Capítulo XXVI

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THEODORE

Prepare mi armamento mental a la perfección con ayuda de Carter, me ayudaba a elegir cuál arma era la correcta entre tantas en nuestra colección.

Stephan estaba parado en una esquina de la habitación con un semblante frío, parecía bastante molesto mientras nos miraba a Carter y a mí. No sabía si se trataba de una escena de celos hacia mi o hacia Aleska pero la verdad no me importaba.

Carter me pasaba cada una de las armas lanzandomelas y cuando las atajaba se acercaba a mi para darme un beso.

No podía negar que se sentía tan jodidamente bien pertenecerle a alguien, encontrar seguridad en unos brazos y llenar el enorme vacío que tenía dentro de mí. Se sentía bastante extraño pero me estaba acostumbrando.

Hace bastante tiempo ya no había recaído en mi pasado oscuro que venía oculto en un enorme secreto personal que solo compartía con Aleska, no me había dado cuenta hasta ahora y la verdad se sentía bien.

Cuando terminamos de empacar acomode mi chaqueta de cuero para ponerme el bolso con las armas. Iba a ser un poco difícil pasar desapercibido con esto pero siempre que me proponía algo lo lograba.

Carter al verme listo se acercó a mi para tomar mi mano y guiarme fuera de la habitación. Stephan detrás de nosotros.

Al llegar a la puerta principal nos encontramos con Aleska, lucia su pijama favorita todavía y no veía que tuviera ánimos para salir a hacer daño. Sin embargo pregunté.

— Ya nos vamos a la casa Mouskori, ¿vienes?

Aleska me respondió negandome con la cabeza.

— Estoy muy cansada y no podemos dejar solo a Gadiel aún, así que. — se encogió de hombros al terminar la frase.

Stephan se enfureció un poco más y era bastante obvio por la vena que tenía marcada en su frente.

Amanda bajó las escaleras y se dirigió a nosotros. Lucia como si acabara de llorar un jodido río pero seguía con esa sonrisa mágica que siempre nos daba a todos.

Salimos los 4 al mismo tiempo, no sabíamos a dónde se dirigía Amanda pero suponíamos era cerca porque se rehusaba a montarse en la camioneta con nosotros. — o quizás tenía miedo.

Carter decidió dejar respirar mi mano para buscar las llaves de la camioneta en mis bolsillos, supuse que ya había tomado la decisión de que el manejaría así que lo ayude en su búsqueda.

Al conseguirlas nos montamos los tres en la camioneta, yo iba en el asiento del copiloto y Stephan en la parte de atrás, tan callado como siempre.

Al incorporarme en el asiento acomodandome porque sabía que venía un trayecto largo puse música alta.

— Get you to the moon. — Carter sonrió al ver la canción que había puesto a todo volumen. — Nuestra canción.

Le sonreí en forma de respuesta. — Solo cállate y disfruta el momento. — Cerre mis ojos evitando ruborizarme

— De verdad que sigo sin entender que pasa entre ustedes dos y no se que tanto quiera saberlo. — Hablo Stephan por fin, su voz era seca como si se estuviera quemando por dentro.

— Dos personas queriendose y protegiéndose el uno al otro, nada que no hayas visto antes Stephansito —le respondió Carter con seguridad en su voz, seguridad que no había escuchado antes. Se veía tan cómodo a pesar de que sabía a dónde íbamos y con que motivo. Al final no producía caos en su vida, más bien solo estaba produciendo calma.

- PSYCHO. [✔] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora