Capítulo II

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ALESKA

Las clases en la universidad habían sido como siempre, clases aburridas, profesores patéticos, personas dándonos paso cada vez que pasábamos por un lugar, y el miedo de la gente reinando el lugar, como todos los días

Simplemente, patético.

Lo único divertido había sido intimidar a un chico con nuestra mirada, debía ser un año menor que Theodore y dos años menor que yo, a leguas se veía lo ridiculo que era y lo muy fácil de persuadir

Vi a mi hermano enfrente de mi dedicándome una mirada molesta, movía su mano de lado a lado llamando mi atención

-Podrías apurarte, solo digo-dijo con sarcasmo, vi que ya no había nadie en el salón y me paré de inmediato, recogí mis cosas y me volteé hacia Theo

-Listo hermanito-dije al mismo tiempo que el me daba la espalda para empezar a caminar, ya afuera la poca gente que quedaba se hacía a un lado para darnos paso, ninguno se atrevía a mirarnos a los ojos y era algo que en lo personal me irritaba y a la vez me gustaba, ya que me encantaba que me miraran a los ojos y a la vez me gustaba intimidarlos

Al salir del instituto rápidamente Theo sacó de su bolsillo un porro de marihuana, lo prendió e inhaló el humo

-¿Quieres? -extendió el porro hacia mi

Me encogí de hombros y lo tome, inhale un poco para luego soltar el humo lentamente y regresárselo

Caminamos hacia el estacionamiento hacia llegar al increíble carro deportivo de Theo, hoy había decidido no sacar el mío

-Yo manejo -dije y Theo volteó los ojos tirándome las llaves, nos montamos e hice rugir él increíble motor del carro de mi hermanito

-No te vuelvas loca Aleska, ya tenemos dos multas encima por tu culpa -dijo acomodándose en el asiento del copiloto y abrió la ventanilla para seguir fumando

Solté una risita y lo miré -No seas aburrido

-No seas estupida

-¿Miedo acaso? -dije arrancando

Él enarcó una ceja mirándome divertido, le dio una calada a su porro y río sacando el brazo por la ventanilla

-¿Cuando le he tenido miedo a algo hermanita?

Después de manejar a toda velocidad, saltándome semáforos y escuchando las maldiciones de Theo, llegamos a casa sanos y salvos

Bueno, muy sanos que digamos...no

Baje del auto y le regrese las llaves a Theo, camine hacia la entrada y antes de abrir me gire hacia el

-Cariño, quítate la camiseta -dije y el me miro extrañado

-¿Para qu..? ah cierto -se la quito y me la tendió

No es que si se la quitaba dejaría de oler a marihuana, pero si se apresuraba a llegar a la habitación mamá no se fijaría, aunque él niño ya estaba un poco drogado así que no creo que sea precisamente rápido

-¿Ya sabes qué hacer no? -el asintió

-Apresurarme y bañarme

-No podemos dejar de ser ángeles delante de nuestros padres -le guiñe un ojo y el río -anda, guardare esto en tu auto

Camine tranquilamente hacia el auto, abrí la puerta de atrás y tiré la camiseta en el asiento, cuando cerré la puerta escuché una bocina

- Hola linda! -voltee y vi a Carter recostado a su preciada moto, sonreí y caminé hacia su dirección

-Hola amor -deje un beso en sus labios

-Aleska -dijo con autoridad - ¿Tu mamá no está por ahí?

-Creo que no, por eso lo hago -dije y el río

-¿Acabas de llegar? -preguntó agarrándome por la cintura

-Si, ¿tu donde estabas?

- Comprando algunas cosas -dijo al mismo tiempo que dejaba un beso en mis labios -¿donde está T?

-Oh, está arriba un poco drogado -lo mire a los ojos -y creo que tú estás igual -dije fijándome en sus ojos rojos

Se encogió de hombros -estaba llamándolo pero no contesto, creo que sigue molesto

-¿Molesto? -pregunte extrañada, no los había visto pelear últimamente

El encendió su moto y me dio otro beso

-A veces es muy masoquista -me guiño un ojo y arrancó desapareciendo de mi vista

Reí internamente imaginándome la causa de la pelea, amaba a mi hermano

Entre a la casa y tire mi chaqueta en la lavadora, escuché unos pasos detrás de mí y volteé, era Amanda

-Déjame eso a mi -dijo acercándose y encendiendo la lavadora

Amanda era una chica que llevaba varios años trabajando en nuestra casa, a Theo y a mi nos conocía como la palma de su mano, confiábamos en ella plenamente, aunque claro, no todo lo podía saber

-Gracias Amandita -deje un beso en su mejilla y salí de ahí para dirigirme a la habitación que compartía con Theo, aunque esta casa era gigante, éramos inseparables y decidimos tener una habitación para los dos

Entre y lo encontré acostado en su cama, boca arriba y en bóxers

-¿Que tal? -dije mientras me desvestía, quede en ropa interior y me tiré en mi cama

-Fantástico -rodó los ojos

-Carter vino -le comenté

-¿Si? me importa una mierda -soltó enfadado

-¿Que? -reí -no seas ridiculo, ¿por qué pelearon?

El giro su cara hacia mi y me dio una sonrisa

-Ya sabes...

Analice un momento y caí en cuenta de lo que había pasado

-¿Otra vez negándose al Sadomasoquismo? -solté una carcajada

-Es un imbecil -dijo levantándose de su cama, abrió la gaveta de su mesita de noche y sacó una bolsita con polvo blanco, puso un poco en la mesa haciendo una raya e inhaló -¿Quieres?

-Nah -el se encogió de hombros y guardó la bolsita -Theo -lo llamé

-Aleska

-¿Puedo hacerte un piercing? -dije incorporándome en mi cama

-¿Donde?

-En tu labio

-Claro, se rápida

Amaba que mi hermano se dejara causar dolor por mi.

- PSYCHO. [✔] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora