2:45 a.m.Casi las tres de la madrugada y no podía conciliar el sueño. Todo lo que había hecho desde que mi cuerpo tocó el colchón fue dar vueltas en la cama de un lado al otro sin lograr dormir.
La imagen de Braeden seguía fresca en mi memoria y un recuerdo específico se coló en mis pensamientos.
12 de febrero, 2018
Por ser la última semana para la graduación unas amigas habían organizado una fiesta. Se supone que era una fiesta para divertirse y pasar un buen rato, pero en su lugar solo oía conversaciones de conocidos, presumiendo que habían conseguido ofrecimiento de puestos de trabajo en sitios de prestigio. Otros, como yo, estábamos estancados buscando un empleo.
¿Cómo es que esperan que tengas experiencia si nadie te quiere contratar?
Odio la fase de buscar trabajo.
Estaba a punto de considerar la idea de largarme de ahí cuando escuché a Braeden Collins decir que él no esperaba ser el mandadero de nadie y que pronto oiríamos de él cuando emprendiera un negocio millonario.
Tenía una sonrisa ladeada mientras lo decía. Seguramente lo dijo para calarse al grupo de chicas que lo escuchaba con miradas brillantes, casi como si fuera el maldito rey del mundo.No conocía a Braeden, pero era amigo de amigos cercanos. Parecía el tipo de chico que siempre tenía todo controlado y siempre lograba tener una sonrisa en los labios. Pero por alguna razón, cuando me lo llegaba a topar de cerca, siempre me miraba con expresión de superioridad. No había una explicación para eso, simplemente era así, y por ende jamás me acerqué a hablarle. Supuse que yo le caía mal, así que él me caía mal a mi también.
Aguanté la risa mientras tomaba un trago de cerveza y me di cuenta de que la mayoría del grupo de chicas que habían estado idolatrándolo segundos atrás se habían ido.
Ahora estaba besando con muchas ganas a una chica de cabello castaño. Curiosamente me quedé observando su intercambio. No me di cuenta del momento exacto en el que debió sentir mi mirada y dirigió sus ojos a mí mientras aún la besaba.Casi escupí mi trago cuando me miró.
No pude aguantar mucho su mirada, decidí apartarme de la barra y dejar la fiesta.
Cruzamos la mirada el día de la graduación días después de la fiesta. Sólo un minuto, y por única vez, me pareció ver una sonrisa casi imperceptible hacia mi.
Después de eso, jamás volví a ver a Braeden Collins.
Hasta ahora.
• • •
Llevaba una semana y media esperando tener noticias de Liam, un chico que conocí en un bar el fin de semana. Literalmente le estuve mandando mensajes los primeros tres días de conocernos, y parecía que todo iba bien. Quedamos de salir en algún momento de esta semana, pero ¿te digo una cosa? eso no ha pasado. Decido que tomaré al toro por los cuernos y me digo que le llamaré más tarde, no pierdo nada intentándolo. Si es que no lo olvido.
Mañana por fin sería sábado y estaba empacando unas cosas para ir a visitar a mis padres, a quienes no he visto en un mes y viven a dos horas de mi. No llevaba mucho en realidad pero quería estar lista para no andar a las carreras al último minuto.
ESTÁS LEYENDO
La excepción a la regla ©
ChickLitJamie sonríe a la vida de forma optimista, siempre dispuesta a encontrar el amor, quizá demasiado. Jamie entrega mucho y recibe poco. Jamie está cansada del círculo interminable en el que se encuentra y necesita saber la diferencia entre la excepc...