Ahora que ya me amas- Tom Holland

Capítulo 23

Han pasado varias semanas desde que estoy aquí en Los Ángeles con Tom, han sido las mejores vacaciones, estar con el chico que amo y con mis mejores amigos, ¿que más podría pedir?.

Aunque no puedo decir lo mismo por mamá, se que ella sigue estando mal por el engaño de mi papá, pero por más que insista en que vaya a verla me lo sigue negando, pero ya no me sentía tan apresurada en dos semanas me iré a Londres de nuevo.

-Hola linda.-dice Tom, acostándose a lado mío y deja un beso sobre mis labios.

-Hola Tommy.

-Sam me dijo que llegarían hoy en la noche, parece que la oferta que lo hiciste en venir la terminó aceptando junto con Harry.

-¿Cuál oferta?.

-Chistosa, cuando estabas jugando a provocarme.- se acerca a mi peligrosamente y siento como mi cuerpo pide a gritos que estemos más cerca.
Posiciona su cara sobre mi cuello, roza su nariz en el haciéndome cosquillas por su respiración.

-Aha, nada de provocarme a mi.-le dije levantando su cara de mi sensible cuello y el solo ríe.

-Yo no he hecho nada para provocarte, tu eres la que tiene las hormonas todas locas últimamente.-me besa y se separa de mi para volverse a echar alado mío.

Y si que tiene razón, estos días he estado en mi fase de zorrita caliente, ya ustedes sabrán, pero a mi siempre que me esta por llegar el periodo me llegan estas olas intensas de tener que satisfacerme sexualmente y claro que yo tenía con que y con quien, que por cierto, Tom jamás puso resistencia alguna para que tengamos sexo en cualquier lugar de la casa. Desde que lo hicimos en la cocina, fue el lugar al que más recurriamos, si no era en el coche, en la bañera, en la cama, en la sala, en la mesa y la última entrevista que tuvo Tom, fue en una de las oficinas que estaban por ahí, no fue lo más adecuado, pero aún así la adrenalina de que nos descubriera era al 100.

-Yo no tengo mis hormonas locas.-aunque obviamente sabía que si, pero tenía que aparentar ser la dulce, ajá.

-Como digas pequeña que le gusta que le de palmadas en el trasero y que me diga "Ah Tom, dame más, más, más".- imita mis gemidos y comienza a reírse, mi cara se pone caliente, se que estoy sonrojada.

-Aún así, a ti también te gusta dármelas.-me paro resentida y le meneo el trasero para caminar hacia el baño.

-Joder, no hagas eso Venus.

-¿Ahora quien es el pequeño con hormonas alocadas?.

Tom se para y me pone de espaldas hacia el, pone mis manos sobre la pared y siento la adrenalina bombeando de tan solo tenerlo tan cerca de mi. Baja sus manos de mi cadera hasta mi trasero, se estampa hacia mí, tanto que puedo sentir de nuevo su respiración sobre mi cuello, su mano la mueve en círculos sobre este y me da unos cuantos agarres fuertes, haciéndome sacar un jadeo.

-¿Quieres hacerlo ahora?. - me susurra en el oido de una forma ten sensual que me hace querer tomarlo de una vez y tenerlo dentro de mi.

-Tom, ¡Sam y Harry han llegado!.-grita Harrison desde la planta de abajo.

-Tenía muchas ganas de hacértelo aquí, pero tendrás que esperar.-me dice y yo maldigo por haberme incitado tanto.

Bajamos y nos encontramos con Sam y Harry con sus maletas.

-¡Venus!.-grita Sam y Harry al verme y caminan hacia mí para abrazarme.

-Hola hermano, ¿como has estado?, te hemos extrañado mucho.-dice Tom viéndonos mal.

-No seas payaso, claro que te extrañamos.-dice Sam y Harry caminando hacia el.

-¿Qué tal el vuelo?.-pregunta Harrison.

-La verdad estuvo súper bien.-dijo Harry.

-Y bien, ¿a dónde les gustaría salir hoy?.

-Harry y yo pensamos en ir a un bar por aquí, ¿les parece?.

-No, no, no, ustedes están muy chicos para ir beber.-les dice Tom.

-¡Ay por favor!, ya tenemos 21

-¿Y?, yo a su edad no tomaba.

-Tanto.-susurra Harrison y yo río.

-Pero papá nos ha llevado a bares en Londres.-contesta Harry y pone un puchero.

-Pero porque es papá.

-Eso no tiene sentido.-vuelve a decir Harrison y yo asiento.

-Vamos Tom, es su primera noche, hay que divertirnos.

-Te pones en mi contra eh, sigue así y no tendrás esto en ti.-me dice haciendo que solo yo lo escuche y en realidad, me hizo sentirme más hambrienta sexualmente.

-¿Seguro?.-le digo acercándole mi trasero en tu entre pierna moviendo mis caderas lentamente.

-No te atrevas a hacerme una erección ahorita Venus.

-Pero no estoy haciendo nada bebé.

-Carajo, Venus.

-¿Ustedes que dicen?. - La voz de Sam me sacó de mi burbuja que tenía con Tom, haciéndome entrar de nuevo a la conversación con ellos.

-Ah si, claro.-les decimos Tom y yo al uniso.

-Pues ya vámonos!.

Sin saber a dónde demonios nos dirigíamos, Tom y yo los seguimos hasta los coches.

Obviamente, yo me subí al mismo con Tom.

-¿A donde se supone que vamos?.-me dijo y yo solo encogi mis hombros.

-Solo sigue a Harrison.

Así que empezo a conducir siguiendo el carro de Harrison.

Tardamos como 20 minutos al llegar al bar que al parecer ellos habían decidido cuando nosotros estábamos en nuestro trance.

Cuándo entramos el lugar, el ambiente era ligero, no habían muchas personas y me alegraba, porque a veces me pone de mal humor estar rodeada de personas.

Siento los brazos de Tom envolver mis cintura, dejándome sentir su cuerpo pegado al mío.

-¿Y si mejor les decimos que ya teníamos planes?.

-No podemos, tus hermanos acaban de llegar.

-Es que no puedo parar de imaginarme todas las cosas que haríamos sin ropa.

-¡Thomas!.-le digo sonrojada.

-Por favor, mis hermanos estarán con nosotros mañana, además, no tengas ganas de beber, quiero estar contigo, en la cama o en la sala, tal vez en la cocina y posiblemente también en el baño.

Joder, es que no sabe hacer otra cosa más ponerme súper extasiada con sus palabras candentes y el sabe que se está aprovechando de mi pobre situación.