Cap 7

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TP Kitt

Mordí vigorosamente mis labios mientras observaba como mi mejor amigo corría felizmente al lado de Ming dándole una enorme y espeluznante sonrisa.

— Hola Ming.

— Oh, P Beam, Idiota.

— Pudrete!

— Hey como que P. Ya te he dicho que solo me digas Beam.

— Claro, Beam.

Maldije por lo bajo ante su tan estúpida forma de llamarme y rebolee mis ojos antes la mencion en un tono algo demaciado seductor del nombre de mi amigo saliendo de los labios de Ming. Sin contar con su característica sonrisa matadora y su ya tan semblante ardiente.

¿Espera, ¡que!?

¿Ardiente?

¡De ninguna manera!


— Oh Ming

— Si?

— Así que eres la luna de tu facultad?

¿La luna? ¿Este idiota?

¿Quien lo eligió? ¿Un ciego?

— Ah si. Como lo sabes?... Beam

— Forth me lo comentó. Realmente no fue una sorpresa. Con lo apuesto que eres era más que obvio que tú serías elegido.

Urghh

— Awww gracias P.

— Beam.

— Oh si perdón, Beam.

Nuevamente rebolee mis ojos ante su tan estúpida y repetida conversación. Ya había pasado un mes. Un maldito mes en el que la secuencia en la cual el maldito destino lograba que en cualquier momento, lugar u espacio Ming apareciera en mi camino mientras yo tenía la compania de Beam. Lo que llevaba a las repetidas interacciones extrañas en la cual mi amigo insistía que el idiota dejará de usar los honorificos y lo llamara por su nombre con una estúpida sonrisa. Sonrisa bastante espeluznante por cierto.

¡Acaso esto es una maldita broma!

¿Como puede ser que a cualquier lugar al que vamos el está ahí?

Y mierda! ¿Porque carajos Beam sonríe así?

Okey no se si me perdí de algo en el camino o que, pero desde aquel encuentro en el bar. Obviamente planeado por Beam. Ming comenzó a aparecerse en mi camino cual figurita repetida. Y no, no digo que el lo haga a proposito. Es más creo, no, estoy seguro que esto es obra de mi amigo.

¿Y como lo sé?

Claramente la sorpresa y el clásico odio hacia mi en cada mirada y expresión en el rostro de Ming podría decirlo todo. El idiota no se lo esperaba. Así que es más que obvio que el idiota no esperaba encontrarse conmigo, ni ahora ni ninguna de las veces anteriores. Y estoy seguro que habrá pasado por su cabeza la misma pregunta que me hice yo un millón de veces.

¿Porque mierda nos sacamos tantas fotos para no vernos nunca más, si finalmente eso es lo que íbamos a hacer?

¡¡¡¡Es decir nos encontrarnos cada maldito día.!!!!

Para eso no nos hubiésemos vuelto locos saltando de lugar en lugar y cambiandonos de ropa en ropa para finalmente vernos un millón de veces después.

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