La villana

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Ella se paró frente la puerta de la habitación de Touka Whitewizard, sintiendo algo de ansiedad.

Frunció su ceño, notando que ya había comenzado a sudar. Tenía calor, o se sentía lo suficientemente sofocada por sus propios temores para sentir algo parecido.

Pero de todas formas, miró el brazalete anulador de magia que llevaba consigo, y deseó que este le fuese de utilidad ante algún riesgo.

- vamos, Lucy....- se dijo para ella, inspirando hondo a la vez que apoyaba sus nudillos sobre la puerta de Touka.

Era la única forma de hallar lo que necesitaba saber.

Había pensado que la muchacha de cabello blanco sería la culpable de todo esto. Sin embargo, su actitud frente a las distintas situaciones en las que intentó arruinar de varias formas a la rubia habían fallado.

No quería discriminar a nadie por sus apariencias, pero Touka no lucía como una mente maestra en planes.

Lucy suspiró, viendo cómo el sol alumbraba esa puerta.

Le recordó que a esta hora, los chicos generalmente le pasaban a buscar para ir al salón. Lamentablemente, para ellos, la rubia no iba a aparecer en su habitación.

Se saltaría las clases de hoy, sin saber que el día de ayer pudo haber sido su última vez en la academia o viviendo en este mundo.

Y golpeó tres veces la puerta frente a ella. A pesar de que no esperó una respuesta inmediata, el sonido de la perilla girándose hizo que se sobresaltara un poco.

Y sintió pena, demasiada pena por la muchacha que tenía delante de ella: Touka no se veía exactamente bien. Físicamente hablando, no había cambiado en nada, pero no lucía sana. A pesar de no tener bolsas ni ojeras bajo sus ojos, estos parecían que no soportarían otro minuto más abiertos, no tenían brillo. Sus labios estaban secos y agrietados, además de que tenía varios pedazos de piel en los bordes, como si se hubiese mordido sola. Y su hermoso cabello blanco estaba hecho un desastre, con mechones sueltos y sin cuidado.

Le recordaba un poco a cuando ella pasó por su estado de depresión y estrés. ¿Era por eso que Sting la había tirado a la bañera como si nada? Realmente le tendría que agradecer en algún momento.

Cuando Touka chasqueó de manera molesta su lengua, Lucy dejó de lado sus pensamientos.

- ¿qué quieres?- a pesar de que las palabras de la muchacha eran groseras, su tono sonaba quebrado.

- ... hola- dijo Lucy intentando ser amigable con ella, por lástima.

La joven puso sus ojos en blanco.

- si vienes aquí para ver cómo has arruinado mi vida, pues gracias. Por fin alguien que se ha preocupado por mí

La rubia notó que ella usaba su sarcasmo para esconder lo triste que se sentía. Y la verdad, era cierto. Touka no había asistido a clases durante semanas, pero nadie la ha visitado en todo ese tiempo.

- Touka...- la llamó Lucy siendo más suave con ella- quiero hablar contigo, por favor

- ¿qué quieres?

- necesito que me respondas algunas preguntas

Chasqueó de vuelta su lengua.

- no te metas en mi vida privada, Lucy Heartfilia

- lo haré cuando terminemos de hablar- contestó la misma frunciendo su ceño- así que por favor, hablemos

La mencionada abrió bien grande sus ojos, sorprendida para luego actuar como si nada. Se hizo a un lado y la dejó pasar.

Reencarné como la villanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora