Reencarné como la villana

¿Otro sonrojo más? No, gracias

Ella había tenido su primer éxito del momento, y no era cualquiera para no alardearlo. Había escapado de las garras de Erza y se había deshecho de Natsu y Sting, por ahora.

No supo cómo, pero fue la única que había salido de la situación ilesa. Ni un rasguño ni moretón, pero sobretodo, sin ningún castigo por parte del director.

Estaba caminando demasiado feliz hasta el punto de que le hablaría a la primera persona que viese.

- ¡sí, eso haré!- declaró determinada la muchacha inspirando un poco de aire. Estaría bien el hacer nuevos amigos, no?

Así que decidió que la primera persona que se le cruzase, sería quien ella abordaría.

- ah, Lucy

Ella empezó a sonreír de manera forzada y a ponerse rígida al escuchar la voz de Gray, cerca de donde estaba.

¿Sociabilizar? No, mejor no, no ahora. Todo lo que había dicho fue por un golpe de inspiración y felicidad absoluta. Así que ahora, absolutamente, no iba a meterse en otra cosa. Tener tiempo a solas es bueno de vez en cuando, es bueno para desarrollarse y cultivar un buen espíritu.

- oye, Lucy- lo llamó de vuelta él mientras se acercaba para saludarla. La mencionada apresuró más su paso, por qué se tenía que encontrar a cualquiera de los objetivos de captura cada minuto?

Chasqueó su lengua. Se estaba quedando sin salida.

- oye- la llamó algo molesto él al sentirse ignorado. Creyó que la joven era como un ángel, alguien tierna y adorable. Le habían decepcionado un poco.

Ella tuvo que darse la vuelta cuando este la agarró de su muñeca derecha.

- hola, Gray- dijo ella sonriendo pero a su vez, maldiciendo en el fondo.

No odiaba al mago de hielo, es más, agradecía el hecho de que este fuese más tranquilo que la mayoría de sus amigos. Pero de todas formas, no se quería encontrar con nadie relacionado al estúpido juego de "Academia del amor: Fairy Love".

- ¿acaso hice algo que te molestase?- gruñó él con una expresión algo irritada pero triste a la vez, frunció sus labios- me estás evitando

La muchacha abrió la boca para protestar. Sin embargo, no sabía qué decirle. Realmente no había hecho nada malo, es más, ni siquiera la llamaba "rubia" o "Luigi"...

- ... tenía prisa...

- ¿acaso es molesto verme? Solamente tienes que ser sincera- dijo el azabache apretando su agarre.

A Lucy no le había dolido eso, sabía que él todavía estaba siendo cuidadoso.

- ¿acaso quieres que te reciba con todo el amor del mundo como alguien más?- ella sugirió con un tono burlón y molesto mientras suprimía un bufido. Se refería a Juvia, sin saber si ellos ya se conocían en este mundo.

El azabache se estremeció pensando en una joven de pelo blanco que no dejaba de molestarlo a él y a sus amigos.

- p-pues....

- ¿eh? ¿Qué sucede, G-r-a-y-s-a-m-a?- bromeó ella enrollando su lengua. Definitivamente no era un ángel. Era más como una pequeña diabilla, él se corrigió mentalmente.

Él chasqueó su lengua.

- no, gracias- respondió con algo de miedo al recordar a cierta muchacha que lo llamaba "Gray-sama".

- bien, mejor para los dos- sonrió la otra con una sonrisa brillante.

- pero podrías no ignorarme, se siente como si me odiaras...- él agregó con un tono inseguro, sin saber la razón de aquello.