Capítulo 10.

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Taemin era bastante consciente que si Min Ho le había dicho que primero consiguiera el perdón de Na Ra se debía a que pensaba que su madre no lo perdonaría tan fácilmente, y claro que él tampoco creyó que lo haría, y si no fuera por el asunto de Yun Ho presentándose en su habitación del hotel todo habría salido mejor de lo que creyó.

Luego de conseguir el perdón de Na Ra, lo que le quedaba a Taemin era que Min Ho se enterase, y claro que no iba a ser tan sencillo si éste le había prohibido entrar en el edificio en el que vivía e incluso a la empresa, sin embargo, él no se quedaría a esperar sentado, no cuando ya tenía el plan perfecto, o al menos él lo vio de esa manera para que Choi pudiera comprobar que no había mentido con conseguir el perdón de su madre.

Taemin habría subido directo al apartamento de Min Ho si el guardia se lo hubiera permitido y no le quedó más opción que esperar que éste lo anunciara, y que la orden de que podía pasar fuera dada, algo que para él fue tan tedioso pero al final parecía que tenía que adaptarse a lo Choi quería y a él no le gustaba perder el control, sin embargo, sólo por esa vez iba a permitirlo.

—Entiendo, señor Choi, su entrada está prohibida —dijo el guardia por teléfono.

Taemin rodó los ojos, bien, su paciencia empezaba a agotarse con respecto a Min Ho y todo eso, y sabía que tal vez lo mejor era alejarse, seguir con su vida, pero no quería hacerlo, no hasta que Choi se diera cuenta que no podía vivir sin él.

—Dígale a Min Ho que lo estaré esperando aquí abajo si él no quiere que suba, pero no me iré.

Escuchó al guardia transmitir su mensaje, haciendo varias veces sonidos de afirmación que a Taemin sólo le causaron más molestia, incluso cuando tuvo una mirada que el diría fue de lástima.

—El señor Choi dice que no bajará, y me veré en la obligación de pedirle que se retiré.

—¿Cuánto...?

—¿Qué? —el guardia lo miró un poco confundido.

—¿Cuánto quiere para dejarme pasar?

El guardia suspiró, y negó con la cabeza.

—Señor, no sé con qué personas está acostumbrado a tratar, pero yo no voy a tomar su dinero por dejarlo entrar.

Porque él era diferente al otro guardia que había aceptado su oferta tiempo atrás, y no iba a arriesgar su trabajo sólo por algo de dinero, y fue algo que Taemin pudo comprender de inmediato, sintiéndose tan molesto por encontrarse con una persona tan recta, porque incluso a distancia podría notar que así usara sus encantos no conseguiría nada, ese hombre tenía el letrero de "heterosexual" en su frente por dónde lo viera, y aunque muchas veces eso no le importaba para intentar algo, no deseaba hacerlo, porque ni siquiera le parecía guapo.

—No me iré, así que vuelva a llamar a Min Ho, y dígale que estoy aquí, que al parecer usted va a tener que soportarme toda la noche a menos que él baje.

Y el guardia tuvo que hacerlo luego de darse cuenta que Taemin no bromeaba al respecto, y lo que sea que Min Ho le dijo, no le fue transmitido, sin embargo, cuando las puertas del elevador se abrieron y vio salir de éste al hombre que buscaba, una amplia sonrisa apareció en sus labios, sin importarle si Choi tenía el ceño fruncido, dejando claro que no era feliz de verlo.

—¡Min Ho!

Min Ho no esperó aquel saludo tan efusivo y que Taemin hubiera corrido hacia él cuando sus miradas se encontraron, o sus labios besándolo, pero tal vez debió de imaginar que eso sería así, ya que Lee dejó muy claro que lo último que haría era rendirse, y si había bajado era sólo por no causar más problemas al guardia, aunque también pudo decirle que llamara a la policía.

Seducción letal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora