NATURALEZA Y FICCIÓN

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Suave, tibio, húmedo... es tu beso.

Como gota de almíbar que se desliza

fuera de nuestras comisuras.

Beso que me besa

haciendo un lei

en torno a mi cuello...

Y si hace un cinto en mi cintura

nace de él árbol o bonsái...

Las lascivas manos de la lluvia

están rasgando la ventana...

- ¿Corremos las cortinas?

Para que la luna no nos vea...

Y me dices:

- ¿Qué importa si nos ve?

Luna voyeurista...-

Tú, tan irreverente...

Y entre ese par de atardeceres

tu sonrisa invita.

Tú;

naturaleza y ficción

tan real, tan confuso...

Tienes

ramas por dedos

y como plumerias, tus manos

me ofrecen flores

con cada toque de tu piel.

Tu piel:

ni seda, ni lino;

es un vestido

que ni abrasa ni desnuda

y como tu murmullo

es de sícoro.

Cuarzos rosas de tu mármol:

¡adórnenme...!,

mientras yo beso

la dorada maleza de tu pelo

mientras tú besas mis pechos

de rodillas, como si orásemos...

Amor mío:

esto, no es vanidad.

Hay instantes sin dueños

y dueños sin instantes;

pero de este instante perfecto,

hoy,

somos ambos dueños,

naturaleza y ficción...

Esa sombra bajo tus ojos.

Esas sombras bajo tus pestañas,

donde vivo yo;

mírenme...

Así está mejor.

KenopsiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora