NORXEL #1 🌟|| © [ Noah ] COMPLETA

10| Te lo cuento...💫

No pensé ni quiera si que Aiden viniera era buena idea. No me planteé si esto podía tener consecuencias. No me cuestioné nada, sólo quería sentir la seguridad que Aiden me proporcionaba.
Tras hablar con él me empecé a cuestionar todo. Mi llegada aquí, papá, Jonas y Axel. Joder Axel, pese a que me enteré de tiene sentimientos por mí, no me siento incómoda ni nada, es más... me siento algo especial. Pero sí me siento mal por como dejé las cosas con él esta mañana. Así que me levanté, abrí la puerta y me decidí a ir al dormitorio de Axel, necesitaba hablar con él. Y al entrar me encontré a un Axel dormido, se veía tan en paz, se le veía tan joven y... aunque esté mal decirlo, estaba muy sexy.
Su camiseta se le había subido un poco por el torso y dejaba a ver parte de sus abdominales. ¿Cómo es que no me había dado cuenta de lo bueno que estaba?

Porque nunca te habías fijado en él —añadió mi subconsciente.
Claro que no me había fijado en él, y lo más importante, no lo haré.
Axel es y siempre será aquel chico que me enseñó a montar en skate, o el que me limpiaba las heridas cuando me caía, el que te ayudaba a hacer los deberes, el que espantaba a los moscones, el que se encargaba de cuidarme en la distancia, el que me agobiaba con sus cuidados, con sus celos sobreprotectores, pero... no será nada más.

—Está durmiendo, Norah —escuché una voz detrás de mí. Jonas.
En un extraño impulso le di un abrazo que él recibió con gusto.

—Ey Norah, ven —dijo llevándome a aquel sofá que me gustaba tanto. Alejándome de ver a Axel es su estado más vulnerable.

—Jonas, tengo que contarte algo —se lo tenía que contar. 

Él siempre me había apoyado con respecto a ese tema y Jonas no era cualquier persona, era mi hermano.

—Ajá

—Anoche tú no estabas...—le dije en un susurro , las palabras se me atoraban en la garganta y de dolían. El recuerdo de la noche anterior se me quedó en la mente , como las lágrimas recorrían mi rostro y como mi corazón se rompía.

—No, estaba con Madison. Vine por la mañana y pues...

—Me han vuelto la pesadillas —lo interrumpí antes de que pudiera terminar lo que quiera que fuera a decir.

—¿Qué?

—Simplemente han vuelto —sollocé sin parar—. Mi cabeza únicamente se dedica a recordarme el rostro sin vida de Jason...

—Joder, Norah... ven aquí —dijo mientras me abrazaba en un intento de consolarme. Siempre lo conseguía, era como el calmante de todos mis miedos y traumas—. ¿Quién se quedó contigo?

—Axel... —susurré.

—Como en los viejos tiempos, ¿eh? —dijo con una pequeña sonrisa consoladora.

—Sí... 

—¿Sabes que no se puede estar quedando contigo siempre? ¿Verdad?
—Lo sé —susurré casi sin voz—. Por eso va a venir Aiden...