Cap 2

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TP Ming

Un poco más..... Un poco más yyyyy.... Si!!!!!

– Hijo de la re mil!!!!!

Oculte mi rostro dándole un enorme sorbo a mi café para no estallar de la risa frente a mi padre y su esposa ante el repentino grito proveniente del segundo piso. 20 minutos es lo que he estado esperando para escucharlo gritar y ciertamente no sabía que el podía maldecirme de esa manera por lo que fue bastante difícil contenerme para no explotar en una inmensa carcajada. Pero no, aguntate Ming solo un poco más esto aún no termina..

– Ming....

– Sip...

– Tuviste algo que ver?

– Nop....

Realmente creo que deberían darme un premio por contenerme tan bien frente a mi padre, pero eso es ya 1 año de pura y plena experiencia. Luego de unos 5 minutos en los que yo seguí alegando que nada tenía que ver y mi padre ciertamente no me creía. Bueno no puedo negar que tiene sus razones para no creerme y menos después de todo un año de constantes bromas, pero digamos la verdad!

Quien admite el crimen antes de que este se lleve a cabo? La respuesta es nadie, Nadie!!!

Finalmente Kitt se unió a nosotros en la mesa con una clara mirada de odio hacia mí y ahora con un nuevo accesorio en el. Una vicera, si así es el tiene puesta una vicera tapando todo su cabello a excepción del algunos pequeños mechones que se escapan por ella y que dejan a la vista el claro, brillante y nuevo color azul de su pelo.

– Te queda bien.

– Gracias.

Ambos nos miramos fijamente por un momento, claramente su mirada me indica que esto tendrá represalias. Pero aún hay más, si pensaron que cambiar el color de su pelo de un naranja a un azul muy muy llamativo era mi venganza déjenme decirles que no, están muy equivocados. Claramente algo más hay en esto y es justo por eso que aún no me he reído y por lo tanto Kitt aún me mira con total desconfianza.

– Hermanito, toma tu cafe que se enfría.

La mirada de nuestros padres ante nuestra pequeña interacción es algo deléitante y más cuando ambos se miran el uno al otro. Algo que ya sabemos es que ellos directamente no se meten en esto que tanto Kitt como yo llamamos guerra, si admito que hay uno que otro regaño, pero nada más que eso y claramente mi padre sabe que esto no es algo que el o su esposa puedan frenar y eso es algo que me permite explorar más a fondo hasta que punto mis bromas hacia el pueden llegar.

Juro que escuchar el rechinar de sus dientes ante la bronca mientras yo le hablo con una flamante sonrisa en mi es una de las mejores cosas que he escuchado en toda mi vida y más cuando eso se debe a mi. Se que en este momento Kitt sabe que no debe bajar la guardia por lo que me mira y yo le doy rápidamente miradas a su tan tibio café, expectante de que lo tome.

– Sal me puedes traer otro? Este ya está frío..

– Porsupuesto joven Kitt.

Y nuevamente deberían darme un premio por fingir total desepcion al ver como su taza es cambiada por otra mientras el me da una sonrisa llena de victoria y le da un un rápido sorbo a su café totalmente caliente, haciendo que un leve sudor comienze a aparecer en su frente. Acaso Kitt cree que soy tan tonto? Oooo por dios creo que sí, el debe estar pensando que me gano pero eso no es verdad, no puedo esperar más para reírme en su estúpida cara.

Tranquilo Ming solo aguarda.

– Hijo, estas bien?

Y ahí está.

– Mm?

La mirada de mi padre y su madre debieron darle alguna clase de señal y más cuando me vio sorber mi café tratando de ocultar mi risa, ya que automáticamente corrió a mirarse a un espejo que se encontraba en la habitación y un fuerte grito nuevamente resonó por todo el lugar por lo que ya sin poder contenerme comencé a soltar sonoras carcajadas y a regodearme de la risa mientras lo miraba caminar nuevamente a donde nosotros estábamos con una profunda irá en sus ojos.

– ¡¡¡¡¡Mi cara es naranja!!!!!

No solo tú cara querido...

– ¡¡Ming!!

– ¿Que? Es gracioso.

Y ahí está el claro seño fruncido de mi padre, negando una y otra vez ante mi pequeña broma número 250 y contando porque esto no terminará aqui. Ahora se preguntarán que carajos fue lo que le hize y bueno pasaré a explicarlo. Primero que nada algo que aprendí de mis contantes guerras con el idiota de Kitt es que ambos aprendemos demaciado rápido y cada cosa conlleva a una mayor estrategia de ataque que la anterior vez, por lo cual yo me he aprendido algunas cosas sobre el.

Primero que nada su rutina. Normalmente Kitt se levanta alrededor de las 6 AM, toma una ducha en la cual se aplica shampoo y luego acondicionador, para consiguiente una vez que termina de lavarse sale de la ducha y se aplica una crema hidratante en su horrendo rostro y cuerpo, y luego de todo eso el se une a la mesa para el desayuno a eso de las 7:30 AM.

Ya encerio ¿1:30hs?! ¿Que carajos le lleva tanto tiempo?

Ahora ¿que fue lo que hice? Fácil, coloque un tinte térmico incoloro en su shampoo, claramente porque de lo contrario Kitt se hubiese dado cuenta, luego aplique lo mismo pero en otro color en su ya tan amada crema hidratante. Todo esto ahora solo necesitaba un poco de calor. Con la ducha el tinte del shampoo se activo dejando su pelo de color azul y bueno el de la cara y cuerpo se activo al tomar su tan caliente y recién preparado café que aumenta la temperatura corporal drásticamente activando el tinte, mientras más caliente más rápido se activa.

Si lo sé, soy un genio!! Ya denme mi premio.

O dios, arrastrarme por la noche a su cuarto y hacer esta maldad valió totalmente la pena.

Debería dedicarme de lleno a esta clase de cosas. Ciertamente creo que yo en mi otra vida fui alguna clase general de guerra o algo por el estilo, porque ciertamente soy muy muy bueno en esto. Ya me puedo ver en mi anterior vida creando diversas estrategias de ataque que resultaron ser totalmente victoriosas.

– Ming!! ¿Que le hiciste ahora?.

Directemte no le respondi y seguí riéndome mientras miraba a Kitt correr frenéticamente hacia su cuarto, maldiciendome una y otra vez. Continúe riéndome por alrededor de unos 20 minutos más al mismo tiempo que mi padre me daba una mirada de desepcion absoluta, pero bueno que se le puede hacer? Nada absolutamente nada y ahora solo me queda esperar a una represalia por parte de Kitt, la cual se que no tardara en llegar. Realmente no importa lo que haga ahora o más adelante, la sonrisa en mi cara no se borrará y menos con la tan flamante imagen que Kitt poseerá por unas cuantas semanas.

Esto Es La GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora