Un amor inesperado [CLEXA AU]

23. Propuesta.

Clarke's Pov

—Hija, Lexa te necesita afuera —dijo mi madre entrando ya que yo me encontraba en la cocina esperando mientras ellas hablaban.

Ante aquella petición fui directo afuera, nuevamente hacia el auto de Lexa. Cuando llegué le di dos toques al vidrio para que lo bajara.

—Entra —ordenó.

Y así lo hice—. ¿Todo bien? —le pregunté cuando me acomodé correctamente en el asiento.

—Creo... que la convencí —dijo mirándome con el ceño fruncido como si ella misma no se lo terminara de creer.

Yo la miré con la boca ligeramente abierta terminando de procesar la información—. ¿Estás segura? —quise corroborar.

—Supongo que sí, no lo sé, solo me dijo que todos merecemos una segunda oportunidad — finalizó.

Y al escuchar lo último se formó una gran emoción en mí, mi madre no diría eso porque sí. Fue tan grande la felicidad que sentí que dejé llevar mi cuerpo dejando que actuara por sí solo y me abalancé sobre ella para besarla y por este acto tomé un poco de impulso y me puse sobre su regazo, no supe cómo lo hice ante el espacio tan reducido entre el asiento del piloto y el volante pero lo logré. Le di picos rápidos en todos y cada uno de los espacios de su bello rostro.

—¡Hey cálmate! —dijo intentando apartarme suavemente y un poco reída. Pero le fue en vano porque al último segundo le cogí el rostro y planté un sonoro beso en sus carnosos labios.

—De verdad no sabes lo feliz que me hace escuchar que mi madre te dio una oportunidad —dije sonriéndole sincera.

—Y tú no sabes lo feliz que me hace tenerte a mi lado —respondió ella del mismo modo que yo lo hice, regalándome lo que comenzó siendo un casto beso en un beso un poco más intenso y poco a poco apasionado.

—¿Crees que deberíamos continuar aquí lo que no terminamos hoy en la biblioteca? —le propuse con un susurro sensual cerca de su oreja al igual que yo empezaba suave con un vaivén de mis caderas encima suyo.

—No creo que sea el mejor lugar cariño... —dijo esta mordiendo mi cuello y agarrando los costados muy cerca de mis glúteos con sus manos, del mismo modo y con las mismas ganas que yo tenía y que se habían comenzado a generar gracias a nuestro ambiente tan sofocantemente apasionado.

—Tú también lo quieres... además sabes perfectamente que no es la primera vez que nos encontramos en esta situación —le recordé intentando convencerla.

—Cariño no creo que sea el momento en serio... me lo estás poniendo difícil —dijo con deseo suplicante.

—Supongo que tienes razón, pero verte con traje siempre me pone y no sabes cuánto —dije pasando mis manos por detrás de su cuello dando pequeñas caricias y al mismo tiempo que mordía mi labio inferior del deseo que estaba generando aquella mujer en mí.

Soltó un suspiro—. Al demonio —dijo para posteriormente atacar mi boca con besos húmedos, abriendo su boca a la par que yo abría la mía, entrelazando su lengua con la mía mientras sus manos subían y bajaban por todo mi cuerpo al igual que nuestras respiraciones por el repentino cambio.

—¿No... que era... un mal momento? —dije como pude entre beso y beso.

—Por eso tenemos que ser rápidas —dijo separándose de mi boca dejando una corta distancia entre nosotras—. No sabes cuánto agradezco te hayas puesto este vestido, que por cierto te queda estupendo —dijo elogiando el vestido que había elegido para ese día; un vestido corto y verde casual e ideal para reuniones poco formales, y también estaba agradeciendo que no llevaba nada más puesto debajo que solo unas bragas de tela fina y de color negro.