Extra Cuatro

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"No fair
You really know how to make me cry
When you gimme those ocean eyes
I'm scared
I've never fallen from quite this high
Falling into your ocean eyes
Those ocean eyes"

ocean eyes – Billie Eilish

•••

—Mike, sabes que eso no es lo que quise decir, solo creo que-

—¡No soy un idiota, Luke! ¡Deja de decirme que tengo que hacer! —su voz era dura, además de ser una octava mas alta de lo que acostumbraba. Sus ojos verdes estaban fijos en los papeles esparcidos en su carpeta, sin ningún orden en especial, solo logrando estresarlo mas —. Yo puedo. Deja de hacerme sentir como un tonto. No necesito tu ayuda, ni la de nadie.

—S-Solo-... Solo intento ayudarte —la voz de Luke salió nerviosa. No era aquel nerviosismo debido a su vergüenza, era otro. Miedo. Luke le tenía miedo.

—No lo hagas. Te dije que estaba bien por mi cuenta. Y, agradecería demasiado que te fueras. Llevo trabajando tres malditos días en este proyecto de Español, y si no lo apruebo volveré a repetirlo. Necesito estar solo —insistió, rogando que aquello haya quedado claro para el rubio.

Los últimos días había estado demasiado estresado, intentando acabar el proyecto de la clase de Español, el cual valdría el 45% de su nota. Michael sabía que, si no podía acabar con aquella maldita investigación para el día de mañana, era hombre muerto. Su madre se encargaría que lo sea. Todavía recuerda lo molesta que estuvo cuando le contó que repitió Matemática 1. Estaba seguro de que estaba a un paso de ir a la escuela militar.

Por lo tanto, lo que ahora mismo necesitaba era pasar tiempo a solas para poder concentrarse y acabar con esto. Lo que no necesitaba era un molesto rubio, insistiendo con ayudarlo.

¿Acaso Luke quería presumirle por perfecto que era en todo?

Michael no necesitaba la ayuda de Luke. No necesitaba la ayuda de nadie. Podría no ser el mejor en las clases. Tal vez, sacaba malas calificaciones y casi siempre entregaba sus trabajos días después de la fecha límite, pero lo intentaba. Había hecho todo eso sin ayuda de nadie.

Aunque, tampoco es como que alguien alguna vez se la hubiera ofrecido. Michael no era (obviamente) la persona mas popular de la escuela. No tenia un gran circulo de amigos, solo personas con las que fumaba a las salidas y que lo invitaban a fiestas. Jamás tuvo a quien pedir ayuda, y siempre creyó que eso era bueno.

Tal vez, la última vez que pidió ayuda fue a su padre, cuando tenia ocho años, con una tarea de Matemáticas. Todavía recuerda la risa ebria del hombre, burlándose sobre lo tonto que era por no poder resolver un problema básico. No era su culpa, Michael tenia ocho años, con las justas sabia restar.

Pero, todavía puede recordar aquel momento, como si hubiera sido ayer. Todavía recuerda lo tonto que sintió por haber pedido ayuda.

Ese solo fue el comienzo. También estaban las miradas de pena que le daban sus compañeros en la primaria cuando sacaba una nota menor, haciéndolo sentir inferior. No importaba cuanto se esforzará, nunca era suficiente.

Hubo un punto en el que dejo de intentarlo. Solo sobrevivía.

La secundaria era un asco, sin duda alguna.

—Pero, Mike...

—¡Solo lárgate, Hemmings!

Levanto su mirada por primera vez desde que Luke entro al salón vacío en el cual estuvo por media hora trabajando. Ahí fue cuando vio los ojos azules cristalinos. Ya no brillaban como acostumbraban, con aquella inocencia y emoción. Estaban tristes.

Better Than Words ☾MukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora