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Capítulo 20 (I)

He quedado para salir de compras con Abie por las tiendas de segunda mano de Londres ya que esta noche hemos quedado con los chicos y me apetece estrenar algo, aunque no sea en el sentido estricto de la palabra. Hacer esto con Abie es como convertirte en un maniquí, ya que ella estudia diseño en la Universidad de Arte de Londres y cualquier conjunto que no haya decidido ella será horrible a sus ojos, pero a decir verdad ya me va bien para salir de mi típico vestido negro.

También, Abie es la mayor cotilla del grupo, algo que complementa genial con lo fácil que es hablar con ella, así que en el camino en bus hasta el centro de la ciudad, me entero de todos los detalles privados de cada uno de mis amigos.

—¿Sabes cuál ha sido la última conquista de Lys? —dice sin esperar que conteste—. Se ha ligado a mi profesor de arte, ¿te lo puedes creer? Quiero decir, no tiene nada de malo porque ni siquiera le da clase a ella, tan solo le saca como tropecientos años. —Me río pero no le doy más importancia, si es de verdad no durará mucho— Al menos podría pedirle que me aprobara pero según ella "eso no sería nada profesional". ¿Y acostarse con él sí? Por Dios.

—Tal vez se quieren de verdad —digo inocentemente y Abie me dedica una mirada de incredulidad antes de estallar en risas que me contagia.

—Entonces, a no ser que quieran que les estropee los brindis en su boda, más le vale aprobarme. —Da el tema por zanjado después de hacer su declaración de intenciones y pronto llegamos a nuestra parada.

Entramos corriendo a la tienda ya que se nos ha olvidado coger paraguas y está comenzando a llover. Al dar dos pasos dentro de este espacio abarrotado de ropa comienzo a sentir la ansiedad, pero respiro hondo y me centro en el primer perchero. Sé que con Abie no nos iremos hasta que hayamos revisado cada prenda una por una, y que al acabar querrá ir a otra tienda, por eso necesito tanta paciencia.

—¿Qué te parece este jersey? —pregunto, enseñando un colorido suéter de al menos treinta años. Abie me lo quita de las manos y lo vuelve a dejar en su sitio.

—¿Y cómo está Mercy? Ahora eres la única que habla con ella cada día, está desaparecida. —Habla sin resentimiento, solo curiosidad y tal vez preocupación, aunque la chica siempre tiene curiosidad.

—Está bien, solo se está esforzando mucho con los estudios, ha mejorado muchísimo. Y además, ya sabes que está conociendo a ese tal Liam, creo que van enserio. —Es cierto que ahora se marcha más pronto de mi residencia. En vez de quedarnos charlando hasta las tantas como hacíamos antes, cuando ha acabado sus tareas se va para estar con él, aunque no me molesta porque prácticamente pasamos todo el día juntas y los fines de semana solemos quedar todo nuestro grupo— Aunque tengo curiosidad, la única vez que le hemos visto íbamos borrachos, pero tal vez aún no está lista para presentárnoslo.

—Igual es súper feo. —Niego con la cabeza mientras me río y miro con desaprobación a mi amiga— En serio, piénsalo, nadie recuerda cómo es y eso daría una explicación a por qué Mercy no nos deja conocerlo.

—Claro, será porque él es feo y no porque no quiera espantarlo con sus amigos. —Lo cierto es que yo tampoco recuerdo su cara, tan solo le vi de espaldas y con las luces de la discoteca ni siquiera sé de qué color tiene el pelo— No sé, si se quieren seguro que será guapísimo para Mercy y es lo que importa.

—Por supuesto que tienes que actuar como el poli bueno —se queja Abie poniendo los ojos en blanco—. Pues yo seré sincera, los futuros hijos de Mercy no se merecen ser feos. —Pienso en como no fue sincera sobre lo capullo que es Charles, yo aún no le conocía como para advertir a Mercy y poner un poco de sensatez en su cabeza, pero ella claramente lo sabía y decidió no decir nada. Supongo que es más difícil cuando las dos personas son tus amigos— Y entra a probarte esto. —Me pasa una montaña enorme de ropa que ha ido recolectando durante nuestra charla y me empuja hacia el probador.