Noche de paz

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NARRADOR OMNISCIENTE

Al llegar a Arendelle, ciudad natal de las hermanas Elsa y Ana, todo era una vista muy diferente; era una ciudad inclusive más pequeña que Berk y todo el pueblo lucía contento.

En cuestión de horas, los Haddock y los Hofferson lograron instalarse en la gran casa de los Arendelle, que a pesar de que por el momento vivían en Berk, ellos en realidad habitaban allí en la ciudad que les dió apellido,ya que todos sus bienes y riquezas (además de su empleo) dependía del control de dicha ciudad, la cual no quedaba del todo lejos de la ciudad natal de Hipo y Astrid.

Mientras que los adultos dormían en el segundo piso, los jóvenes adolescentes compartían el 3er nivel de la casa del cual sólo contaba con tres habitaciones:

 El cuarto de Ana (en el cual debido al espacio, su prima Astrid decidió compartir con ella ) quedaba en el lateral derecho, mientras que el de Elsa estaba justo frente al de la pelirroja; y el de Hipo y Kristoff (novio de la menor de las Arendelle que decidió pasar las navidades con la familia de su pareja y para, claro, hacerle compañía a Hipo) se hospedaban en la habitación de al lado de Ana.

Diciembre 24

ASTRID

Habían sido los mejores seis días del año.

Jugábamos como niños pequeños todo el tiempo.

Ana, Elsa y Kristoff aceptaron muy bien a Hipo en el grupo y durante esos seis días nos la pasamos corriendo por el pueblo riéndonos, lanzándonos bolas de nieve y yendo al rio congelado a patinar.

Nos quedábamos hasta tarde jugando póker en la habitación de Elsa mientras que mi prima peli-blanca se escapaba durante las noches para encontrarse con su amor misterioso el cual no sabíamos ni su nombre y su rosto, aunque según Ana no era del pueblo.

Me sentía más cerca de Hipo durante estos días; no en modo romántico, sino como una conexión más allá de lo que se puede reconocer como amistad. Éramos tan compatibles y a la vez diferentes.
Nuestros padres decían que éramos la viva imagen de nosotros mismos cuando éramos pequeños. Tal vez era sólo cuestión de tiempo para que volviéramos a parecernos a eso.

Sin querer, el viaje nos estaba empujando a permanecer más y más cerca, lo cual nos hacía imposible no pensar en cosas más románticas entre los dos.
Pero no, debo dejar de fantasear y comenzar a caer en la realidad. Esto no va a durar para siempre y mañana volveremos a casa; las cosas van a ser como antes y lo cursi terminará.
Aunque...

-¡Astrid!-
El llamado de mi compañera de cuarto me sacó de mis pensamientos.
-¿Eh?- dejé de ver la ventana y voltee a verla.
-Uff, menos mal que sigues viva- dice con un dejo de sarcasmo mientras se mueve de su tocador a su cama y se coloca los zapatos.- llevas viendo la ventana como diez horas, creí que estabas entrando en pánico de último minuto debido al peinado - dice señalando mi cabello.
Yo algo confundida por sus palabras me miro en el espejo que está a mi izquierda
-aunque en lo personal no me termina de convencer el look de mitad lacio y mitad ondas, pero es muy valiente que lo hagas- murmura.
Y reacciono por fin tras mirarme con espanto ante mi reflejo.

¡Tenía sólo la mitad del cabello arreglado!

En algún punto mientras hacía mi cabello ondulado, me distraje en mis pensamientos y dejé la rizadora de cabello sobre el mueble y ensimismada me coloqué frente a la ventana contemplado la poca nieve que caía del tejado mientras pensaba en Hipo.

Amando al... ¿Enemigo? [HICCSTRID]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora