Cap 3

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Mire de manera muy tentativa el decolorante que se encontraba justo sobre la repisa de mi baño. Considerando una y otra vez que de alguna manera debía usarlo o no. Ya habían pasado casi 45 minutos desde que subí a mi cuarto prácticamente corriendo y maldiciendo a Ming una y otra vez ante su tan estúpida pero ingeniosa broma.

Pensaron que no le daría crédito? Debo admitir que el muy maldito tiene talento. Talvez debería considerar la posibilidad. No, mejor dicho debería instalar cámaras de seguridad en mi cuarto y antes de irme a acostar o hacer cualquier cosa de suma importancia como mi higiene personal, revisarla y así asegurarme de no morir en alguna de las trampas que ese maldito niño realiza.

Esta cosa saldrá con blanqueador?

Pero que estoy pensando! Esa cosa es extramadamete dañina para mi cuerpo y pelo y sin contar que me producirá alguna clase de reacción alérgica y más si ese niño ya previno de alguna manera esto y le puso algo al blanqueador.

Esperen, tampoco voy a darle tanto crédito.

Sacudi me pelo con frustración una y otra vez aún maldiciendo. He googleando en internet pero al parecer como no sé qué carajos uso, tampoco puedo obtener una respuesta consisa a mi problema y ir a preguntarle no es una opción...

O si?

Porsupuesto que no!! Quien en su sano juicio le pide el antídoto a la serpiente?!!!

- Maldita sea.

Solte un pequeño suspiro mientras mi mente se debatia fuertemente en si matar a Ming o no. Acaso su padre lo extrañará? La respuesta a eso sería claramente si aunque podría soportar la depresión de su padre durante algunos meses.

Continúe sentado en el suelo regondeandome en mi miseria hasta que unos pequeños goles en mi puerta llamaron mi atención.

- Joven Kitt, siento molestarlo. El almuerzo estará listo en 20 minutos.

Ahora debería bajar y unirme a la mesa con mi actual aspecto? El almuerzo.... El almuerzo... Y casi como si una luz me iluminará esas palabras me dieron una grata idea de cómo fastidiar a Ming en forma de represalia.

- Mm está bien sal. Enseguida bajo.

Ahora, si la puerta estuviera abierta sal hubiese visto como mi completa frustración salió disparada y se transformó casi automáticamente en una sonrisa con el simple echo de sus palabras. Claro todos comemos en familia y esa parte es algo que debo aprovechar. Así que sin más respire varias veces frente al espejo y poniendo mi mejor cara como si nada hubiese pasado me encamine a la cosina casi sin que nadie me notará y luego de hacer algunas cosas me encamine al comedor en el que se encontraban Ming, mi madre y su padre sentados.

Mierda tienen que mirarme así.?

Como si estar naranja y azul no fuera suficiente los ojos de nuestros padres sorprendidos por mi actual apariencia sumada a la sonrisa inamovible de Ming me estaban incomodando. Aunque como soy tan genial mi mejor talento es actuar como si no me importará la maldita broma que el me ha echo y su estúpida sonrisa de victoria

- Escuché hablar sobre príncipes azules pero nunca de uno naranja..

- Ming!!!

Ahí estaba otra vez su maldita sonrisa. Sisi muy gracioso imbecil, pero esto no se quedará así.

Me senté justo frente a él, sus ojos automáticamente se posaron en mi soltando cada tanto una sonrisa de lado tratando de molestarme.

Me las pagarás.

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