Reencarné como la villana

Luigi, luce, rubia... comúnmente Lucy

- ¡Luigi! ¡Luigi!- la llamó Natsu mientras la seguía por detrás.

Ella simplemente aceleró su paso. Él todavía decía mal su nombre.

Había decidido firmemente ignorar al joven mago de fuego hasta que dijese bien su nombre. O mejor dicho, solamente quería algo de tiempo a solas, sin ninguno de los cuatro objetivos de captura.

Se estaban comportando raro con ella. Es decir, sabía que no eran sus verdaderos amigos sino una versión de ellos, pero habían cosas diferentes.

Gruñó en voz baja. De todas formas, quería alejarse de todo por ahora. Así que siguió cruzando por el enorme pasillo, lleno de candeladros y decoraciones detallados.

" Maldita academia de ricos" pensó ella, ya que era difícil moverse en un lugar tan grande.

- ¡oye! ¿Podrías no ignorarme?- gruñó él acorralando a la joven contra la pared.

La rubia no retrocedió cuando el muchacho la miró fijamente, con su mirada penetrante fija en ella mientras la miraba a los ojos. Brillaron con una sensación de peligro que hizo que su columna temblara y los pelos de sus brazos se pusieran de punta. Ella apretó su mandíbula y volvió a concentrarse en lo que le estaban diciendo. Este no era el momento de bajar la guardia.

- ya te dije que me llamo Lucy, es como.. la sexta vez que te lo digo en el día?- se quejó ella con un sonrojo, sin cambiar su expresión molesta.

Ella no iba a irse hacia atrás ante la distancia que se iba acortando. Ella simplemente no lo iba a hacer.

- ¿qué? Vamos, qué tiene de malo? Es muy lindo que te llame "Luigi"- reprochó el otro haciendo un puchero que no se veía infantil del todo.

Y muy pronto se dio una sonrisa triunfante cuando Natsu se encorvó y expresó su propia preocupación.

- ya no quieres que te llame Luigi?- preguntó dolido y con algo de preocupación cruzando por su rostro por un breve momento- por qué?

Generalmente no escuchaba al resto, pero prefirió hacerlo esta vez.

La rubia respiró hondo y se encogió de hombros.

- ese no es mi nombre- dijo y vio que las comisuras del muchacho de pelo rosa se fruncieron.

- pero me gusta Luigi, es.... tierno?- dudó de sus propias palabras ya que no estaba acostumbrado a ellas.

- vamos, Natsu- chasqueó su lengua Lucy, su voz retenía cierto tono de fastidio- seguramente puedes pensar en algo mejor que "Luigi" . No es muy creativo. Si puedes llamarme Luigi, también puedes llamarme Lucy- dijo con otro encogimiento de hombros indiferente.

Sería más sencillo si lo hiciera. Pero para su disgusto, él no lo hizo, en su lugar se llevó un dedo a la barbilla y miró hacia el el lujoso techo del lugar mientras aparentemente pensaba.

- un nuevo apodo... tal vez debería tener que ver con tus habilidades mágicas...- se detuvo, inclinando la cabeza hacia un lado y mirándola.

¿Acaso esto era una broma? Lamentablemente, no. Sólo es Natsu siendo él mismo.

Ella suspiró. Valió la pena intentarlo. Lo miró a través de sus pestañas mientras él reflexionaba, su corazón latía de emoción por saber qué es lo que iba a proponer. Tal vez se le ocurrió un apodo decente, algo que a ella le gustaría.

- qué tal... Luelemental?

En cambio, Lucy hizo una mueca. Ni siquiera sonaba bien.

- eso es terrible