Capítulo 10

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Tres largos meses, habían pasado desde ese día en el que la vida me dio una segunda oportunidad de saber de Niall Horan, pero no la tome, estos meses, han sido largos, lentos y más extraños de lo normal. La constante angustia de sentir que me siguen, de como deben tener información de mi. Que le hagan daño a Max, me tiene más ansiosa de lo normal. 

Hoy era de esas noches que odiaba puesto que Max le tocaba turno de noche, estos días eran los que apenas podía dormir una hora, miraba la televisión, estaba en los canales de tele paga dando Pretty Woman, amaba esta película, me ayudaba algo a distraer la mente. 

Mi teléfono sonó y fruncí el ceño. Eran las tres de la mañana, mire el número era desconocido, okey esto me estaba dando miedo, corrí al armario y conteste con las manos temblorosas. 

-¿A...alo?-mi voz salió más temblorosa de lo que quise 

-Franilu-era la voz totalmente ebria de Niall

-¿Niall?-dije molesta

-Hola, bebé te extraño ¿sabes?

-Estas enfermo de borracho Horan 

-Sip, ¿me puedes venir a buscar antes de que vomite?

-¿Donde estas? 

-En el Bar, de Emilio...me dió tu número

-No te muevas de ahí Niall Horan

Suspire, me puse un buzo rápido, tome las llaves de la camioneta, maldita sea no sabía que estaba haciendo, esperaba no encontrarme con Max si no, no sabría que mierda decirle, algo me decía que esto estaba mal e incorrecto, pero nunca podría odiarlo tanto como para dejarlo tirado en ese lugar. Además no quería que llegara así a su casa, pobre Ayleen.

Después de veinte minutos, estaba a punto de entrar al bar, hace años, no pisaba este lugar, veía ya como había pocas personas, Emilio salió con su delantal, me sonrió. Años, años que no veía a ese señor.

-Que grande que estas Francia-sonrió

-Y usted cada día mas guapo señor Emilio-bromee

-Y no pierdes tu sentido del humor muchacha-rio

-Venia a buscar a Niall...

-Oh el esta en el baño-me entrego las llaves- se quería ir y lo encerré, que bueno que aun sean amigos, si no el pobre ya estaría muerto

Sonreí algo incomoda, tome las llaves y el olor a sudor, también alcohol seguía presente en el lugar, como si fuera casi por memoria, llegue a la puerta, abrí y como Horan estaba dormido en el piso, ya estaba vomitado y no quería ni imaginar todas las infecciones que podrían haber en este piso. Camine lentamente, me puse de rodillas al lado del rostro de Niall.

Verlo tan vulnerable, hizo que algo se retorciera dentro de mí, tenía en su mano el celular, ahi estaba anotada una dirección, supongo que era donde quería ir.  

-Vamos muchacho, es hora de ir a casa-dije mientras pasaba su brazo tras mi cuello para poder levantarlo, ahora es cuando agradecía que Max me pidiera que lo acompañará a sus rutinas de ejercicios infernales

Caminé con Horan al hombro, el aún no daba señales de que estuviera despierto, agradecía en parte aquello, ya que fue bastante fácil sentarlo en el automóvil. Coloque el cinturón para que su cabeza no estuviera volando, con toallitas húmedas limpie su rostro. En un momento me sentí como la pequeña Francia de nueve años, viendo cómo era de guapo su mejor amigo, su piel seguía igual de suave como lo recordaba.

Basta, me aleje y fui  a conducir.

No se cuanto rato paso, pero ya estaba frente a una casa, todo estaba oscuro, gruñi, ya eran las cuatro de la mañana, miraba como el rubio seguía dormido. No podía quedarme mucho más si no quería que Max se entregará de esto. Con cuidado busque en los bolsillos las llaves y agradecí que fueran solo dos.

Una era la de la reja y la otra de la casa, bien ahora comenzaba el acertijo. Me baje y caminé a la reja, por suerte puse la correcta la primera, célebre internamente y fui abrir el resto de la casa, prendí unas luces y fui por Niall.

-Ya llegamos a casa Horan-le hablé

-Me gusta eso, tu, yo y casa-susurro

-¿Por qué no mejor pones de pie y vas adentro por una ducha? -respondio algo nerviosa

-Bañame tu Franilu-rio

-Niall estás muy ebrio ven-logre ponerlo una vez más su peso contra mis hombros

-¿Por qué eres tan linda?-toco mi mejilla

-Niall, camina-susurre

-Me gusta estar cerca tuyo, no sabes la falta que me haces...esos contratos, esas fiestas, si pudiera cambiar el tiempo, nunca hubiera ido a esa audición...el amor de mi vida se casa con un niño bonito-me detuve y lo mire unos segundos, lo senté en el sofa

-¿Donde esta tu cuarto Horan?

-Pensé que nunca lo preguntaría amor-sonrio y sentí como tomo mi cintura y me dejó sobre él- Sigues igual o más hermosa Francia

-¿Que...que estás haciendo Niall?

-¿Te puedo besar?-susurro

Me aleje, no, no podía hacer esto, el estaba ebrio, yo tenía a mi novio, esto estaba mal, con la mirada vi la escalera.

-Sube a tu cuarto Niall, yo te llevaré una botella de agua

-Francia...

-No Niall, no te amo y si sigues te dejaré solo aquí, ve y date una ducha-me escape a la cocina.

Deje que pasarán unos cuantos minutos, para dejar estar a la defensiva, escuche como se prendía una ducha y suspiré, prendí su calentador de agua para preparar un café, busque si tenía algún botiquín para que tomara algo y no fuera tan dolorosa mañana la resaca.   Con poco éxito termine ya que no encontré ni remedios, ni botiquín.

Le prepare un café cargado, rezando para que estuviera vestido, comencé a subir lento, contando cada paso que daba, arrepintiendome algunos segundos por estar aquí, yo debería estar en mi hogar.

-Niall ¿Estas vestido? -pregunte fuerte en medio del pasillo

-Si...-camine donde escuche su voz, estaba sentado en boxers en la gran cama.

-Te traje un café...

-Gracias Fran-sonaba roto

-Niall ¿Estarás bien?

-Fran...-tomo mis manos luego de que yo dejará su taza de café en el velador.

-Niall...no

-Solo quería decirte, que te amo y no puedo dejar de pensar en ti-antes de terminar, vómito, ensuciandome a mí y a el una vez más.

El seguía ebrio. Era obvio que no sabía lo que decía.

Idiota «Niall Horan»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora