Dulce y rosa

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Durante la mañana de ese día, Zeref estaba terminando los asuntos del consejo estudiantil, al fin luego de tres largos días ocupándose de toneladas de papeles.

Para ser francos, estaba hundido en trabajo. Si bien cuatro grandes genios estaban haciendo lo imposible por acabar con el papeleo de la academia, no era suficiente.

- Natsu... ¿por qué me haces esto?- preguntó Zeref queriendo tirar la toalla. Soltó un suspiro antes de mirar la pila de papeles en su escritorio.

Amaba a su hermano, pero él era la principal causa de su papeleo. Además, sus buenos compañeros de trabajo le daban exclusivamente y de manera reservada todos los documentos que involucraban al muchacho de pelo rosa, los cuales eran el doble o triple de los normales.

- deberías tomar dos días libres- dijo Erza, también muy cansada, arrastrando consigo un carro de mano.

- ¿puedo pedir un día más?- Jellal habló para aprovechar el momento, siendo más consciente de su propia miseria. Por lo menos intentó sentirse menos culpable pidiendo sólo un día.

- no- la respuesta de la futura emperatriz fue inmediata.

- ¿por qué?

- ayer te tomaste un día para descansar

- y hoy te pedí uno, a Zeref le has ofrecido dos días. Como hombre que vela por la justicia y equidad, quiero otro día más- el muchacho de cabello azul hizo uso de sus dotes de persuasión.

Era injusto, posiblemente. E infantil también, pero realmente, no ha estado viendo más que papeles durante días.

Leer.

Firmar.

Sellar.

La peor rutina diaria y la más insana para él.

- Jellal, no exageres- le pidió la pelirroja.

- mi vista está en juego

- tu vista siempre está en juego pero aún así amas la lectura- Erza soltó un largo, ella también estaba harta de tantos papeles- además, no sé si lo recuerdas pero Zeref se encarga de los papeles de Natsu

Jellal sintió un escalofrío recorrer por todo su cuerpo y miró a su amigo, con mucha compasión.

- lo siento, te mereces esos dos días- se disculpó.

- está bien- el azabache forzó una sonrisa antes de sellar otro documento- si me voy, los papeles seguirán acumulándose

- ¿cómo demonios se han acumulado tanto?- quiso saber Jellal mientras que señalaba con su dedo índice una gran pila de hojas desordenadas.

Y entre ellas, salió Rufus con su cabello hecho un nido de pájaros. Su sombrero servía como sostén de sus plumas y papeles necesarios.

- no lo sé, tal vez porque Natsu y Gray estaban destrozando todo por los rumores de Lucy, Sting y Rogue provocaron que varios estudiantes salieran heridos, que abandonaran la escuela o en coma por los rumores... Tal vez todo eso- hizo memoria el rubio.

- es cierto- asintió Zeref soltando un gruñido. No lo hubiese permitido si no fuese por Lucy. Ella realmente le caía de maravillas, y le recordaba a alguien muy especial.

- también tenemos los daños causados recientemente por ellos cuatro- agregó Erza cerrando sus ojos y volviendo a mirar su carro de mano.

El azabache quería saber lo enía.

- ¿acaso Lucy los rechazó? Destruir todo por un corazón roto, estos malditos...- el prefecto de la división de magia rechinó sus dientes, soltando maldiciones.

Reencarné como la villanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora