, porque según él, no estaría dispuesto a lidiar con algo así, algo que iba contra lo normal. 

Y por mi podría irse a donde quisiera, falta no me haría.

Amy giro sobre su cuerpo y me abrazo con fuerza, ella y yo sabíamos que finalmente el infierno que habíamos pasado por años, por fin se había terminado. 

-Lamento mucho todo esto. -Murmure. -Enserio lo lamento.

-Cariño, no tienes que lamentar nada. -Acaricio mi mejilla. -A mi lo que siempre me ha importado es que seas feliz, y si eso significaba tener que dejar a tu padre, entonces lo haría una y mil veces más. 

-Te amo, enserio lo hago. -Bese su mejilla. -Tengo que contarle esto a Austin.

Dicho eso salí de su habitación y me dirigí a la mía, rebusque en la mesita de noche y la cama hasta encontrar mi celular, marque el número de mi amigo y espere pacientemente a que atendiera.