Zeref y la novela

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- ¡hasta luego, chicos!- se despidió la muchacha de sus amigos. Taradeaba una pequeña melodía mientras que recogía su bolso.

Ella estaba sosteniendo unos libros que había pedido prestados de la biblioteca, los que tenían que ser devueltos ese día.

A pesar de que a Lucy le encantaba la biblioteca, había esperado pasar una tarde relajante con sus amigos.

- ¡nos vemos, Lucy!- dijo Erza en nombre de todos los presentes, quienes no tenían suficientes ánimos para despedirla. Habían planeado entrenar juntos pero sin ella no era lo mismo.

¿Cómo mantendrían a la futura emperatriz a raya sin una rubia que sacase su lado femenino y no tan brutal?

- ¡prometo entrenar con ustedes la próxima vez!

Los días pasaron y Lucy pudo sentir que su vida volvía a ser relativamente normal.

Después de su pequeña conversación con sus compañeros, se sentía más liberada. Claro que hubiese sido mejor si Touka Whitewizard hubiese estado presente. O por lo menos, haber asistido al resto de los días. Ella estaba completamente desaparecida.

El tema de los chicos también se había estabilizado. Bueno, en realidad, ellos dejaron de estar tan encima de la rubia y volvieron a pasar más tiempo como hermanos y mejores amigos.

Cuatro idiotas en su formación más sublime para destruir la academia, el peor temor del consejo estudiantil.

En tanto a los rumores, seguían estando presentes pero ya no eran tantos como antes. Por lo menos, los de su propia clase habían cesado, y al fin tuvo algo de apoyo por parte de otros.

- bueno, no es como si todos pensaran de la misma manera- soltó un pequeño suspiro, entrando por las grandes puertas la biblioteca de la academia, una vez más.

- hola de vuelta, Lucy-san- le saludó la bibliotecaria con una cálida sonrisa.

- hola~

- ¿has venido por más libros? Levy y tú realmente son amigas con gustos parecidos- comentó la señora.

- ¿sí?- la rubia le respondió, devolviendo los libros que debía y se dirigió a la parte posterior de la biblioteca.

Como ya se encontraba ahí, podría tomar prestado otros más para leer en su tiempo libre.

Pasó una mano por su cabello rubio mientras que hojeaba las estanterías.

Rogue le había dado algunas recomendaciones, pero ahora ya no tenía muchos deseos de leer algo de romance. No después de haber tenido tantos problemas con eso, no gracias.

- Rogue y Levy podrían ser buenos compañeros de lectura..- pensó en voz alta, ya que ambos tenían demasiados conocimientos sobre libros. Y el azabache, a pesar de no leerlos tan a menudo como la muchacha bibliofílica, conocía muchos.

Tal vez pasaría por la sección de aventura y fantasía o buscaría un libro más informativo, como algo de historia o cultura.

Cuando se volvió para dirigirse a la sección de ciencias, Lucy se detuvo cuando notó un libro en el suelo a unos metros de ella.

¿Quién había sido el desagradecido animal que lo había tirado ahí y ni siquiera lo levantó? Dios, eran libros, libros! Fuentes de conocimiento e imaginación. ¿Qué tan neandertal tendría que ser alguien para no respetar eso en una tan prestigiosa academia?

De todas formas, parecía no ser un libro ordinario. Tenía una tapa de oro brillante y había una luz extraña que sobresalía de él. La rubia se dirigió con cautela hacia este y lo levantó con sumo cuidado.

Reencarné como la villanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora