Dejo a un lado mi pluma y suspiro cansada antes de agarrar mis cosas, las hojas frente a mí y acercarme al escritorio del profesor para entregarle mi examen y salir del aula, respirando tranquila finalmente luego de dos horas de escribir sin parar. Me había costado mucho, el misterioso sueño en la bañera y la aparición de las flores sobre mi cama, me habían ocupado la mente constantemente sin yo poder evitarlo, complicando seriamente mi estudio y mermando mi concentración en más de una ocasión, sin embargo, estaba feliz de que, todo lo que había que responder, me había resultado más simple de lo que esperaba.
Y sí, eso pasa cuando una estudia y sabe.
En fin, ahora soy libre, esa era mi única ocupación de mi día, por lo que decido ir a relajarme, me lo merezco, y con ese pensamiento, me encamino hacia la puerta principal de la École, no obstante, antes de poder siquiera estar cerca, un sonido me llama la atención, y viene del baño de mujeres.
Normalmente lo ignoraría, no me interesa en absoluto lo que otras chicas pudieran estar haciendo ahí dentro, cada quien con lo suyo, pero esto no fue el ruido de algún cosmético caído o una discusión ni nada parecido, esto fue un golpe, liso y llanamente fue el sonido de algo golpeándose, ya fuere contra una pared o contra el suelo, mas golpe al fin y al cabo y no parecía augurar nada bueno.
Frunciendo el ceño, decido investigar, acercándome en silencio a la entrada revestida de madera y empujo mínimamente la puerta para poder atisbar el interior. El lugar está en penumbras, sin embargo, se alcanza a ver en el interior y lo que veo me hace hervir la sangre: una chica está tirada contra la baldosa y, sobre ella, hay una criatura que parece un esqueleto, salvo por piel casi pegada a sus huesos y una lengua que parece de serpiente. Sus ojos son verdes y rasgados como los de un reptil y hasta tiene cola, la cual se zarandea de un lado al otro al tiempo en que acerca su boca llena de filosos dientes al rostro de la chica que llora pidiendo auxilio como puede con la mano huesuda, aunque increíblemente fuerte al parecer, cortándole el paso de aire a sus pulmones.
Es uno de esos seres...
La sangre me hierve por dentro y no lo dudo, automáticamente dejo caer mi bolso, abro la puerta de un tirón y entro corriendo, pegando un salto en el momento justo para alzar la pierna y darle con el talón en la cara al bicho mitad reptil. Por el impulso, éste sale disparado hacia la pared tras él y cae al suelo, quedando aturdido. Aprovecho eso para ayudar a la chica y la llevo a la salida lo más rápido que puedo para poder concentrarme en monstruo. En cuanto ella está fuera, cierro la puerta y devuelvo mi atención a esa cosa, que ahora mismo, hace un esfuerzo para levantarse al tiempo en que me mira amenazante, dejando escapar un siseo de advertencia como el de las serpientes.
-Essssa era mi comida, humana.
-Pues qué pena, parece que te vas a quedar sin almuerzo. Desaparece ahora mismo y no vuelvas o te vas a arrepentir.
-Eressss una ssssimple humana, ¿cómo planeassss hacer que me arrepienta?
-No obedezcas y lo vas a averiguar.
Un nuevo siseo amenazador se escucha de su boca, la cual muestra sus colmillos expuestos hacia mí y se impulsa de un salto hacia mi persona, con sus garras extendidas en mi dirección, no obstante, antes de que me alcance lo esquivo y, al quedar a su espalda, doy un giro y lo pateo de tal forma, que vuelve a quedar estampillado contra la pared. Eso parece aumentar su furia y vuelve a la carga, pero impido que me agarre y, en su lugar, le doy un golpe seco en el frente de su garganta con el canto de mi mano.
El impacto surte efecto enseguida y esa cosa cae de rodillas, llevándose las manos a la garganta intentando respirar. Deliberadamente le aplasté la tráquea, causando que su suministro de aire se vuelva prácticamente nulo y que él se esté asfixiando lentamente en tanto que me mira con una mezcla de desesperación e ira reflejada en esos orbes verdes neón. En silencio, siempre alerta, me acuclillo junto a él y lo observo con asco.
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Promesas en el tiempo. (PAUSADA)
RomanceUn amor que trasciende generaciones. Una promesa hecha hace años. Una búsqueda que dura siglos. Una chica poco común. Un zorro enamorado. Y un encuentro que lo cambiará todo.