- PSYCHO. [✔]

Capítulo XXVIII

THEODORE

Terminamos de arreglar el plan para que todo saliera a la perfección. Todos tenían sus labores asignadas para que pudiéramos acabar con una de las amenazas.

— Buenas noches. —escuché por detrás de mi acompañado de unos pasos bastantes lentos como si cada uno estuviera planeado. No pude reconocer la voz así que decidi girarme hacia ella.

Gadiel.

Llevaba una especie de pijamas puestas acompañada de una chaqueta de cuero que lo cubría completamente. No sabia de quien era esa ropa pero parecía que estuviese hecha a su medida.

— ¿Qué haces con mi ropa puesta? —mamá le preguntó provocándole una sonrisa a Gadiel.

— La tome prestada, necesitaba cambiarme. —hizo un puchero. — Espero no te moleste, ni te atrevas a pelear, no es una buena manera de tratar a los invitados. — de nuevo, sonrisa. No se que clase de problema tenía este chico pero quería sonreír por todo.

Mamá ignoró completamente lo que dijo.

— Ya que terminamos de armar todo el plan, tenemos que dormir. —sugirió Mamá. Amanda se encargará de hacerles aperitivos para su misión. —sonrío al mismo tiempo que Amanda.

— No hace falta, tendremos que ser rápidos y no podemos perder tiempo en comida. — Aleska asintió con la cabeza acordando conmigo haciendo que automáticamente Mamá borrara esa sonrisa. — Lo siento. — me acerqué a Carter y tomé su mano.

— ¿Por qué no vamos hoy? —sugirió Stephan.

— El plan se acaba de formar y de ninguna manera voy a permitir que ejecuten el plan el mismo día que lo hacen. —le respondió mamá

A follar.

— A dormir. —jale la mano de Carter haciendo que se levantara y me siguiera al mismo tiempo que me despedía de todos con la mano. Subí las escaleras con él y fuimos directo a mi habitación.

Una vez dentro Carter me lanzó sobre la cama y dejo varios besos rápidos en mis labios para luego apartarse. — Tenemos que hablar.

Me revolvi.

Me senté en la cama mirándolo fijamente esperando que soltara lo que tuviera que decir.

— ¿Qué ha pasado con Amanda? — soltó

— Nada, ya se lo que pasó entre ustedes, es solo eso.

Carter suspiró. — Eso fue mucho antes de ti. Amanda ya no tiene importancia sentimentalmente para mí.

— Ya lo sé, ya aclaramos eso. Es hora de fo-dormir. — sonreí intentando convencerlo.

Tomo mis manos y las apreto fuertemente mientras se acercaba a mi para besarme con desespero. — Lo que tu quieras. Siempre.

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Abrí los ojos recibiendo un fuerte impacto de la luz solar proveniente del ventanal de la habitación. Se me había olvidado cerrar las cortinas. — Mierda. —gruñi.

Estaba acostado sobre el pecho desnudo de Carter quien me había regalado otra noche increíble. Al verlo recordé que teniamos planes y me levanté rápidamente.

Tome una ducha y cepille mis dientes. Al terminar me puse otras pijamas y salí de la habitación con una toalla en la mano para terminar de secarme el cabello abajo.

— Psst. Psst —escuché en el pasillo girandome inmediatamente. Nada. No había nada.

Seguí caminando.