Te odio Dario James. (completa) ✔️

Capítulo 8

—Señorita Evans mañana salimos de viaje nuevamente a Nueva York, anotelo, haga las reservaciones y tenga todo listo para mañana y avísele al abogado del señor Gonzales que estos días estaré fuera de la ciudad.

—sí, ¿algo más?.

—apague esa horrible música por favor, trato de concentrarme, este caso que es algo complicado.

—¿No le gustan las canciones de Madonna? o ¿que me dice de esta otra canción?, esta es bonita (Everything de Michael buble).

—No, no me gusta ni de Madonna, ni de ninguna otra y esa canción que dice es horrible, de hecho toda su biblioteca musical es horrible.

—¡Que te pasa!, es claro que tu no sabes de buena música.

—y usted tampoco...

Solo arrugue la nariz.

Estoy muy contenta porque iré otra vez a Nueva York, pero en esta ocasión Theresa irá conmigo tenemos planeado salir a un lugar allá para festejar su cumpleaños aprovechando que ella tiene unos días libre. Anderson también viajará con nosotros.

Más tarde en casa.....

—Theresa Rodríguez, prepare sus maletas porque mañana viaja a Nueva York con nosotros.....

—Que bien. —me contestó ella, con un tremendo grito y saltando. —¿como le hiciste para convencer al señor perfecto?.

—Pues ya ves, tengo mis trucos... Ambas nos echamos una carcajada.

—Andrew no me lleve a mi apartamento todavía, lleveme a casa de mi padre, tengo que hablar con el idiota de mi primo.

—ok, señor.

—Anderson, ¡¿te volviste loco?!, —entre gritando a casa de mi padre. —subí las escaleras para ir a la habitación de mi primo. —Entre sin avisar.

—¡Anderson!, no tenias derecho a hacer eso, Romina me dijo que invitaste a...

—Romina, dijiste?.

—la señorita Evans, ¿por qué?
bastante tengo con llevarla Nueva York, si no que ahora tendré que compartir mi avión con otra mujer completamente desconocida y todo gracias a ti.

—¡Ya hombre! deja el drama, la chica está de cumpleaños y Romina quería festejarle pero como no le diste permiso de faltar, yo creo que será divertido.

Se puso los auriculares y me ignoro por completo pero le arrebate el teléfono y lo avente al sillón que esta a un lado de la ventana.

—¿divertido?, no lo creó Anderson, ¿por que?.

—Ya te lo dije será divertido pasar tiempo con las chicas.

—Pues gracias eeh, y más vale que ya tengas listo tu equipaje porque no voy a esperarte, ni a nadie...

—ok princesa, como ordenes...

Salí de casa de mi padre y me subí al auto.

—Andrew ya lleveme a mi apartamento.

—claro, señor.

A la mañana siguiente.....

Ya tenía todo listo para el viaje, en cualquier momento llegaría Andrew por nosotras.

llegamos, subimos al avión y horas más tarde ya estábamos en la ciudad de Nueva York. Al bajar del avión Thomson ya nos está esperando. Esta vez Dario decidió que Andrew viniera con nosotros a la ciudad.