Cantantes de luna llena.

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Well well si lo se!
Esperarán este capítulo con ansias!
Lo tienen! Lo amaran! Y comentaran mientras votan wajajajajaja!
Tos*
Ejem gracias a mis musas ! si sigo con gripa pero mejor que ayer ! Lo mejor es la vitamina c y el descanso más antigripales! Así queeeeee Show time!!!
.....................
Empezó a sentir la incomodidad.
El aire estaba lleno de poder, de poder de la luna y las aguas que rodeaban esa isla, muchos de los habitantes evitaban caminar de noche en luna llena.
Se había tomado un trabajo de tiempo completo para pagar su hospedaje, la verdad no iba a durar allí mucho tiempo, los turistas eran advertidos por los locales, los cuales hablaban de las criaturas marinas que habitaban la isla Mako.
Kira escuchó la leyenda, entre las narraciones estaba la de un padre que había arrojado a su hijo en ofrenda para el rey, porque se decía que el rey le daba beneficios en la navegación.
Otros aseguraban que ahogaban a los maleantes.
Otros decían que mantenían el equilibrio de la naturaleza.
Entre ellos una mujer de mayor edad contaba que el rey del mar se llevaba a todo aquel que le recordara a su amor, aquel hombre que le rompió el corazón, que cantaba para dejar salir su dolor.
Muchos evitaban la costa en las noches de luna llena por respeto.
Si bien el canto rodeaba el lugar, nunca se llevaban a la gente de sus casas, solo aquellos que realmente querían ser llevados.
Kira salió de su turno cansada, pero más tranquila que antes de llegar a Australia, sus ojos se dirigieron a donde unas niñas saltaban la cuerda cantando.

Huye, huye del mar.
Huye, huye de la furia del mar.
Huye, huye del frío de la oscuridad.
Huye, huye, que el rey del mar triste está.
Huye, huye pues él te llevará.
Huye, huye que el sol no volverá.
Huye, huye la tormenta se acerca.
Huye, huye del rey del mar.
Huye, huye su corazón contento no está.
Huye, huye, las sirenas buscan como contentar al soberano del mar.
Huye, huye... Pues te pueden ahogar.
Huye, huye el rey del mar triste está.
Huye, huye. Que el cantar te llevará.

Las niñas seguían cantando mientras jugaban.
Kira noto sus brazos con piel de gallina.
Algo no estaba bien.
Kira se fue pensando que....
No, alejó sus pensamientos del rumbo tan peligroso donde iban.
¿Ella…quería ser llevada?
Se asustó de sus pensamientos y se fue de allí.
***
Las aguas estaban tranquilas, diferentes aletas de colores y formas se deslizaba entre las aguas, más una llamo la atención, su brillo iridiscente de color verde más el largo cabello negro los tatuajes y lunares dorados, junto con una corona hecha de conchas igualmente verdes, su poderosa cola lo llevaba adelante si esfuerzo, a su alrededor había otros cuatro, dos sirenas y dos tritones. Las sirenas llevaban armas: una espada de hoja verde, una daga curva y ambos tritones un par de lanzas. Los demás habitantes que eran cerca de 10 personas, todos ya vivían en el fondo de Mako.
Sus reverencias fueron seguidas con sonrisas.
Ellos querían a su gobernante.
Quién les había dado la nueva siguiente oportunidad en la vida que ahora residía bajo ese mar.
Nadie soportaba los lamentos del rey, todos querían hacerlo feliz, verlo sonreír, ya no querían escuchar esa canción cada luna llena, les llenaba de pesar, ¡su rey sufría a pesar de congelar su corazón!
Nadie quería escuchar la tristeza de su voz.
Todos se reunieron pues el rey iba a la superficie a cantar, lágrimas de perlas caían y ellos sabían que a quien cantaba no le llegaban las notas.
¿Qué tan doloroso era eso?
Lo suficiente para matar, pero tan cruel para mantenerle agonizando si la capacidad de descansar.
***
El comenzó de nuevo su canto.
Las notas se alzaron sin detenerse, sentía que esa noche debía cantar aún más alto y con sentimientos más profundos.
¿Por qué?
Cleo, Lewis, Zane y Rikki estaban atentos a cualquier navío o persona de la costa.
Stiles o Azariel sentado en la roca con su cola en el agua, agitando sus largas pestañas solo una solitaria lágrima rodo por su mejilla convirtiéndose en una perla que cayó al agua que estaba curiosamente muy calmada.
Entonces la luna llena le iluminó sus ojos húmedos y su largo cabello negro la brisa se llevó su suspiro de dolor y su voz resonó.
Lobo de negro.
Luna blanca.
Bosques y añoranza.
Te llamo a ti.
Ven, ven a mí.
Mitad de mi corazón.
Mitad de mi alma.
Mitad de mi amor.
Ven, ven que el dolor me congela.
Ven, ven por favor.
Ven, ven a mi lado.
Ven, ven que la soledad me mata.
Ven, ven que te espero.
Ven, ven, sigue a las sirenas.
Ven, ven, déjate ir entre las aguas.
Por favor no me dejes solo.
Canto, canto cada luna llena.
Canto para ti.
Cantan, cantan para traerte a mí.
Pero no vendrás, ¿verdad?
Después de todo tú no me amarás.
Después de todo... Tu alma no llama más.
Canto para ti.
Canto para olvidar.
Las sirenas y tritones a su alrededor se agitaron sumergiéndose, buscando a quien su rey llamaba.
El tridente estaba a su lado y su poder no menguaba en la tierra.
Nunca lo haría.
***
Kira escuchó la canción por primera vez, hermosa voz y tristeza en el tono la conmovió.
¿Era como ella?
¿Llamando la atención de alguien que no te miraría?
¿Tragando el dolor del rechazo y el anhelo?
Ella quería….
Sus pies la llevaron fuera, sus ojos parecían más ausentes como si no tuviera consciencia de que estaba despierta; camino directo a la playa, sin zapatos, ni cosas, pero de todos modos no tenía mucho.
Camino sin detenerse hasta el agua salada, las olas parecían estar esperándola porque se volvieron dóciles y fáciles de avanzar, ella en trance no sintió como la jalaban, como la llevaban mar adentro.
Solo sintió que estaba mejor, sin dolor sin pensar en su angustia, ni nada, se dejó llevar.
***
No, no es él.
No, no eres él.
Pero....
Tu corazón está tan roto como el mío.
¿Quién eres?
¿Quién pisoteo tu corazón?
Quién desdeñó tu amor…
¿Quién te lastimo?
¿Quién te orillo a venir aquí?
Kira abrió los ojos se asustó al verse bajo el agua, era como en una burbuja hecha de aire enorme la que le contenía.
Vio entonces las aletas, coloridas, poderosas y hermosas.
Tan diferentes.
La belleza de las criaturas era única, el agua a su alrededor les daba un aspecto fantasmal y etéreo, místico y antiguo.
Era seguro que ellos estaban allí desde hace siglos.
Kira temió.
Ella está allí.... ¿por qué?
Entonces lo vio.
Su tridente, su poder y también su belleza llena de tristeza.
El rey de esos seres.
- Jovencita. -. Él hablo, pero sus labios no se movían, Kira se asustó un poco por qué el agua a su alrededor resonaba la voz de ese ser y la reconoció.
Era la voz que había escuchado en su habitación.
- "Estás aquí, fuiste atraída por mi canción por una sola razón". -. El rey la miraba con sus ojos verde-azul. - Es por la herida que llevas en tu alma. -. La voz llevaba un tinte lleno de dulzura. - Fuiste atraída por mi canto, así que te damos la ayuda que necesitas, pero depende de ti la decisión que tomes.
- ¿Qué decisión? -. Kira hablo con algo de miedo.
- Elegir entre tres opciones…Uno, olvidar este encuentro, continuar con tu vida en tierra. La segunda, ser puesta a dormir bajo mis aguas…para siempre. -. Kira contuvo el aliento, eso…. Significa. - Y, por último, formar parte de mi reino, renunciando a cualquier atadura de la tierra firme, volviéndose una sirena, empezando de nuevo. -. La mirada del hombre era dulce en extremo.
- Si, si escojo la segunda opción, ¿dolerá? -. Kira pregunto.
- No, es dormir sin despertar, más fácil incluso.
- Si escojo la tercera…. ¿Podré salir del agua? ¿Alguna vez volveré a caminar sobre tierra firme?
- Si, pero debes fortalecer tu poder antes de hacerlo.
Kira pensó.
Ella no quería morir por alguien como Allison, más la herida era tan profunda; sentía que nunca podría volver a amar.
Pero el rey le ofrecía empezar de nuevo, una nueva vida.
No buscaba morir sino empezar y alejarse del sentimiento que había quedado después de ese rechazo, además su madre era longeva al igual que su abuela…así que…podía volver a verlas, aprovecharía cada oportunidad, cada momento, saldría adelante sin la sombra de la agonía a un casi muerto corazón.
- Quiero un nuevo inicio. -. Susurró, sin embargo, sus ojos estaban llenos de seguridad. - Quiero que mi nuevo comienzo sea para mejor, hallar a quien si me pueda amar. -. Sus lágrimas se confundieron con el agua salada mientras la burbuja donde estaba se rompía.
No tenía miedo, sus ojos se adaptaron al agua y la oscuridad, iluminada por la luna llena su cuerpo brillo.
Había sido una criatura sobrenatural que renunció a esa parte de ella por un amor unilateral.
Ahora el mar le daba otra oportunidad.
Su cabello negro creció con mechones naranjas, sus ojos se abrieron en el agua y su piel ya no sintió el frío helado de las aguas, sus pulmones recibían el oxígeno que el agua tenía sin dificultad y una enorme cola aleteo en vez de piernas, una cola tan extravagante y hermosa, que decía que Kira era peligrosa como los peces tigre.
Las sirenas y tritones celebraron, delfines también se acercaron curiosos de la nueva habitante del mar.
- ¡Bienvenida hermana! -. Las sirenas saltaron alegres llevándola a conseguir adornos para la nueva integrante.
- Bienvenida, Kira. -. Azariel sonrió y guio a todos a su hogar bajo Mako.
***
Noshiko dejó caer su plato.
No.
Su hija.
¡Su hija!
- ¡Noshiko! -. Su esposo fue hacia ella de inmediato.
- Ella ha sido liberada. -. La anciana miró por la ventana.
- ¡¿Qué...?!
- Busca a los McCall y pregunta por tu hija, Noshiko, es mejor si esa chiquilla no se entera. -. La mujer mayor se levantó retirándose del lugar
- Noshiko....
- Vamos con Melissa. -. Ella simplemente cumplirá su hija…ha roto lazos con la tierra.
***
Alma gemela
Alma de fiereza.
¿Buscas a tu igual en medio del mar?
No lo hallarás aquí.
No lo hallarás entre la sal.
No lo hallarás entre los peces.
No lo hallarás entre los corales.
Lo hallarás sobre la tarde tierra.
Tu canto lo atraerá.
No importa si son 1,2,5, 10 o 100 años.
Él vendrá.
Él volverá entre tus brazos estar.
Esa alma unida a ti está.
Que incluso el tiempo, la muerte, o el mar no pueden evitar.
Sus almas resuenan y los corazones se reencontrarán.
Lo que me guía.
Lo que te guía.
Nos unirá.
Nunca nos separara.

***
A la mañana siguiente Gold Coast se enteró de la ida de Kira, su jefe supo que no volvería, ofreció un minuto de silencio.
Por qué nunca supieron que les pasaba a los que las sirenas se llevaban; pero nunca regresaban, los habitantes no podían hacer nada porque eran incluso algunos los que buscan ser llevados por ellas.
Los suicidas, sobre todo.
Así Gold Coast se volvió un lugar donde la magia y los cantantes de luna llena llenaban con sus cantos las aguas.
Durante años así fue, nunca se preocuparon por la pesca, por los naufragios, ni la falta de trabajo.
Las sirenas cuidaban de ellos.
Y ellos de las leyendas.
- Cuidado en las noches de luna llena. -- Una chica rubia miraba el mar con melancolía.
- Emma! -. Una mujer mayor y un joven rubios llegaron a su lado. – Vamos, casi es aniversario de Cloe y Rikki. -. La mujer se dejó llevar mientras su hermano menor la abrazaba.
- Hay sirenas que te llevan para alegrar a su Rey.
- ¿Emma?
-… Nada, mamá, nada. -. Ella sonrió triste y se fue con ellos.
Las ropas negras eran innecesarias a su parecer.
Pues ella mejor que nadie sabía, que las sirenas no te llevan solo por maldad, codicia o simple travesura.
Ella las vio a lo lejos.
- Vamos, debemos ir con los padres de Cloe y la señora Chatham. -. Emma llevo sus pasos a dónde una pintoresca casa esperaba familiares y conocidos.
Emma sostuvo la hermosa lámpara que arrojarían al mar en dirección a Mako dónde fue la última vez que sus amigas habían estado.
Cómo humanas.
Las aguas estaban tranquilas reflejando la luna menguante que se mantenía tan blanca como la espuma que revolcaban las olas.
- Abriré un negocio...aquí. -. Emma miró la luna que se reflejaba.
- Hija...
- Desde hoy, no me iré de nuevo. -. Emma tomo su decisión.

El Llanto Del MarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora