Un amor inesperado [CLEXA AU]

10. Shopping

Clarke's Pov

Estaba acostada intentando conciliar el sueño cuando escuché un portazo proveniente de la puerta principal. Me paré y me dirigí hacia esta. Una vez allí pude observar quién era.

—¿Lexa? ¿te encuentras bien? —pregunté apenas vi que cerró la puerta y se apoyó en esta, no se veía muy bien, se estaba tambaleando—. Lexa déjame ayudarte... —le dije mientras me acercaba para intentar estabilizarla. La agarré de la cintura y pasé un brazo suyo por atrás de mi cuello.

Lexa Woods borracha, lo que me faltaba.

—Eres taaaan her-mo-sa Clarrke —dijo arrastrando las palabras muy cerca de mi rostro y le pude sentir un fuerte olor a alcohol, mientras avanzábamos a su habitación.

—¿Condujiste en ese estado? —la interrogué alarmada mientras la recostaba en su cama suavemente.

—Puesss *Hip* la verdad nope —comenzó a explicarse y de repente le dio hipo.

Suspiré mirándola, parpadeaba lentamente atenta a mi ubicación. ¿Cómo es que hasta borracha se veía tan linda?—. ¿Quieres que te traiga algo de agua? —le pregunté.

—Nope, quiero otra cosa... —dijo lentamente.

—¿Qué se te ofrece? —dije esperando su respuesta.

—Te quiero a ti —dijo mirándome atenta. Me sorprendí ante su repentina confesión.

—¿A mí?- pregunté porque creí haber escuchado mal.

—Síp, a ti. Ahora. Aquí. acotada conmigo. ¿Me acompañasss? —dijo en tono de suplica. Esto parece tan irreal.

—Ehh, claro... como quieras —dije acercándome hacia un costado de la cama para así acostarme a su lado dándole la espalda. De repente sentí unos brazos fuertes rodeándome la cintura. Demonios. Me puse nerviosa al sentir sus delicadas y firmes manos sobre mí. Suspiré nerviosa y cerré los ojos.

—¿Por qué estás nerviosa? —me susurró sin previo aviso.

—N-no lo estoy...

—¿Y por qué tartamudeasss? —me cuestionó. Es increíble que aún así estando borracha me ponga tan nerviosa su cercanía.

—No es cierto —rectifiqué. Oí que suspiró y apoyó su frente detrás de mi cuello. Y simplemente cerré los ojos.

No sé cuánto tiempo pasó pero de repente me desperté y pude ver que apenas estaba amaneciendo, iba a pararme pero pude sentir que Lexa todavía me estaba abrazando. Cuidadosamente fui liberándome de su agarre, que una vez hecho me fui levantando lentamente sin hacer ruido alguno. Iba a dirigirme hacia mi habitación pero pude ver que Lexa en ningún momento se había quitado la chaqueta de su traje, y si no se había quitado la chaqueta americana eso significaba que las llaves de la casa estarían en ella por tanto las de su oficina también.

Cautelosa me acerqué detrás suya, e intenté palpar en uno de sus bolsillos y ahí las sentí. Intenté meter mi mano en este pero Lexa se revolvió hacia el otro lado de la cama frente a mí aún dormida. Suspiré de la frustración.

—Vamos Lexa colabora... —dije susurrando lo suficientemente bajo para que no escuchara.

Tercer intento. Por fin pude meter mi mano en su bolsillo y cuando lo hice las saqué rápido y... ¡Bingo! Ya las tenía en mi mano.

Me fui sigilosamente hacia su oficina; metí la llave, giré dos veces hasta escuchar como la puerta me daba acceso y entré cerrando nuevamente.

Por fin.