- PSYCHO. [✔]

Capítulo XXXIII

ALESKA

Había despertado hace veinte minutos, y desde que desperté estaba llamando a Theo. Simplemente no entendía que podía haber salido mal

Intente con llamarlo una vez más pero fue en vano, el teléfono estaba apagado. Agarre con rabia el mío y lo estampé contra la pared

Sentí unos pasos venir desde afuera y luego la puerta fue abierta por Stephan. Él miró el teléfono en el suelo y luego me miró a mi

-¿Que está pasando Aleska?-dijo terminando de entrar y cerrando la puerta

Mantuve mi mirada fija hacia la pared

-Me estoy volviendo loca-susurre. El negó con su cabeza y se acercó para acariciar mi cabello

Inconscientemente cerré mis ojos por unos segundos. El ambiente se empezó a sentir pesado y tuve una extraña sensación en mi cuerpo

-Debo bajar, estoy haciéndote comida-dice separándose de mi y yo niego repetidas veces

-Por favor no te vayas-dije aferrándome a él

-No tardaré, solo trata de descansar un poco más. Yo te traeré la comida-dice y sale de la habitación

Todo queda en silencio, trato de no pensar en todo lo que me había pasado anteriormente y cierro los ojos

-Aleska-siento un susurro detrás de mi, hago el intento de no abrir los ojos y de no hacer ningún ruido-mi pequeña princesa, no me temas

Tapo mis oídos con mis manos. Si pensaba que la voz de Gadiel era tenebrosa, esta era mucho peor

-Véte-digo en un susurro

-Solo abre esos lindos ojos-dice y siento unos de sus dedos recorrer mi hombro desnudo, una ganas incontrolables  de llorar me atacan y abro los ojos

Su toque desaparece pero puedo ver sus ojos en la esquina de la habitación, una horrible migraña empieza a extenderse por mi cabeza y más abajo, haciendo que mis ojos duelan como nunca

-¡Maldito imbecil!-rujo con rabia

Empiezo a sentir una presión en mi cuello al mismo tiempo que pierdo el aire rápidamente, llevo mis manos a mi cuello desesperada y trato de buscar aire pero es imposible. Cuando me siento al borde de la muerte, la presión desaparece y el aire empieza a circular nuevamente por mi garganta haciendo que empiece a toser descontroladamente

-Cuida tus palabras-dice amenazante

Veo su mirada dirigirse al suelo donde se encontraba mi teléfono, luego me mira

-¿Desesperada por tu hermanito?-dice

No puede ser

-¿Donde está? ¿que le hiciste?

-Lamento decirte que todo el dolor te lo has llevado tu, pero eso no es nada comparado con el dolor que sufrirás en...¿unos días? no lo sé exactamente, lo que si se es que llevarás ese dolor a la tumba Aleska. Y yo disfrutaré como nunca

-¡Mátame de una vez!-siento unas espesas lágrimas bajar por mis mejillas hasta mi cuello

La puerta de la habitación se abre y aparece Gadiel. Cuando me ve corre hacia mi y yo lo abrazo buscando tranquilidad

-¿Estas bien?-dice y cuando ve mis ojos se sobresalta-mierda, ve a lavarte la cara

Con dificultad, voy hacia el baño y cierro la puerta. Apoyo mis manos en el lavamanos y suspiro

Cuando levanto mi cabeza y me veo en él espejo, noto mis ojos llenos de sangre al igual que mis mejillas y mi cuello. Las luces se apagan y esos ojos amarillos aparecen detrás de mi. Por impulso le doy un golpe al espejo haciendo que este estalle y mis nudillos empiecen a sangrar