Better Than Words ☾Muke

Uno

"Cause after all these years
I still feel everything when you are near
And it was just a quick hello
And you had to go
And you probably will never know
You're still the one I'm after all these years
Couldn't help but overhear you
Sounds like you're happy with her
But does she kiss you like I kissed you?
Ooh, I wish I loved you like I miss you"

All this years – Camila Cabello

•••

Era muy tarde. Luke estaba seguro de que su hora de llegada se había aplazado unas cuantas horas más, pero ahora mismo eso no parecía ser muy importante.

Las risas de sus compañeros de trabajo se escuchaban de fondo, acompañadas de la música de fondo y perdiéndose un poco con las voces de las demás personas del local. La voz que más captaba la atención del rubio era la de su jefe. Gruesa, prepotente y profunda. Claro, no tanto como acostumbraba a ser después de un poco de alcohol mezclado con ella.

Estaba seguro de que era la única persona "estable" en aquel lugar. El chico de contabilidad estaba cantando una canción de One Direction, mientras que dos de los abogados de la empresa se abrazaban entre ellos (estaba seguro de haber visto a uno de ellos llorar hace un momento). Su jefe solo seguía lanzando gritos al aire, proclamando a todas las personas del lugar sobre su nuevo éxito.

Su mirada estaba fija en el vaso con whiskey que no había sido llenado desde hace varios minutos, cosa que para su suerte aun nadie había notado. Estaba seguro de que quería recordar el día de hoy, y no amanecer con una resaca al día siguiente.

—¿Si o no, Luke? —la voz de su jefe saco de su pequeña burbuja al joven trabajador, haciéndolo levantar la mirada. El hombre de unos cincuenta años mantenía la sonrisa tonta en su cara, esperando una respuesta de su parte. Luke se encogió de hombros confundido —. Oh, Luke Hemmings, mi más fiel trabajador. ¡E-Esto es gracias a ti! ¡A ti y tu maldita mano esculpida por Dioses!

—Uh, ya le dije que fue gracias a todos. Usted también logro ese contrato y-

—¡Nada de eso, niño! —negó el hombre. Torpemente se puso de pie, sin tener ninguna intención de soltar el vaso con licor en su mano para pasar a poner mano libre sobre su hombro —. ¿S-Sabes qué? ¡Te mereces un premio! ¡Hey, tú! ¡La camarera con blusa rosa!

Luke no quería ningún premio. Estaba seguro de que el mejor premio que ahora mismo su jefe podía darle era mandarlo a su casa, pero sabía que eso era casi imposible. Sabía que debió tomar un taxi al acabar esa reunión en vez de aceptar aquel "aventón" de parte del contador. Uno nunca puede confiar en trabajadores felices por cerrar un contrato de millones de dólares.

Sus ojos azules fueron hacia a la joven mujer, quien con una perfecta sonrisa se acercó hasta donde su jefe. Sabía que nada bueno podía salir de esto.

—¿Qué es lo que se le ofrece, señor?

—¡Q-Quiero a la mejor prostituta de este lugar para mi trabajador estrella! —unos silbidos de parte de los demás trabajadores se escucharon de fondo, acompañado de unas cuantas palmadas —. No, ¿sabes qué? ¡Dame lo más caro que tengas! Para mis otros chicos también.

—Señor, yo-

Sus palabras fueron interrumpidas por el estruendo de los vasos chocando entre ellos. Lo siguiente que sintió fue una delgada mano envolver su muñeca, arrastrándolo lejos del grupo de sus compañeros hacia la parte del fondo del club.

Estaba seguro de que si no hubiera bebido alcohol sería mejor manejando sus torpes piernas, y aquella pequeña camarera no lo arrastraría por el local. Tal vez.