Min Ho no estaba seguro de en qué momento habían dejado de estar al lado de la puerta para pasar al sofá, y todo lo que sabía era que Taemin nunca lo había soltado, incluso si sus lágrimas fueron disminuyendo, y sólo quedaron suspiros, el joven seguía aferrado a él, aunque ahora las manos de Choi ya no estaban acariciándolo, sólo lo dejaron estar.
Taemin levantó su mirada al rostro de Min Ho, y suspiró, porque a pesar de que éste no lo quería cerca no lo había echado, y esperaba que no lo hiciera, ya que él estaba bien ahí, se sentía tranquilo con respecto a todo lo abrumado que estuvo antes por haber visto a su madre, ya que nunca estuvo preparado para ese reencuentro.
La mano de Taemin fue temblorosa cuando subió hasta colocarla sobre la mejilla de Min Ho, acariciándola suavemente, y no le importó ser rechazado, sólo se movió hasta alcanzar sus labios y depositó un beso casto en estos, uno con el que estuvo preparado para el rechazo, pero la sorpresa parecía ser mayor en Choi como para que no lo hubiera apartado de inmediato.
Min Ho estaba demasiado sorprendido y sabía que lo correcto era alejar a Taemin, que ni siquiera debió dejarlo entrar a su apartamento o intentar consolarlo cuando éste llegó llorando, sin embargo tampoco lo apartó, era como si una vez más el dominio que ese joven alguna vez tuvo sobre él hubiera regresado, siendo envuelto en esos besos que siempre fueron una mentira.
Se sentía incorrecto, sin embargo los labios de Taemin sobre los suyos no le estaban permitiendo pensar con claridad, porque una vez más estaba dejándose llevar por él, de cada sensación que estaba sintiendo cuando el joven se acomodó sobre él, con sus piernas a cada lado de su cadera, y sus manos buscando bajo su ropa.
—Es suficien... te... sí crees que... vas a envolverme... con besos... estás equivocado...
Taemin sonrió a pesar de que parecía que Min Ho recuperó aquel odio que tenía con él, y volvió a besarlo, porque él no se rendiría, y si bien, no fingió cuando llegó llorando, había sido su nueva entrada a ese apartamento, porque acababa de darse cuenta que sus lágrimas seguían teniendo efecto en Choi, y si era así, seguiría siendo su arma para acercarse a él, y por ahora sabía que tenía dos, porque Yong también lo era.
Sus labios hicieron un camino de besos desde los labios de Min Ho hasta su oreja, en donde mordió su lóbulo sonriendo al sentir el cuerpo de Choi temblar, porque a pesar de que éste se negara con palabras a él, no podía evitar que su cuerpo reaccionara, y Taemin estaba seguro que entre menos pensara toda aquella situación, sería mejor para los dos.
—Min Ho, hazme el amor.
Min Ho estaba preparado para negarse a aquella petición, sin embargo, la mano de Taemin metiéndose dentro de su pantalón y ropa interior no le estaba permitiendo pensar con claridad, o cuando sus labios descendieron por su cuello, en donde mordió dejando una marca bastante visible y que hizo gemir a Choi que empezaba a entregarse a la situación, porque sus manos estaban ahora en la cintura de Lee, buscando atraerlo más hacia él.
Cuando estaba seguro que Min Ho no iba a rechazarlo otra vez, se alejó de él, escuchando como éste gruñía en protesta y Taemin sólo sonrió, quitándose la chaqueta lentamente queriendo provocarlo, y sus acciones se repitieron cada vez que iba exponiendo un poco más de piel hasta quedar en ropa interior, que le hizo sonreír satisfecho por todo aquello, notando como Choi no apartaba su mirada de él y parecía deseoso de tocarlo.
Jugó un poco con el elástico de su bóxer y la sonrisa no se apartó de su rostro cuando terminó por bajarlo, disfrutando de como la mirada de Min Ho recorría su cuerpo, deteniéndose en aquella zona que acababa de ser descubierta y demostraba lo deseoso que él también se sentía por ser tocado por Choi.
ESTÁS LEYENDO
Seducción letal.
Fiksi PenggemarTaemin sabía que ya no tenía quince años, pero eso no había hecho que dejara de ser bonito, porque su encanto no se había ido, seguía siendo letal, lo podía notar cuando sonreía y las miradas se posaban en él y más de un hombre estaba dispuesto a cu...