Para Que Nadie Se Entere. -Juan Pablo Villamil.- LDA #2

Cap. 30

Antonia
Los chicos me habían invitado a desayunar, pues ayer les había rechazado la invitación a cenar para poder verme con Joaquín, entre al lugar donde habíamos quedado, distinguí donde estaban por el hermoso cabello rojo de Nathalia Campos.
En la mesa desafortunadamente se encontraba Leila, a un lado de Isaza, parece que iba enserio.
Un lugar vacío había junto a mi novio, así que al llegar me senté ahí donde enseguida saludé a todos.

Simon: hermana estuviste increíble el sábado.
Martín: sacaste todo el talento de mi -se limpio una lagrima falsa-
Isaza: No lo creo, seguro el crecer a mi lado le hizo bien -miro a Martín negando-
Simon: Soy el hermano mayor de ambos, el talento me lo deben a mi -tomó de su café-
Nath: Eres la maldita reina, Antonia Vargas, te veías preciosa -sonrió con emoción- Gisselle estaba llorando
Gisselle: Estaba orgullosa de mi pollita -hizo un puchero cuando todos la miramos-
Antonia: los amo tanto, estaba tan nerviosa, el hablar con ustedes me hizo bien -sonreí-

La comida de todos llegó y comenzamos a comer.

Villamil: ¿cuando terminarás de grabar? -preguntó al terminar el bocado-
Antonia: pues la próxima semana comenzamos a grabar la otra mitad, son como 13 capítulos, haremos dos semanas o un poquito más aquí grabando 11, pues dos serán en Japón -sonreí con emoción-

Ellos no lo sabían, pero, iríamos a Japón a grabar el final de Like, y posteriormente a eso, tendríamos un breve descanso pues nos iríamos de gira, siendo teloneros de una banda, según nuestro productor y manager, Pedro Damián.
Los chicos comenzaron a celebrar ese logro y a felicitarme.

Antonia: después de eso, descansaremos un poco, pues nos iremos de gira, le abriremos los conciertos a una banda, Pedro aún no nos dice quiénes son -me encojo de hombros-

Gisselle: Wey que emoción -aplaudió con una sonrisa- Eso es un gran logro
Isaza: Te mereces eso y más, pulga
Laila: no te preocupes Tony, yo me quedaré a cuidartelos -sonrío hipócritamente-
Antonia: sí, no lo dudo -solté irónicamente mientras comía de mi cóctel de fruta-

Pasamos el desayuno bastante agradable, Juan Pablo y yo habíamos decidido irnos a una pequeña cita, mientras los demás se habían ido a algún otro lugar.
Extrañaba tanto tener tiempo a solas con mi novio.
Habíamos ido a un pequeño parque cerca de ahí, nos sentamos en una pequeña banca.

Antonia: ¿como la pasaste estos días sin mía? -reí mientras ladeaba la cabeza-
Villamil: bastante mal -rió negando- Martín y Simon pasaban el tiempo con Gi y Nath, mientras que Isaza y Leila también, me quede solo -ambos reímos nuevamente-
Antonia: ¿qué hay con esa chica Leila? -pregunté de repente-
Villamil: al parecer, se gustan, Isaza me ha dicho que le parece linda, y a los demás les agrada, así que, probablemente la veamos más seguido aquí 
Antonia: ¿no se supone que no es de aquí? ¿Cuando se va? -me encojo de hombros-
Villamil: pidió más tiempo en su casa para poder pasarla más con Isaza, o al menos el tiempo que nos quedaremos aquí -imito mi acción- Pero tu, ¿qué hay con esos chicos?, vi la foto
Antonia: fui la cita de esos chicos -sonreí al recordar que ellos me habían llamado así- estuve con ellos durante la fiesta, al final Joel me llevó al estacionamiento donde me esperaban todos.

Pasamos una tarde agradable, acompañe a Juan Pablo al hotel donde quería suponer que ya estaban todos, y en efecto, en la habitación que mi novio compartía con Isaza se escuchaban algunas voces y risas, entramos y ahí estaban Martín, Gisselle junto a Isaza y Leila.

Antonia: ¿donde están mis padres? -pregunté refiriéndome a Nath y Simon-
Gisselle: en el cine, Simon se quedará en casa de Nath, y yo me llevaré a Martín, tenemos un maratón de Game Of Thrones por hacer, así que adiós -ambos se despidieron y salieron de ahí-
Antonia: Y yo me llevaré a Villa hoy, lamento dejarte solo, Isaza -reí acercándome a abrazar a Isaza-
Isaza: no pasa nada Tony, devuélvemelo sano y salvo mañana -rió al igual que yo-

Juan Pablo guardaba algo de ropa para dormir y para mañana que volviéramos hacia acá.
Leila me miraba mal, seguramente por llevarme a la única razón por la cual ella estaba aquí.
Nos despedimos de ellos, y partimos rumbo a mi casa.