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A penas ingresamos, el agradable ambiente nos da la bienvenida con el dulce perfume floral que inunda el parque que, obviamente, proviene de las enormes y largas extensiones de flores que llegan hasta donde una puede ver del lugar. Por lo que tengo entendido, este lugar es conocido por tener una colección de orquídeas más de diez mil ejemplares, lo cual es sorprendente; se supone que son cosechadas en los invernaderos de aquí desde el siglo XVIII. 

-Este lugar es precioso.

-Ya lo creo, me alegro haber elegido bien si te gusta.

-Pues acertaste.

-¿Qué te parece si lo recorremos? El clima es perfecto.

-Me parece bien. 

Tomoe me ofrece su brazo y lo tomo, empezando a caminar a su lado con calma, sin prisas, admirando el paisaje a nuestro al rededor. 

-Y dime, cuéntame sobre ti.

-¿Qué quieres saber?

-Lo que desees contarme.

-Bueno, ahora precisamente no se me ocurre nada en particular que pueda ser de interés, ¿qué te parece si mejor jugamos a las veinte preguntas?

-Me parece una excelente idea. ¿Quieres iniciar tú?

-Como desees, es lo mismo, después de todo, ambos tendremos nuestro turno. 

-Bien, pues, de ser así, ¿qué dices si empezamos con lo básico? 

-Está bien.

-Sé que eres joven y que estudias en la universidad, lo noté por tus apuntes el otro día en mi casa, ¿cuántos años tienes y qué estudias? Me pareció ver temas de biología entre tus notas. 

-Esas son dos preguntas, es trampa.

-Pues tú has dos luego. 

-Bien, si eso quieres, por mí no hay problema. Y respondiendo a tus dudas, tengo veintiuno y estudio Biología en la École Normale Supérieure de París. Estoy en mi primero año recién por el hecho de que, para ingresar a la École, no bastan solo buenas calificaciones, hay que pasar por un período de preparación y selección de tres años, sin embargo, a mi parecer, vale la pena. 

-Interesante, o sea que, además de belleza, también posees una inteligencia aguda y abundante, ¿no es así? Tengo entendido que, ingresar a la École, no es precisamente algo fácil.

-Es verdad, no es que quiera menospreciar el intelecto de los demás ni agrandar el mío, no obstante, el nivel de la École es muy alto y se requiere un IQ igual de alto para poder ingresar por su exigencia. Tienes que, o ser muy inteligente, o tener muy buena memoria o capacidad de estudio para poder enfrentarte a los exámenes y salir airoso de ellos. 

-Entiendo, imagino que es algo difícil.

-No voy a mentirte, aveces sí que lo es, y bastante agotador, pero yo creo firmemente que vale la pena cada esfuerzo que se necesita para seguir adelante en la cursada. 

Su sonrisa ladeada hace acto de aparición y algo se aprieta dentro de mi pecho, mas lo hago a un lado y le devuelvo el gesto. Continuamos caminando y pasamos por el sendero que contiene las estatuas de antiguas reinas francesas, las cuales están muy bien cuidadas y son francamente preciosas. 

-Ahora es tú turno, edad y a qué te dedicas.

-Bueno, ¿tú cuantos años me das?

-Si tuviera que arriesgar, te diría que unos veintiséis, quizás.

-Cerca, tengo veintisiete.

-Ahí nomás.

-Así es y, respondiendo a lo segundo, trabajo como abogado por cuenta propia. 

Promesas en el tiempo. (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora