Soy caminante errante
sin hogares, sin pesares,
con irises de sueños
que ven el mundo de colores;
soy un corazón libre,
oído que solo oye cantares,
labios que anuncian verdades
transmutadoras de saudades;
soy el Amor, andante,
sin necedades ni necesidades,
sino con anhelos en la maleta...
y atravieso tempestades
en mi camino sin techos,
sin prisas,
confundiendo la gotas
con las teclas del piano.
Sin ataduras, sin amantes,
soy una pluma al viento;
una hoja desprendida
que se funde con la brisa;
con la esperanza suspendida
de nunca aterrizar.
¡Soy tinta derramada!;
¡desconozco la mesura!;
libertad, es mi premisa...
Solo sé volar.
¡Estado celestial,
jugar junto a la brisa
y estar en amor de mí!
Sin obsesiones para las ideas
ni heridas para el corazón.
Tengo lo que yo quería...
¡un nuevo despertar!
¡Un nuevo amanecer!
Y una nueva vida...
