Tres

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"It's midnight and I'm wasted
So wasted, I'm wasted
I can't believe I'm calling you up again
I know I might be crazy
So crazy, I'm crazy
I can't believe I'm calling you just to say
I'm not okay"

Not Okay – Kygo

•••

Su espalda lo estaba matando. No podría resistir una noche más así.

Michael jamás creyó que acabaría así, sintiéndose entre la espada y la pared. Era imposible acostumbrarse a aquello sin importar cuantos años hubiera estado pasando por eso.

Era la tercera vez que tenia que mudarse de la pequeña habitación que alquilaba cuando la mensualidad subió. Su sueldo se estaba volviendo insuficiente, pero no había nada más que pudiera hacer.

Había pasado los últimos días llevando sus cosas del anterior edificio en el que se estuvo quedando a otro. Uno peor. Al menos el anterior, era más decente y la zona no era tan peligrosa, pero este otro era todo lo contrario. Lo primero que olías al entrar a la recepción era un olor repugnante, entre alcohol y droga, y posiblemente otras sustancias que se negaba a identificar.

Intento ignorar todos aquello pequeños detalles e intentar pensar en el lado positivo. Aunque sea tenia un lugar donde pasar la noche. Estuvo en peores situaciones, de eso estaba seguro.

Levanto la ultima caja que le quedaba por llevar por las escaleras (sí, escaleras) hasta el tercer piso, donde estaba su habitación. Había tardado, pero era lo mejor que podía hacer para ahorrarse unos cuantos dólares y no tener que pedir un taxi o un camión de mudanza. Por suerte no tenía muchas cosas.

Su estómago comenzó a rugir a penas la ultima caja fue dejada sobre la pequeña mesa en la esquina de la habitación, haciéndolo bufar. Malditas sean las necesidades humanas, había olvidado por completo comer algo en el día.

Para su suerte en su cuenta aun quedaban unos cuantos dólares, los cuales hubiera preferido ahorrar hasta su día de paga, pero sabia que esa era una mala idea. La ultima vez que fue sin comida en su estomago las cosas no salieron muy bien. Casi llega a ser despedido por haberse desmayado al entrar a la habitación donde estaba un cliente.

Sabía que debía mantener su figura, su jefe se lo había dicho demasiadas veces, pero ahora mismo el poco dinero en su cuenta solo alcanzaba para una pizza o una hamburguesa. Ha habido días mejores.

Camino por las desiertas calles de la zona, con las manos metidas en los bolsillos de la polera extremadamente grande que traía puesta, hasta llegar a su pizzería favorita. El olor a pizza recién horneada invadió sus fosas nasales en el momento que ingreso al local, haciendo comenzar a babear.

—Hey, Michael —hablo el chico tras la caja registradora al notar la presencia del teñido. Michael sonrió, acercándose donde este hasta quedar del lado opuesto de la barra —. Hace una semana que no te veía, ¿cómo has estado?

—Bien —respondió con cierta inseguridad en su voz. El otro chico noto aquello —. Me he mudado, he estado... ocupado.

—Michael, sabes que puedes-

—Sí, Calum. Lo sé, pero por ahora estoy manejando todo bien. Prometo que si necesito ayuda te la pediré, ¿esta bien? —el moreno asintió, no del todo convencido. A Michael nunca le gusto pedir ayuda —. ¿Cómo has estado tu?

—Bien, estoy buscando trabajo. Creo que trabajar en una pizzería no cuenta como practicas preprofesionales para mi carrera —rió el moreno —. En unos días tengo una entrevista de trabajo.

Better Than Words ☾MukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora