La ansiedad que sentía por tener que subirme yo sola en un avión no era ni la mitad de la de mi madre, que llevaba meses preocupada e intentando convencerme de que no me marchara.
—Mamá, ya es suficiente. Solo estaré dos semanas fuera, creo que puedo soportarlo perfectamente—dije como última protesta. Ya estábamos en el aeropuerto y mi enorme maleta había desaparecido por las cintas de facturación, ya no había vuelta atrás.
—Ten cuidado y llámame cada día—dijo al final, después de un largo silencio.
Me despedí de mis padres y de mi hermano pequeño cogiendo mi maleta de mano y mi bolso, también llenos. Son demasiadas maletas, tienen que sospechar algo, había pensado durante el silencioso trayecto en coche, pero nadie comentó nada.~·~·~·~·~·~·~·~·~
Cuando estuve dentro, me dirigí corriendo a los baños y me encerré en uno, apretándome con la maleta y el bolso porque no iba a arriesgarme a que me robaran, y lloré. Estaba siendo tan egoísta, ni siquiera les había dejado despedirse de manera adecuada. Toda mi familia pensaba que volvería en unos pocos días, cuando la verdad es que no tenía pensado volver, no en mucho tiempo al menos.
Yo lo había intentado durante años, cada día insistiendo con la esperanza de conseguir que mis padres me apoyaran en mi decisión de marcharme a estudiar a ese país, ya que gran parte de mi sueño era culpa suya —siempre llenando mi cabeza de comentarios irónicos de grandeza que mi yo pequeño no podía reconocer—, pero no lo conseguí. Al final, al cumplir los dieciséis comencé a buscar trabajos: camarera en la zona más turística de la ciudad para practicar el inglés, niñera de una familia inglesa, dependienta de una pequeña tienda sin clientes con muchos momentos para estudiar... No tenía tiempo para nada, me alejé de los pocos amigos que me quedaban esperando que lo comprendieran pero no lo hicieron, así que solo me quedó seguir luchando por mi sueño a espaldas de mis padres.
Solo había una persona en el mundo que conociera mis planes, mi profesora de química. Ella fue la que me ayudó con el papeleo, con mi carta y mi recomendación, incluso me ayudó a buscar una residencia y prometió no decir nada si yo tampoco se lo mencionaba a nadie. Fue así como he acabado donde estoy ahora, en un baño asqueroso, llorando por una familia que no me comprende ni me apoya y escuchando el anuncio de que mi vuelo a Londres está embarcando.
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Home | Hero Fiennes Tiffin
FanfictionClara decide seguir su sueño y se marcha del país que la vio crecer, dejando atrás a su familia y amigos para estudiar en la ciudad de la que creció enamorada, Londres. Ahí comenzará una nueva vida, nuevos amigos y nueva familia.