Tormenta

732 45 11
                                    

Octubre 18

ASTRID

Por fin, el último día de castigo había llegado.

Definitivamente se sintieron esos siete lunes, siete miércoles y siete viernes de quedarse tarde en la escuela para limpiar la suciedad de ella. No es fácil limpiar una cafetería,un gimnasio y un salón sólo entre dos personas.

Aunque debo admitir que... Me divertí.

La compañía que nos hacemos Hipo y yo es algo que nos ha auxiliado a no morir de estrés y sufrimiento. Siento como si esto nos hubiese fortalecido la amistad y nos hubiese hecho más cercanos.

Y ahora que lo pienso...
¡Wow!
Hace más de dos meses me incomodaba estar a su lado, me incomodaba estar en clases con él, me enfurecía su existencia por el hecho de que era un completo mujeriego sin sentimientos (o así me lo pintaron mis amigas) y ahora...
¡Dioses!
No hay persona que me entienda mejor que este chico.
Es decir, podemos ser tan diferentes en muchas cosas y a la vez tan parecido; me pregunto si eso es posible.
Con el pasar de los días, nuestras conversaciones fueron más allá de lo trivial y comenzamos a hablar de familia, costumbres, adicciones (NO drogas, lo prometo).
No digo que ahora sepa todo de mí. Pero está comenzando a conocerme, y yo a él.
Es... Bastante bonito.

Limpio una parte del extenso ventanal que se encuentra justo arriba de las gradas.
La cubeta con agua y jabón están a mi derecha y el trapo húmedo está en mi mano formando círculos sobre el cristal. Noto que a través de éste se observa parte del patio de la escuela; está lloviendo.

-¿chocolates?- pregunta Hipo mientras remarca con una brocha llena de pintura azul las letras de la pared lateral que decían: DEPOSITE LA BASURA EN SU LUGAR.

Emito un sonido parecido al que hace el marcador del tablero cuando un partido de baloncesto termina.
-Error- me giro para remojar de nuevo el trapo y exprimirlo- te queda una oportunidad, Haddock-

Se queda unos segundos pensando antes de contestar:
-Hum... ¿Regaliz?-
-¿A quién en su sano juicio le gusta la regaliz?- pregunto con cierto tono de asco.
-Oye, la regaliz es deliciosa y roja- yo lo miro arqueando una ceja intentando decir: claro que no lo es- oh, vamos, no me digas que hay algo mejor que la regaliz-
-Las gomitas- contesto con obviedad sin mirarlo mientras seguía con mi labor.
-¿Qué? ¿Las gomitas son tu dulce favorito?- asiento- Thor mío, ¿estás diciendo en serio que tus papilas gustativas prefieren más a la gelatina que a la preciosa regaliz de canela y cereza?-
-Dijimos que no nos íbamos a estancar en debates sociales- le reclamo  juguetona cuando escucho su inigualable tono de voz que hacía cuando estaba a punto de pelear con algo que no le parecía bien- Así que sí, mi dulce favorito son las gomitas, el tuyo al parecer es la regaliz, punto; siguiente pregunta, Alfa-
Él a duras penas se guardó sus comentarios y me incita a hablar.
-Adelante, vas tú-
Lo pensé unos segundos.
-Tu primer beso-
Pero segundos después me doy cuenta que tal vez hice la pregunta más tonta del mundo cuando lo vi hacer una mueca.
-Oh no...- murmuro.
-Mérida- decimos al unísono. Él con fastidio en su tono y yo lo contesté con obviedad y con una pequeña sonrisa mientras asentía <<cierto>> pensé en mi cabeza.
-Ya tengo ganas de vomitar mi almuerzo-
Yo reí ante su comentario.
Termino de limpiar una parte del ventanal y me recorro hacia la izquierda para continuar con el último espacio que faltaba por lustrar.
-¿Y tú?-
-¿eh?- fingí que no lo había escuchado
-¿Quién fue tu primer beso?-
Suelto un bufido y una risa nerviosa.
-¿Para qué quieres saber eso?-
-Hum, tal vez porque las reglas del juego eran preguntar a la otra persona algo y luego de que ella contestara, debes dar respuesta también a tu pregunta-
Quedé muda por unos instantes.
-Pues sí, pero creo que no es obligatorio contestar- me encojo de hombros.
-Oh, vamos As, ya dilo- me dijo girándose hacia mi cuando terminaba de pintar la última letra de color azul- O ¿a caso no has dado tu primer beso?- inquiere en tono bromista y pícaro.
-¿Qué? No, claro que ya he dado mi primer beso-
-Entonces...- me incita a darle una explicación; pero yo no tengo una.
No quería decirle que yo, Astrid Hofferson había tenido mi primer beso con un chico no popular y bastante desagradable de actitud,  porque seguramente Hipo se reiría. Pero si no digo algo, comenzará a sospechar y tendré que confesar.
Así que voy a tener que recurrir a mi arma más poderosa:
MENTIR.
Inhalo y exhalo profundo.
-Tadashi Hamada- lo miro.
Luego de dar respuesta sobre que "mi primer beso había sido con un chico de un año mayor", el oji verde me mira unos segundos antes de entrecerrar los ojos. Camina cinco pasos hacia en frente y sube las gradas que están a su izquierda sin dejar de mirarme; manteniendo conmigo una extraña competencia de miradas.
Se detiene a centímetros de mi, con su cabeza un poco inclinada hacia abajo debido a que su altura es mayor a la mía.
-Mientes-
Siento como mis manos se quedan tensas cerradas en un puño.
<<¿Cómo es que sabe que miento? Ni siquiera parpadee, tartamudee o incluso sonreí nerviosa.>>
Jamás en mi vida alguien me había descubierto en una mentira. Era mi talento.
-No lo hago-
-Sí, lo haces.- afirmó- Tal vez no tartamudeaste, ni parpadeaste... pero tus manos...-
De pronto siento sus manos cálidas tocar mis dedos fríos por el agua de la cubeta de la cual he estado exprimiendo el trapo para limpiar.
-Tocas varias veces con tu dedo índice tu pantalón. Lo hiciste la vez que tu madre te preguntó que si te gustaron las acelgas que preparó para la cena-
Abro la boca en forma de asombro por su gran trabajo y por delatarme en una acción que ni yo creí que hiciera al mentir. Él sonríe satisfecho.
-Astuto, Haddock-
-Lo aprendí en Spider-Man into the spider verse- dice orgulloso mientras da un paso atrás. Yo rio un poco.
- Bueno, entonces ya que te he descubierto, confiesa Queen B¿Quién fue tu primer beso?-
-Te vas a reír si te digo quién fue en realidad-
-¿Tan malo fue?- lo miro mal

Amando al... ¿Enemigo? [HICCSTRID]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora