Francia.
Miraba emocionada, el nuevo hogar, Max estaba subiendo la última caja a nuestro departamento. Ya días anteriores, estuvimos trabajando de arriba a abajo, pintando y comprando nuevos muebles para sobrevivir aquí. Pero sería nuestra primera noche como inquilinos en nuestro nuevo hogar. Después de dos largas semanas de un trabajo arduo.
-Estoy agotado-dijo Max bebiendo sus últimos sorbos de cerveza, le di una sonrisa y me acerqué para darle un pequeño beso en los labios.
-No sabes lo feliz que estoy, por fin estamos aquí-mi chico me levanto del piso con un fuerte abrazo
-Estaría todo mi tiempo junto a ti amor-fue ahora él que unió sus labios con los míos. Sonreí, era el mejor chico que podía tener. - Ahora no te escaparás de mí-me beso una vez más
-Propongo vino y pizza-solté cuando volvíamos a retomar el aire
-Que elegancia la de Italia-trato de hacer una broma que realmente le salió fatal
-Max-reí- no
-Oh vamos te hizo reír
-Fue pésima chico-fui por mi billetera, acomodé mi moño y me puse la sudadera de Max, ya estaba oscureciendo. -Date una ducha-tome las llaves del auto- Yo volveré con la cena.
-Te espero nena-escuche a lo lejos, baje por los ascensores y sonreí. Lo había logrado, al fin era una chica independiente.
Conduje primero al local para pedir dos pizzas gigantes con extra-queso y pepperoni para después ahorrar tiempo en esperar el pedido e ir al supermercado que estaba cerca, saqué la bolsa de tela que tenía para ir a comprar del auto y decidí caminar, el lugar no quedaba tan alejado. No recordaba tener copas para beber un buen vino, pero creo que no traje el dinero suficiente para comprarlas.
Al llegar al supermercado, caminé con tranquilidad para sacar una botella de nuestro vino favorito y luego fui por un par de golosinas, eran necesarias en mi hogar. Mi dosis de azúcar tenía que ser abastecida.
De un momento a otro un disparo me alerto, gritos, de hombres dando intrusiones otras señoras ya estaban llorando, pero yo estaba paralizada, me agache para que las balas no me llegaran y una pequeña niña estaba sollozando cerca.
-Ven amor-le trate de decir lo más tranquila que pude, la pequeña rubia corrió a mis brazos y la apegue a mi pecho
-Quiero a mi mamá-dijo soltado un sollozo
-Tranquila cariño, los hombres malos se irán y buscaremos a tu madre-otro disparo pego en los focos de luz dejando una escena un poco oscura, la niña seguía llorando en mi pecho, los pasos de los tipos sonaban por todo el lugar
-Si no, nos dan sus pertenencias disparo- se escuchó fuerte por el lugar, yo estaba tiritando con la niña en mis brazos- Si se oponen, creo que ya lo saben-escuchaba su voz burlona- disparo, bueno dadas las reglas, vamos chicos- los sollozos los gritos y los disparos inundaron el lugar
-Les doy todo, pero por favor, déjenme ir a buscar a mi hija-escuche fuerte y claro, la chica me miró, esa era su madre
-Zorras como tu son las primeras que dan aviso a la policía. -mire a la niña, por favor no le hagan nada- Ya sabes que hacer Tales
-Pitágoras creo que, si tiene que ir por su hija, ella nos dará lo que necesitamos- su voz sonaba más nervioso
-Mátala joder, si fuera una buena madre no habría soltado a su niña, así por así, obviamente esta mintiendo
-Goras...
-Bien lo hare yo-dos disparos fueran suficientes para que aferrara a la niña a mí, todo se pauso
Vi cómo se estaban acercando al pasillo de las leches era justo el que acompañaba a donde la pequeña y yo estábamos escondidas, estos tipos eran unos cerdos y tenía un miedo terrible con que me hicieran daño o a la niña. Trataba de tranquilizar mi respiración. Con la poca luz que había trataba de visualizarlos hasta que un chico se acercó, él estaba en el pasillo, mi vista lo siguió creía que el tiempo pasaba más lento que nunca, él iba acercarse, pero una voz fuerte interrumpió que me pidiera las cosas.
- Vámonos Tales-sus ojos se cruzaron con los míos- ya Binomio tomo lo importante-el chico bajo la mirada para alejarse y se fue corriendo.
Las sirenas de los policías sonaron minutos después de un silencio espeluznante, creo que volví a respirar y la niña seguía en mis brazos. Todo paso rápido, yo estaba afuera declarando lo ocurrido, la niña seguía junto a mí hasta que alguien viniera por ella, su madre...había muerto. Trataban de sacarle información a la chica y negué.
-La niña esta aterrorizada-hablé tratando de proteger a la pequeña, cuando terminé mi testimonio, el policía canoso me miró
-Bueno, alguien tiene que venir a buscarla si no tendrá que ir a la estación con nosotros- idiota, pensé
-Yo soy trabajadora social...deme unos minutos-bufo algo frustrado y asintió
La niña rubia con una frazada encima, me miro con ojos aun llorosos, ella sabía lo que paso, se abrazó de mí.
-Cariño, tenemos que llamar a algún familiar, ¿Te sabes el número de alguien?
-Solo me sé el de mi abuela-susurro, su voz aún era insegura
-Eso es perfecto, ¿Se lo darías al señor gruñón para que te lleven allá? Ella debe estar preocupada de que no has vuelto a casa cariño
-Es que mi papá esta con ella y no quiero verlo-hizo un puchero
- ¿Tu padre te hace algo nena? -alce mis cejas
-Solo...nos ignora, su trabajo es todo y se va...no me agrada, ni siquiera le gusta que le diga papá, quiero a mi mamá-se quebró a llorar y acaricie su cabello
-Mira, por leyes tontas de los adultos no puedo llevarte conmigo, pero puedo acompañarte hasta la casa de tu abuela y le dejo mi número para que mañana me llames ¿Te parece? -trate de consolarla
-Bueno...-dijo insegura, con sus dedos limpió las lágrimas que aún se le escapaban
Unas cuantas, llamadas más, y Max estaba aquí, se abalanzo para abrazarme.
-Oh, por dios, menos mal estas viva- me beso rápido- Cuando vi que fui de las pocas que sobrevivió, pude volver a respirar, ha sido de los peores sustos que me has dado Francia-me abrazó una vez más, su mirada se fue a la niña rubia que seguía junto a mí.
-Ella es Ayleen...la iré a dejar a su casa
- ¿Iras sola? -Asentí - ¿Segura estas bien? -Max toco mi rostro
- Si, tranquilo, llevaré a la niña a su hogar y voy contigo ¿Sí? - le di un beso
- Cuídate, te esperare con las pizzas...-dijo triste
- Te amo
- Yo más...
Acompañe a la pequeña en la patrulla, ella se había quedado dormida en mi pecho, realmente no tenía más de seis años. Era adorable y lo que tendría que vivir ahora no sería nada fácil. Perder a la mamá sería un antes y un después para esta pequeña rubia, sentí que ahora era una responsabilidad que no podía dejar.
La ayudaría como fuese.
La gran casa apareció, en mi campo visual, el policía se bajó primero para dar la noticia, una señora se quebró a llorar mientras que, la rubia miro para el auto, quede de una piedra, era la mismísima Maura, la que alguna vez fue mi segunda madre, la mamá de mi ex mejor amigo. Baje a la niña y los ojos de Maura se posaron en mí, ella me reconoció, su mirada fue de asombro, pero algo fue lo que más que el repentino reencuentro, fue ver a mi ex mejor amigo siendo llamado papá de la pequeña niña que había tenido en el asalto.
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Idiota «Niall Horan»
FanfictionFrancia Houlsby es la mejor amiga de Niall Horan, hasta que el conoce la fama...se olvida de su familia y amigos. Ese hecho marco la vida de Francia ya que ella, necesito a su mejor amigo cuando sus padres murieron. Y el no estuvo ahí, el se volvio...