Solo

1.4K 90 5
                                    

Conduje sin dejar de mirar por el retrovisor.
Y cada vez que veía tragaba saliva.

Entre mis pensamientos no existía nada, me sentía vacío, recientemente había experimentado la tristeza en lagrimas y actualmente había experimentado una sensación que quizás en el pasado existía pero jamás se había hecho tan notoria como ahora.

Llegue al hospital donde se encontraba William, con mi madre en brazos.

-me dirigí hacia la recepcionista-¡Necesito un doctor ahora mismo! Mi madre....

La enfermera me vio y no hizo falta que dijera más.

Agarró el teléfono y voceo las siguientes palabras —se necesita un doctor urgentemente en recepción.

Colocaron a mi madre en una camilla y el doctor dio instrucciones de que era prioridad atenderla, la llevaron a una sala cerrada como si fueran a operarla pero sólo era urgencias.

Tome asiento en la sala de recepción mientras no dejaba de sobarme la frente.

-¡Familiar de la paciente Adara!

Me pare inmediatamente— ¡Si, soy yo! Su hijo.

—Su madre está muy mal joven, la hemos tenido que sedar.

—¿Se va a recuperar?

—Si, pero...

—¿Pero que?

—Quizás no sea a un 100%, ella vivirá, pero es más probable que no lleve una vida como antes.

El doctor me dió y con una palmada en el hombro me dijo —lo siento.—y se marchó.

Me quedé por un momento mirando al piso, aún incluso habiendo gente alrededor, me sentía solo, No, realmente estaba solo. Mi árbol genealógico se había quebrado, William en coma, mi madre en el hospital y una media hermana que desde el primer día en que nació jamás la quise.

Inhale, y exhale profundamente.

En esta ocasión usaría las escaleras, para llegar a la habitación de William.

El pecado de Marcus. #wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora