Esto Es La Guerra

Cap 5

TP Ming

— Parece que a ustedes dos les gusta mucho mi oficina.

El director de la Univercidad miro entre P Kitt y yo de manera repetida mientras ambos luciamos realmente encantadores cubiertos por un exagerado brillo de color rosa que nos bañaba de pies a cabeza.

— No hace ni tres meses. Ni tres que ustedes están aquí y la verdad es increíble que está Univercidad siga de pie. Díganme la verdad, ¿Acaso planean destruirla?

— Señor yo.....

El director silencio rapidante a P Kitt con un movimiento de manos llamándolo al silencio mientras tomaba un pequeña carpeta de su escritorio..

— Bomba de humo, inundación de uno de los cuartos, explosión de harina, constantes visitas al área de enfermería por: Tachuelas, laxantes, pegamentos en manos y piernas?, ceguera parcial, entre otros. Y esto solo en tres meses! No me quiero imaginar que pasara en lo que resta del año...

Solte un pequeño supiro mientras el director continuaba caminando de un lado al otro dentro de la habitación aún enumerando todas y cada una de las cosas que Kitt y yo nos habíamos echo el uno al otro y dándonos un largo y repetido sermón que nos venia practicando desde el primer día. Y si ya el primer día me encargue de hacerle alguna maldad. Pero vamos, no pueden culparme. Prácticamente estar en este lugar ha sido una tortura y más cuando debo cada maldito día estar religiosamente cerca del idiota antes mencionado compartiendo un almuerzo y además tomándome una foto en la que debo fingir estar emocionado.

Ayyy si, soy tan feliz de pasar mis días con el! Ash

Después de salir de la casa prácticamente dibuje mi venganza por todo el camino. No me fue suficiente ver a Kitt retorcerse mientras su madre le repetía una y otra vez que el debía ser mi niñero si no que esto necesitaba aumentar a otro nivel. El muy maldito me puso picante. Picante!! Osea intento matarme! Para mi suerte lo único que agradezco es que no estudiamos en la misma facultad, realmente si eso pasará creo que sería el fin de los tiempos..

Si si y no exagero, el y yo precticamente podríamos destruir el mundo con nuestros constantes intentos de asesinato.

— Señor....

— No quiero escucharlos. Esta es la última ves que se los digo! No quiero volverlos a ver en mi oficina, no me importa quién sea su padre. No creo que ni toda la fortuna del mundo pueda reparar los daños que vaya a saber dios ustedes pueden llegar a hacer si alguien no les pone un límite.

Sin nada más que decir y apuntando tentativamente la puerta el director nos dió una silenciosa orden de que abandonemos su oficina antes que por millonesima vez. Si así es.  Millonesima vez nos amenazara con expulsarnos a ambos.

Y eso que solo pasaron tres meses!

Esto es un récord.

Solte un pequeño suspiro una vez afuera mientras el largo pasillo ya tan frecuentado se encontraba en un completo silencio. Silencio bastante incómodo ya que este no era igual al de las anteriores veces en las que Kitt me soltaba un sinfín de groserías. Así que gire mi mirada y la pose sobre el por un breve momento notando una leve preocupación en su rostro.

Es extraño que me sienta mal por esa expresión?

No, no, no.

Concéntrate, deberías estar feliz por verlo así de infeliz!

No puedes sentir lastima por el sujeto ahora!